I. VI. Recuerdos.

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Annabeth abrió los ojos con cansancio

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Annabeth abrió los ojos con cansancio. Ahora estaba acostada en la cama, no sabía en qué momento se había acostado.

Inspeccionó la habitación y pudo ver que no se encontraba Lucy, sino una niña pequeña. Entrecerró los ojos confundida.

Se levantó y se hizo dos trenzas con lentitud. Estaba tan cansada.

Se cambió de vestido y se puso esta vez una bata blanca y un corset del mismo color. Se quitó los zapatos y salió de la habitación.

Annabeth pudo observar que era una hora de la tarde y estaba todo nublado. ¿Había dormido tanto tiempo?

—¡Annabeth!—Pudo escuchar la voz de Lucy.—. Al fin despertaste —Dijo la chica abrazándola.

Annabeth recibió el abrazo.

—Solo dormí una pequeña siesta.

—¿Pequeña, Beth? ¡Dormiste por casi dos días! Estábamos tan preocupados por ti.

Pestañeó confundida.

—¿Dos?

—Sí.

—¿Cómo pude dormir dos días?—La chica puso sus manos en su cara, confundida.—. ¿Estás segura?

—Si, Beth —Dijo Lucy tomando sus
manos.—. Es la hora de cenar, Beth. Bueno, para ti la hora de desayunar. Pero debes comer, hace casi dos días que no comes.

Annabeth se dejó llevar por la chica y bajaron a la cocina para coger dos platos, después de cogerlo, ambas subieron y entraron a la oficina del rey—por petición de la reina, o más bien, una orden—Las dos chicas se sentaron frente a frente mientras los dos reyes en el sofá.

Annabeth solo daba vueltas a su plato, incómoda y sin hambre.

—¿Estás mejor, Beth?

Annabeth subió la mirada al escuchar a su amigo, el pequeño rey.

—Mejor, Ed. Realmente no recuerdo lo que me pasó, estaba, ya sabes, admirando el suelo de la habitación.

—Caspian dijo que te encontró en el suelo. 

Annabeth levantó las cejas.

—¿Enserio?

Caspian carraspeó.—. Debía comunicarte una noticia, pero te encontré en el suelo.

—Ah.

—Estabas débil y con lágrimas en tu cara, no despertabas. Por eso, debes comer.

—No tengo hambre, Su Majestad.

—Lastima que es una orden.

Annabeth apretó los labios y miró como Lucy le metía una cucharada de su comida a la boca de la chica.

𝐂𝐎𝐌𝐄𝐍𝐙𝐀𝐑 𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎.||. Las crónicas de Narnia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora