Un fantasma vs Un dragón.[Dekukatsu/Kiribaku]

Quinto.

***
Tras su abrazo, se separaron y Kirishima propuso lo siguiente:

—Ya que somos novios, ¿por qué no tenemos una cita?

—Vale. ¿Adónde vamos?—Preguntó Katsuki.

—Mmm... No sé, he pensado que podríamos dar un paseo, tal vez veamos un lugar en el que nos apetezca estar.

—Me parece bien, ¿tú qué piensas, Izuku? ¿Tienes en mente algún lugar?—Le preguntó el rubio cenizo.

El fantasma lo miró sonrojado y sorprendido.

—Kacchan... ¿M-me has llamado por mi nombre?

—Claro, eres mi novio.

Deku se emocionó y se acercó al rubio cenizo para darle muchos besos.

—Gracias, Kacchan. Te quiero, te quiero.

Eijirou no les interrumpió y esperó para decirle al licántropo:

—Katsuki, ¿a mí también me llamarás por mi nombre?

—¡Obvio!

El pelirrojo se puso feliz y le dio un beso.

—¡Gracias, Katsu!

Sus novios estaban siendo demasiado pegajosos con él, así que se hartó y les gritó:

—¡Basta! ¡Demasiado cursis!

Se apartaron y se disculparon con él.

—Lo sentimos, creo que nos emocionamos demasiado.—Dijo el pelirrojo riéndose nerviosamente.

—Sí, perdón.

—Tks, como sea. Vámonos.

—¡Sí!—Exclamaron ambos emocionados.

Emprendieron su camino y poco a poco se fueron alejando del lugar para dirigirse al pueblo.

***
Cuando llegaron al pueblo, notaron el ambiente festivo que había. Había muchos puestos, chicas hermosas que bailaban y también gente que tocaba algún instrumento.

Recorrieron el mercado y pudieron ver una gran variedad de productos.

Aunque hubo uno que llamó la atención de los chicos y ese era un puesto en el que había carne a la brasa.

—¡Vamos allí!—Exclamaron a la vez.

Los novios corrieron hacia el puesto y pidieron las porciones de carne que quisieron.

Katsuki se decantó por unas brochetas de ternera, Eijirou por un codillo de cerdo e Izuku por unas alas de pollo.

—¡Delicioso!—¿Quieres probar, Katsuki?

El susodicho miró el codillo que su novio le ofrecía y le dio un mordisco.

—¿Qué te parece, te gusta?

—No está mal. ¿Quieres probar de mis brochetas?

—¡Sí!

Kirishima tomó un trozo de carne y lo saboreó gustosamente.

—¡Está rica!

El de cabellos verdes los observó y sintió un poco de celos.

"Yo también quiero ofrecerle comida a Kacchan."

Sin embargo, cuando iba a ofrecerle, el licántropo se le adelantó.

—¿Quieres!

—Sí, ¿quieres probar?

—¡Sí! ¿Quieres probar de lo mío?

—Sí.

Cada uno probó del otro y a los dos les gustó lo que comieron.