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Se quería arrancar los oídos.
Miró al médico del rey como parloteaba sin parar. ¿Es que no se cansaba?
—Debes comer más, Lady Strong —Dijo el médico con una cuchara de comida en su mano.—. El motivo de sus desmayos es que no se alimenta correctamente. ¿Desde cuando no te alimentas bien?
Annabeth entrecerró los ojos.
—No como desde hace días.
Pudo notar la sorpresa de Lucy a su izquierda.
—¿Cómo que no comes?
—Abre la boca, Lady Strong.
La lady rodó los ojos.
—Sé comer sola, señor.
—Y no lo haz hecho en días.
Annabeth le hizo caso al señor y abrió la boca. Quiso vomitar al saborearla. ¿Por qué ahora le parecía asqueroso la comida? Miró a su amiga la castaña.
Curiosamente estaba preocupada, pero, ¿preocupada de qué?
—¿Estás bien, Lu?
Lucy se sobresaltó al escucharla y pudo verla dudar, ¿qué le pasaba?
—Mi primo Eustace...
Annabeth miró a su alrededor, algo que no se había fijado era que su primo no se encontraba por alrededor. De hecho, tampoco había notado que cuando habían salido a explorar la isla no se encontraba.
La chica frunció el ceño.—. ¿Dónde está? ¿Está bien?
Lucy tragó saliva nerviosa.
Annabeth pudo escuchar a su izquierda como el doctor tosía, no pudo evitar maldecir por lo bajo. Lo miró y abrió la boca.
Otra cucharada. Intentó no hacer arcadas.
—¿Y Eustace, Lu?
—Él está bien pero..., él es un dragón.
Annabeth se tapó la boca, intentando no soltar una carcajada. ¿Eustace es un dragón? ¿Pero Lucy estaba bien?
—¿Estás segura que la que no necesita comida eres tú?
