Sexagésimo.

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***
Ambos observaron los anillos con la idea de adquirir uno que tuviera la piedra rubí, sin embargo, Eijirou vio un anillo de oro que tenía una calcita color naranja.

—¡Izuku, mira este anillo!

El mencionado se acercó y observó dicho anillo.

—¿Qué te parece?—Yo creo que es adecuado para Katsuki.

—Yo también lo creo. ¿Cuál es su precio, Aoyama-kun?

El rubio agarró el anillo y respondió:

—Cuesta 20000 yenes por se mon ami.

Midoriya abrió los ojos de par en par y dijo:

—¿En serio?—Pero este anillo es...

—Sí, de los más caros que tengo y con  un precio superior al que te he dicho pero me has ayudado mucho en este tiempo aconsejándome para poder prosperar.—Dijo con una amplia sonrisa.

Izuku se emocionó y abrazó a Yuga.

—¡Muchas gracias, Aoyama-kun!

—No es nada, para eso están los amigos.

Entonces aoyama guardó el anillo en una caja naranja aterciopelada adornada con un lazo color vainilla y se la entregó a los chicos.

—Yo pagaré la mitad, Izuku.—Dijo el dragón decidido.

—No es necesario, Eijirou.—Yo puedo pagar al completo el anillo.

—Lo sé pero, si lo haces; sentiría que ese anillo no se lo estaría ofreciendo yo. Sería como si solamente tú le estuvieras pidiendo matrimonio.

El exfantasma comprendió lo que Kirishima decirle y no objetó nada.

—Lo entiendo.

Los dos pagaron su parte y se marcharon tras agradecerle una vez más a Yuga por su gran gesto.

—Ahora debemos organizar la pedida de mano a Kacchan.

—¡Sí!

Entonces ambos se dedicaron largo y tendido a planear todo para que saliera a pedir de boca.

***

Horas después, llegó la noche y todo estaba listo para que los tres pudieran cenar.

Primeramente, convencieron al licántropo para que fuera a cenar con ellos al bosque para celebrar el aniversario.

Eijirou los esperaría en el lugar en el que iban a cenar, pues no podían dejar la comida sin vigilancia en el bosque.

Entre tanto, cuando Izuku y Katsuki estuvieran al inicio del bosque; el exfantasma vendaría los ojos del rubio cenizo.

—¿Está muy lejos el sitio, Izuku?—Preguntó agarrando la mano de su amado.

—No, Kacchan. Enseguida llegamos.

Anduvieron durante un rato hasta que llegaron al lugar.

—Ya hemos llegado, Kacchan.—Dijo poniéndose detrás del rubio cenizo para quitarle la venda.

Cuando Bakugou tuvo descubiertos los ojos vio a Eijirou y una mesa redonda de madera adornada con un mantel blanco, con unas servilletas de tela beige y un par de velas con aroma a lavanda. Sobre la mesa había platos de  color dorado y unas bandejas de comida que se encontraban cubiertas.

—Joder... ¿Somos ricos y no me he enterado?

—Jajaja. No, Katsuki. Esto es algo especial que hemos preparado Izuku y yo para celebrar nuestro aniversario.—¿Te gusta?

—Sí. Me gusta.—Pero quiero saber: Lo que hay en las bandejas, ¿es comestible?

—¡Claro que sí, Kacchan!—Prueba la cena y lo verás.

—Está bien, probaremos la cena.

Los tres se sentaron y las bandejas fueron destapatas, descubriendo curry, bolitas de arroz, bolitas de pulpo y brochetas de carne.

Todo se veía delicioso y olía de la misma manera.

Cuando empezaron a degustar todo y Bakugou parecía satisfecho con la cena.

—Está delicioso. ¿La habéis hecho vosotros?

Sus novios asintieron y él sonrió.

—Es bueno saber que vosotros también podréis cocinar cuando vivamos juntos.

El pelirrojo y el pecoso se miraron con complicidad, pues ellos tenían preparada la propuesta de matrimonio cuando fuera el final de la cena.

***

Cuando por fin terminaron de cenar, Izuku le pidió lo siguiente al rubio cenizo:

—Kacchan, ¿puedes darte la vuelta?

—¿Por qué?

—Porque tenemos una sorpresa para ti.—Dijo el dragón.

A Bakugou le daba curiosidad, así que se dio la vuelta.

"¿Qué tendrán planeado?"

Los dos chicos se arrodillaron en el suelo y Midoriya sacó la caja del bolsillo de su pantalón.

Después la abrieron y cada uno puso una mano bajo la pequeña caja y Eijirou dijo:

—Ya puedes darte la vuelta, Katsuki.

El licántropo se dio la vuelta y vio a sus novios arrodillados con una caja que contenía un anillo.

—Katsuki/Kacchan, ¿te casarías con nosotros?

Por unos instantes, se quedó perplejo, pues no esperaba una propuesta de matrimonio.

Sus novios lo miraron con expectación esperando su respuesta y el susodicho respondió:

—Realmente no esperaba esto pero mi respuesta es...: ¡Obviamente, bastardos!

Ellos se alegraron mucho y le pusieron el anillo.

—Gracias, Kacchan.—No te arrepentirás.

—¡Seremos los mejores esposos del mundo!

Katsuki sonrió con ternura y les dio un beso a cada uno.

—Os quiero, idiotas.—Dijo abarcándolos en un abrazo grupal.

Un año más tarde, los tres se casarían y serían felices por siempre.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí esta historia!

¡Espero que os haya gustado!






Un fantasma vs Un dragón.[Dekukatsu/Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora