Un fantasma vs Un dragón.[Dekukatsu/Kiribaku]

Vigésimo octavo.

***

Los días consecutivos fueron más tranquilos y pudieron llegar a la Tierra de los Buntuvu el día previsto.

—¡Por fin!—¡Estaba jodidamente harto!—Exclamó Katsuki al poner los pies en la tierra.

—Sí. Menos mal que pudimos llegar aquí a pesar de las inclemencias del tiempo.—Dijo el pecoso.—Ahora estoy deseando que llegue la noche para poder llevar a cabo el ritual.

—¡Desde luego!—Dijo Eijirou uniéndose a la conversación.—Aún quedan horas hasta que llegue la hora del ritual, ¿qué os parece si exploramos el lugar?—Sugirió Eijirou.

Katsuki e Izuku estuvieron de acuerdo e iniciaron el recorrido junto con el dragón.

Por el camino detectaron un olor bastante agradable a flores. Tenía cierto toque exótico, pues había matices de plantas que desconocían.

—Huele muy bien.—Curioso para un lugar al que suelen acudir brujas.—Comentó el pelirrojo.

En ese momento, Midoriya sintió curiosidad por lo que decía el dragón y decidió preguntarle:

—¿Por qué lo dices? ¿Qué pasa con las brujas?

—Ellas suelen tener adheridos olores muy fuertes a su ropa debido a que están expuestas a pociones que pueden contener ingredientes bastante pintorescos.

—Oh, así que era eso... Creí que lo decías porque considerabas que tenían mala higiene o algo así.—Dijo para luego reírse un poco.

—No, no. Ellas no son poco higiénicas pero ciertas cosas que llevan sus poción, desprenden un olor nauseabundo.

—¿Cómo qué?

—Entrañas de animales.

—Cierto. Ellas pueden ser bastante peculiares a la hora de elegir ingredientes en sus pócimas.

A Bakugou no le interesaba en exceso su conversación, así que centró su atención en el entorno.

"Quiero ver más. Les avisaré de que quiero ir solo."

—Ei, Izuku, me iré a explorar por mi cuenta.

Sus novios se voltearon sorprendidos y el fantasma le preguntó:

—¿Eh? ¿Por qué quieres ir solo, Kacchan?

—Por ninguna razón especial, solamente quiero ir por mi cuenta.

—Pero... ¿No será peligroso?—Cuestionó Eijirou.—Lo digo porque no conoces esta zona, ¿cierto?

—Tengo buen olfato, sé defenderme y me oriento bien. Así que no habrá problema.

Ninguno de los dos parecía convencido, mas decidieron darle un voto de confianza.

—Está bien, pero ten cuidado, Katsuki.

—No te preocupes, sé cuidarme.

—Vale, nos vemos luego en este mismo punto.—Dijo Kirishima.

—De acuerdo.

Dicho esto, procedió a convenirse en lobo y se marchó dejando solos al fantasma y al dragón.

"Por primera vez estaremos Eijirou y yo solos. Tal vez deberíamos aprovechar para llevarnos mejor."

Estuvieron callados durante bastante rato, pues no sabían ni qué decirse. Tampoco es que  tuvieran mucho de qué hablar después de todo.

***
Por otra parte, el licántropo se movía por la zona siguiendo los olores que lo volvían loco.

"Hay muchos olores nuevos por aquí."

Bakugou miraba a su alrededor y fue consciente de que apenas había pájaros por la zona pero sí insectos.

"Es raro que no haya aves por aquí con tanto insecto."

Siguió olisqueando por la zona hasta que llegó a un camino en cuyo final había una modesta casa que parecía deshabitada, aunque podría ser una trampa o que quien fuera que habitase en ella; simplemente se hubiera ido de viaje.

"Esa casa me parece extraña, es como si no tuviera que estar ahí. Creo que la exploraré."

Sabía que debía llevar cuidado, así que avanzó cauteloso hacia ella.

Cuando llegó a la puerta de la casa, decidió olisquear antes de entrar y así evitar encontrarse con alguien de manera inesperada.

—Parece que no hay nadie aquí.—Dijo para sí mismo.

Volvió a su forma humana y abrió la puerta con cautela. Primero asomó la cabeza y no vio a nadie, así que avanzó por la casa. Primero se topó con la cocina, de la cual emergía un olor a podrido.

—¿De dónde sale ese maldito olor?

Buscó con la mirada a su alrededor y pudo ver que había una pequeña olla, se acercó para comprobar sus sospechas: Que el olor provenía de esa olla.

—Ugh, no quiero ni saber qué hay aquí.

Decidió que lo mejor era alejarse de la cocina y curiosear otras estancias. Todo iba bien hasta que sintió un golpe en su nuca.

"¿Qué mierda...?"

Ni siquiera le dio tiempo a reaccionar y cayó inconsciente.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!