Mi extraña fuerza.

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CLARA.

Destrozada...

Destrocé mi propia puerta con tan solo cerrarla bastante fuerza ¿Acaso eso era posible? No es madera... Ni tampoco de algún material sensible, Es de metal.

Me quede perpleja observando mi mano en donde se encontraba la manilla de aquella puerta, que, en estos momentos, se encuentra tirada en el suelo partida en trozos grandes.

¿Qué acababa de ocurrir?

¿De dónde ha sido sacada tanta fuerza?

¿Qué está pasando?

Unos segundos después, Charli se paró junto a lo que era llamado puerta hace unos minutos atrás. Se quedó normal mirándome como si no le sorprendiera aquello, pero entonces, me di cuenta de que no se había percatado de la puerta destrozada en el suelo.

Señale los trozos de la puerta que están tirados en el suelo tratando de que mirara.

–Fui yo... –Pronuncie no muy convencida de lo que acababa de ocurrir.

A la mención de eso, justo, justo ahí, En su cara, se plasmó una expresión de estupefacción, preocupación y a la vez temor. Todo en una sola cara. 

–Estás bromeando, ¿cierto? –Cuestiona entre risas nerviosas.

Escuche pisadas hasta que el culpable de ellas se posó al lado de Charli. Carlos se queda mirándonos sin comprender aquella situación, y en estos momentos entonces, ya somos dos. No lograba entender como he hecho aquello. Ni siquiera me lo puedo creer todavía.

Carlos se percató de la puerta tirada en pedazos en el suelo, luego subió su mirada a mi mano, que aún, sostenía la manilla.

–Me pueden explicar, ¿qué acaba de pasar? –Cuestionó confundido dando pasos hacía delante, aún con una expresión de confusión invadiendo su rostro.

–No tengo ni la menor idea. Estoy igual que tú –Soltó Charli mientras mira la expresión de confusión de carlos, que él igualmente comparte.

–Entonces somos tres... –Mi voz sonó sin fuerza, como si no estuviera completamente segura de lo que decía, y la verdad es que no, no estoy segura ni siquiera de cómo me llamo.

Ok, esto es realmente raro y extraño. Yo no me ejército, Además, creo que ni ejercitando me llegaría a romper una puerta ¿Cómo demonios la había roto? ¿A casó me habían inyectado algo mientras dormía para adquirir esta fuerza? 

No estamos en una película. Eso es imposible... Bueno no tanto, ahora viendolo bien, con el comportamiento que han tenido, no lo es. Pero aún mi mente está dándole vueltas a esto, procesando a ver si hay algo que le pueda dar una explicación a esto, pero lo único que encontró fue esto: Nada. No hay nada que explique esto.

–¿Qué fue exactamente lo que hicieron? –Preguntó carlos.

Charli me señaló sin pensarlo dos veces, haciendo que carlos quitara su mirada de él, para que me mirara a mi.

–Yo solo... Solo... –Intentaba explicar pero las palabras no salían de mi boca por los nervios, es como si algo les impidiera salir.

–¿Tú solo qué? –Carlos esperaba mi respuesta, mientras que yo solo seguía perpleja con lo ocasionando.

–Solo subí, cerré la puerta fuertemente, porque, obvias personas me hicieron enojar, y luego cuando me di la vuelta, la llamada "puerta" minutos atrás, ahora se encuentra tirada en el suelo hecha pedazos ¡Ni siquiera tengo fuera para hacer tal cosa! –Explico rápidamente como si aquello que posaba en mi garganta, ah dejado por fin libres aquellas palabras.

ESA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora