Capítulo 8

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Eva Coleman

— No puedo creer que me hayas traído al aeropuerto en pijama —comentó James mientras nos desmontábamos. Reí.

Habíamos madrugado y decidí traer a James al aeropuerto porque había dormido bastante. Miranda subió a la habitación de Erick para dormir con él, en lo que yo regresaba.

Todo el mundo me miraba de arriba a abajo. ¿Acaso no han visto personas que salen en pijama?

— Quise traerte, ademas, no tenía sueño —confesé y me tomó de la cintura para mirarme con sus ojos verdes, los cuales son preciosos.

— No era necesario pero ya que insistes —dijo riéndose mientras me miraba y acarició mi mejilla con la yema de sus dedos—. ¿Segura que estarás bien?

— James...

— Es la primera vez que me voy de viaje y ahora está Erick y Emily —dijo y besé sus labios.

— Estaremos bien, vete tranquilo —le susurré.

James me abrazó por un rato y recuerdo cuando había escapado. Era la misma acción en el mismo aeropuerto. Solté un suspiro mientras lo abrazaba. Besó mi frente para soltarme.

— Buen viaje —le susurré mientras caminaba de espaldas.

Caminé rápidamente hacia mi camioneta para notar que el sol había salido, así como salió en mi vida después de pasar la tormenta. Me abroché el cinturón para manejar hasta la casa con una música suave de fondo.

No había nadie despierto, por lo que, subí a mi habitación para sentir el vacío de James. No puedo negar que me va hacer mucha falta porque me ayudaba mucho con Erick, aunque, ya se despierta menos porque es muy dormilón.

Me di una ducha para salir envuelta en una pequeña toalla. Me puse ropa interior y opté por unos jeans azules ajustados y entubados, un top de color azul y una chaqueta blanca, unos tacones blancos para hacer juego con la chaqueta. Me maquillé un poco para hacerme ondas en el pelo y tomar mis cosas.

Antes de bajar al primer piso, verifiqué que Erick seguía dormido con Miranda. Por lo menos, estaré más tranquila porque Andrea tiene el día libre y podrá ayudarla. No es nada fácil cuidar a dos bebés.

Encontré a Ryan en el comedor vestido con un traje de color beige que jugaba con el tono de su piel. Noté que había hecho huevos revueltos, tocino y pancakes, desayuno americano.

— Buenos días, Ryan —besé su mejilla para sentarme frente a él—. ¿Lo hiciste tú?

— Buen día —miró el desayuno—. Si, para ti y para mi.

— Gracias, ¿que tenemos para hoy?—le pregunté. Ryan frunció el ceño.

— ¿Y las chicas, los bebés?—preguntó

— Están dormidos.

— Le haremos una sección al chico nuevo este..—lo interrumpí.

— David López —le completé y asintió con su cabeza.

— Ese mismo.

— ¿Crees que hice bien en elegirlo?—le pregunté y él asintió.

— No le veo nada malo, ademas de que parecía conocido pero no, no había conocido un David López —dijo para llevar su plato a la cocina. Me tome el jugo rápidamente para levantarme—. ¿Nos vamos?

— Si —le tiré las llaves de la camioneta.

Ryan manejó hasta la agencia para entrar rápidamente conmigo. Dejé mis cosas en la oficina porque íbamos directo al estudio para hacerle la sección a David.

Señora Bolat | 2da Temporada |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora