ESA NOCHE

¿Qué eres?

CLARA.

Sentada en mi cama mirando mis piernas el recuerdo llega a mi.

Esa sombra en la fiesta justo en la puerta se repite una y otra ves en mi mente.

¿Me estoy volviendo loca?

Luego de todo lo que a estado pasando no lo dudaría, ¿Para qué más dudas? ¿En qué ayudan?

En Mucho.

Necesito saber si fue real. Si él lo vió. Si en verdad pasó.

Pero...

¿Quién era?

¿Por qué se fue?

El aire fresco y frio se cuela por mi ventana acariciando mi piel haciéndome estremecer.

Ya han pasado varios días desde aquella discusión con el pelinegro. Ya ni siquiera me dan ganas de mencionar su nombre.

¿Porqué tanto misterio? ¿Porqué tanto secretos? ¿Porqué tanto miedo? ¿Esto es real? ¿De verdad estoy viviendo esto?

Y me lo pregunto una y otra ves buscando respuesta. Respuestas... Justo lo que necesito para salir de este trance de dudas.

Ninguno de los chicos han vuelto, al parecer si thomas no está para ellos sería una tontería venir. Da igual, ellos no son mis amigos. No los conozco realmente ¿Podría yo conocerlos realmente algún día? ¿O también tienen miles de secretos que ocultar?

Cierro mis ojos respirando profundo tratando de tranquilizarme, pero fallo en el momento en que siento a alguien junto a mi.

Abro los ojos para encontrarme a Tans con los ojos bien abiertos a centímetros de mi cara. Con un grito agudo caigo hacia atrás provocando un sonido de golpe seco.

—Ups...

Me levanto sobando mi culo para voltear lo a ver.

—¿Qué diablos estabas haciendo?

—Solo te quería ver más de cerca. ¿Cómo va todo?

—De la mierda, eh discutido con él.—le cuento.

—¿Con quién?

—Con él.

—¿Quién es "él"?

Suspiro y ruedo los ojos para luego responder sin nada de ánimos mientras tomo asiento en el suelo y reposo junto a la cama.

—Con Thomas, Tans, con el imbécil.

—Ah...

—Tengo más preguntas.

—Adelante, pero recuerda que...

—No siempre podré responder todas tus preguntas. —Repito lo que siempre me dice— Si, lo sé, lo sé.

—De acuerdo, pregunta lo que quieras.

Las veces que eh visto la forma de actuar de Thomas recorren mi mente como un trailer de una película. Las veces que lo eh visto correr de una manera anormal, lo que pasa cuando nos vemos, como actúa ante todo, casi nunca lo veo comer... Es extraño...

Él no es h...

—¿Qué es Thomas?

Segundos pasan y vienen y él no responde. Me doy la vuelta para observarlo desde la esquina de mi cama y verlo sentado en el borde de la ventana mirando un punto fijo.

—¿Tans?

El voltea a verme rápidamente— ¿Me llamaste?

—Te hice una pregunta.