Capítulo 32: TODOS / Noche Buena
En esos segundos de decisión, se crean futuros enteros.
-Dan Simmons
Aquel día las tres familias se despertaron temprano para comenzar los preparativos de la Noche Buena. Aunque la situación de guerra no lo requiriese, todos tenían un aire festivo y decidieron olvidarse por al menos un día, por todo lo terrible que habían pasado y disfrutar de una tranquila navidad como familias comunes y corrientes en circunstancias normales.
Sophie fue la encargada de despertar a Lauren y Camila, quienes dormían abrazadas y con una pequeña sonrisa en sus rostros, en el que fuera su cuarto antes de que las pesadillas de Lauren comenzaran.
- ¡Joder! ¿Qué hora es? –Dijo Lauren elevando la voz para despertar a su novia. Sophie miraba la situación divertida, desde la puerta.
- Lo demasiado tarde para que sus madres estén preguntando por qué se tardan tanto –Sacó la lengua y corrió escaleras abajo ante el grito de su padre. Seguramente le encomendarían otra tarea aburrida.
La morocha suspiró e intentó correr el cuerpo de Camila para salir de la cama pero la de ojos marrones aún tenía un poco de resaca y no quería despertarse.
- Vamos, Camila –Gruñó encontrando la forma de llamar su atención: haciéndole costillas. Camila protestó cubriéndose la cabeza con la almohada y reprimiendo unas risitas-. ¡Si no te mueves ahora mismo, no pararé! –La amenazó mientras que en realidad disfrutaba de la situación. La morena suspiró y se dejó caer al piso, seguido de un "ouch".
Lauren se echó a reír y finalmente pudo librarse de la cama. Revolvió el ropero en busca de ropa decente pero todo lo que tenía parecían trapos viejos y feos.
- Demasiado floreado –Musitó dejando un vestido de lado-. Demasiado... ¿Rosa? –Frunció el ceño e hizo una mueca de asco. Camila se levantó para ayudarla.
- Lauren, ¿Qué estás buscando específicamente? Así la búsqueda sería más fácil.
- Algo... lindo –La de ojos verdes la miró desesperada. Luego, frustrada, se sentó en la cama, cruzando los brazos en señal de protesta. Parecía un bebé haciendo pucheros, pidiendo a pleno llanto que le cambiaran el pañal.
- Vale –Rió Camila, cerrando el armario de un golpe-. Buscaremos algo en el mío.
De repente, apareció Clara en la puerta y antes de poder saludar, la morena ya se había lanzado a sus brazos, en un gesto que descolocó a la mujer.
- ¡Señora Jauregui! ¡Feliz Noche Buena! –La estrujó fuerte hasta casi dejarla sin respiración. Lauren intervino al ver la mirada desesperada de su madre, tirando de la chica para que la soltara.
- Madre –Carraspeó echándole una ojeada asesina a su novia-. Camila me estaba ayudando a elegir algo para ponerme esta noche.
- Oh, te ayudaremos luego. Ahora bajen que la cena no se hará por sí sola –Sonrió y antes de marcharse, plantó un beso en la cabeza de su hija-. Feliz Noche Buena, niñas. ¡Estoy muy emocionada! –Aplaudió notándose muy contenta y finalmente desapareció de la escena.
Lauren enarcó una ceja, algo divertida.
- ¿Y a qué vino ese abrazo?
- Solo... ¡Estoy feliz! –Sonrió ampliamente y besó en los labios a su chica.
- ¡Vaya! Parece que el efecto navideño les pegó a todos mal en la cabeza –Rió con picardía.
- Queridaaaaa, ¿Quién no estaría emocionado un día como hoy? –Puso su mejor cara de ternura para que la morocha cediera ante el encanto.
