Recuerdos y silencio.

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CLARA.

Luego de durar media hora procesando qué demonios acaba de pasar me, trato de poner de pie como puedo. Al ponerme de pie siento un dolor en mi abdomen haciendo que me quejara por lo bajo. Levante la camisa blanca que se encuentra llena de tierra, y en mi abdomen se puede ver una raya por donde sale una línea de sangre. De seguro fue por la estúpida rama que se encuentra en estos momentos, tirada en la tierra.

Sin mucho ánimo bajo mi camisa y pasó el arbusto para mirar por donde aquella persona o cosa se ha ido, cuando un olor extraño, bastante conocido llega a mis orificios nasales, bajo la cabeza para encontrar unas cuantas manchas de sangre regadas en el pasto.

Entonces dos cosas llegaron a mi cabeza:

La persona que había estado parada justo aquí...

1- Tiene una herida.

2- O mató a alguien y sangre de esa persona quedó sobre él haciendo que lineas de sangre cayeran al césped.

Muy turbio todo, ¿No?

Y si me ponen a elegir, elegiría la primera opción ya que no quiero ni pensar que hay un cadáver cubierto por ramas y hojas, por estos alrededores. Hecho una última ojeada al lugar por si la persona vuelve de la nada. Siento que alguien me toca el hombro y me doy la vuelta rápidamente mientras suelto un grito del susto.

—¡No me mates!

—Lo pensaré, pero no creo poder seguir aguantando tu humor.

—¡Imbécil me asustaste! .

—¿Enserio? Mira que si no me dices no me doy cuenta. —ironizó Thomas, dándole una ojeada al lugar para terminar viendo la mancha que estaba en el suelo— ¿Qué es eso? ¿A quién mataste ahora, clara?

—¡Yo no he hecho nada! Solo aproveche que no estabas para meterme hasta acá.

–Y apuesto que no viste nada —Suspira—  ven, vamos adentro, trajimos pizza.

Mientras él me da la espalda caminando por los arbustos, hojas y ramas en el suelo, la tierra mojada esparciendo un olor raro pero tranquilizador, él se ve... Mucho más misterioso de lo que me gustaría admitir. Entonces me pregunto si el chico que vino aquí me estaría diciendo la verdad con que Thomas es peligroso... ¿En cuál de los dos puedo confiar? No sé, no tengo ni la menor idea de que hacer o decir en estos momentos. Hasta que se me ocurre preguntarle si conoce a Tans:

—Thomas...

El va camina sin parar hasta me escucha y alza la cabeza. Puedo ver ese gran perfil perfecto que tiene.

—¿Si? —pregunta Acabando de darse la vuelta completamente hacia mi dirección.

No puedo dejar de ver lo extraño que se ve en este lugar, es como si hubiera soñado con él, justo esto, él a una distancia perfecta de mi.

El collar...

Rápidamente empiezo a recordar algo de cuando me dieron el collar. Esa mano pálida con una raya... Una raya cicatrizada con una forma extraña.

Al ver que no contesto a su pregunta, él eleva una de sus cejas y me mira completamente.

—¿Todo bien? ¿Qué me puedes de...? —se queda en silencio para Luego suspirar y mirar hacia otro lugar he cambiar su expresión de preocupación a estresado— no tengo tu tiempo clara, vamos dentro.

Y sin más desaparece entre los árboles mientras yo trato de recordar algo más de aquel día en que me obsequiaron el collar.

Entonces empiezo a recordar algo de aquello.

ESA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora