ESA NOCHE

¿Thomas?

CLARA.

Estoy tan entusiasmada e nerviosa por poner un pie dentro de la casa. Quiero y necesito saber si es cierto aquello que dijo Charli sobre Thomas.

¿Él seguirá con vida?
¿De verdad eso puede ser real? O charli solo esta distrayendo nos.

La verdad es que no se, y al no saber es lo que me causa tanto miedo. No saber lo que me puedo encontrar allí dentro. No saber si saldré con vida en cuanto ponga el pie dentro.

Pero vamos, luego de todo lo que ah estado sucediendo no creo que pueda llegar a pasarme algo. Ellos me están cuidando ¿No es así?

Carlos y yo nos damos una mirada de confusión, porque, no sabemos si deberíamos entrar o quedarnos en el auto. Ni siquiera tenemos un plan por si algo sale mal. Lo único que nos queda es suerte, cosa que yo a decir verdad no tengo.

Aunque pueda que si, porque aún sigo con vida. ¿Eso es bueno no? Estaré con vida, y más traumada cada día.

Sonó tan lindo y turbio que me acordó a Thomas. Justo quien supuestamente nos espera allí dentro.

No hay de otra que entrar y ver qué nos espera. Porque es lo único que romperá esa duda, entrar y ver. Dos simples palabras que en estos momentos son difíciles de hacer.

Es como decir "Me haré un piercing" entonces cuando estás allí, frente a la puerta de donde te vas a hacer aquello que tanto anhelas, te quedas frizado sin poder tan siquiera respirar bien diciéndote "ya estamos aquí, tengo que entrar" porque ya sabes lo que te espera, pero a la ves no quieres porque no sabes cuánto dolerá, y si es que puedes aguantar aquél dolor.

O al menos eso me pasa a mi. ¿Es un poco dramático? No, para mí no lo es. Es la realidad de mi vida.

Asiento mirando a Carlos para que sepa que estoy dispuesta a coger cualquier riesgo que venga hacia nosotros.

Charli es el primero en bajar del auto y nos hace una señal de que bajemos.

Yo soy la siguiente, con mis piernas moviéndose como esos muñecos inflables que se mueven hacia todos los lados fuera o dentro de una feria. Salgo del auto y cierro la puerta y veo a Carlos hacer lo mismo solo que este, deja la  puerta abierta. No entiendo el porque hasta que veo como Charli  sostiene a Nataly entre sus brazos, y cruzó la verja para luego entra a la mansión como si nada.

Ni siquiera se volteó a mirarnos.

Rodeo el auto y me detengo al lado de Carlos quien me mira.

–¿Estás segura de que debemos entrar? –Me preguntó.

–Se supone que la asustada debería de ser yo.

–Lo siento, tome tu lugar sin querer. –ironizó.

–Basta, no estamos para juegos. Esto es algo serio. Estamos hablando de que Thomas puede estar allí dentro ¡vivo! –Grité en un susurro– esperándonos.

–Si lo dices así, suena extraño.

–Todo lo que está pasando es extraño, ¿que no lo ves?

–Creeme nos han pasado cosas peores.

Y sin más, me dejó sola allí mirando cómo cruzaba la verja y luego entra a la casa.

Espere unos segundos a ver si no se escuchaban gritos provenientes de él. Pero no, nada, no se escuchó absolutamente nada.

Entonces recuerdo vienen a mi de los sonidos de siempre. Esta es mi oportunidad para ver qué hay de aquel lado de la casa. Cierro la puerta del auto despacio. Al ver que no hay nadie parado en la puerta, empiezo a caminar a aquel lado de la casa.