Un fantasma vs Un dragón.[Dekukatsu/Kiribaku]

Cuadragésimo octavo.

***

A una distancia no demasiado extensa, Shinsou acechaba a Katsuki obsesivamente; pues no había podido olvidar el olor de sus feromonas.

"Esto es culpa suya, por estar en celo y no quedarse en su casa."

Continúo yendo tras el rubio cenizo, el cual parecía no darse cuenta.

"Ese idiota está todavía detrás de mí, ¿cuál es su maldito problema?"

Katsuki quería perder de vista al de cabello índigo, así que se le ocurrió tomar un atajo que vio de casualidad procurando no ser detectado por el otro.

Su plan resultó exitoso, pues no percibía cerca el olor de Hitoshi.

"¡Lo conseguí!"

Finalmente Bakugou pudo alejar a su compañero de él, cosa que le facilitó concentrarse en la prueba.

Bakugou se dedicó a buscar a presas a las que caza. Siendo capaz de atrapar unas aves al estar más tranquilo sin otro persiguiéndolo.

Su prueba estaba yendo bien hasta que se topó con Awase, los dos se miraron fijamente, interpretando la situación como una forma de amenaza.

"Si este imbécil quiere pelea, la tendrá."—Pensó Katsuki.

Ambos soltaron sus presas a un lado e iniciaron una pelea entre ellos. El licántropo de cabello negro fue el primero en atacar y el rubio cenizo no titubeó a la hora de defenderse.

"¡No voy a perder, ni contra él ni con nadie."

***

Eijirou volaba entre los árboles sin chocarse con ningún árbol y estando de los primeros de su clase.

"¡Obtendré una buena nota por esto!"—Pensó muy contento.

El dragón iba adelantando a todos los que podía hasta que una piedra impactó con una de sus alas, lo que lo hirió y de poco hizo que se cayera.

Kirishima intentó buscar al culpable moviendo su cabeza en todas las direcciones posibles y, en cuanto su mirada se cruzó con la de Tetsutetsu, supo que había sido él.

—¡¿Por qué me has tirado una piedra?!—¡Podrías haberme matado!

—¡Yo no he sido!—¿Cómo podría ser yo capaz de hacer tal cosa?

—¡Porque eres el único de la clase capaz de hacer eso!—¡Además de que estás dolido desde que inicié mi relación con Katsuki e Izuku!

El dragón plateado no pudo soportar la ira que le provocaban las palabras del pelirrojo y le gritó:

—¡Basta! ¡No seguiré escuchando las palabras del dragón más patético de todos!—¡Prepárate!

Tetsutetsu se puso en posición de ataque y Eijirou no tuvo otra alternativa que volar más rápido para que su pelea no se diera entre los árboles.

"Luchar aquí es peligroso, haré que me siga a otro lado."

Entonces se empezó a alejar de su acosador y éste cayó en la trampa.

—¡No permitiré que huyas!—Exclamó volando tras él.

***

A pesar de que Katsuki y Eijirou estaban pasando por dificultades en sus pruebas, Izuku no se encontraba en una situación crítica en aquellos momentos; aunque tenía bastante trabajo en aquel momento.

—¡Aquí tiene, sus pastillas!—Y recuerde tomarse dos cada ocho horas, ¿de acuerdo?

—De acuerdo, gracias joven.—Dijo una señora para luego salir de la farmacia.

Después atendió a más gente hasta que finalmente la farmacia se quedó vacía.

"Menos mal, podré seguir con lo que estaba haciendo antes."—Pensó volviendo al almacén.

Sin embargo, su paz no duró demasiado porque Mei apareció para hablarle una vez más.

"Esta vez haré que Midoriya-chan caiga a mis pies."—Pensó sonriendo mientras lleva un par de vasos de té en cada mano.

—Midoriya, ¿no quieres hacer un descanso?—He traído té.

—Gracias, Hatsume.—Déjalo en al lado del fregadero.—Dijo sin mirarla.

—Vale, te espero para tomarlo juntos.—Dijo apoyándose en la pared que estaba frente al chico de cabellos verdes.

Minutos después, el pecoso decidió que bebería el té, pues necesitaba un descanso.

—¿De qué es el té?—Tiene un olor peculiar.

—Oh, son hierbas exóticas que no se encuentran aquí.—Me las regaló una amiga que volvió hace poco de viaje.—Mintió.

"En realidad son hierbas afrodisíacas pero bueno, es sólo un pequeño detalle."—Pensó sonriendo.

Entre tanto, Izuku, ajeno a los planes de su empleada, le dio un sorbo al té y comenzó a sentirse raro.

—¿Q-Qué lleva este té?—Me siento... raro...

Mei no dejó de sonreír y le respondió:

—Vaya, el afrodisíaco te ha hecho efecto más pronto de lo esperado pero eso es bueno.—Dijo comenzando a desnudarse.

—¡N-no! ¡No te acerques!

—¿Por qué no?—Sólo quiero hacerte sentir bien~

Ahora sí que estaba entre la espada y la pared, mas debía hacer algo para zafarse de esa delicada situación.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!