Trigésimo segundo.

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***
Por fin su viaje acabó y volvieron a su tierra natal.

Todos estaban felices de verlos y de que se había conseguido que Izuku obtuviera su cuerpo físico definitivo.

—¡Me alegro por ti, Deku-kun!—Le dijo Ochako.

—¡Gracias, Uraraka-san!

También se acercaron a ellos los padres de Bakugou y Kirishima para felicitarlo por su éxito.

"Creo que les caigo bien a mis suegros, ¡menos mal!"

—¡Muchas, gracias!—Pero esto no hubiera podido ser posible si Kacchan y Eijirou no me hubieran acompañado, ellos han sido un gran apoyo para mí.—Aseguró mirando a sus novios tiernamente.

Éstos le miraron de la misma manera y Kirishima contestó:

—Eso es verdad pero tú también fuiste valiente para arriesgarte y dar el paso.

—Sí, no te quites mérito, Izuku.

El pecoso les sonrió felizmente.

—¡Gracias!-Aprecio vuestras palabras.

Tras el recibimiento, Midoriya anunció que volvería a su casa para informarle a Yagi de su vuelta y del satisfactorio resultado de su viaje.

—Está bien, dale recuerdos de nuestra parte. Hace días que no lo hemos visto.—Dijo Mitsuki.

—Eso es que debe haber estado ocupado pero ahora le daré recuerdos de su parte, Mitsuki-san, Masaru-san.

Los adultos le sonrieron y se despidieron de él.

-Izuku, ¿quieres que te acompañemos?-Le preguntó Katsuki.

-No es necesario, Kacchan.-¡Nos vemos mañana!

Entonces le dio un beso y a Eijirou un apretón de manos. Luego marchó a su hogar a toda prisa, preocupado por Toshinori, al que consideraba como un padre.

***

Midoriya corrió tanto como sus piernas le permitían para llegar al castillo y comprobar que el rubio seguía allí, como siempre.

"Ya estoy llegando."—Pensó durante los últimos metros antes de alcanzar la puerta.

Segundos después, abrió la puerta y buscó a Yagi.

—¡Toshinori-san! ¡Toshinori-san!—Gritó llamándolo por todo el castillo.

Aguardó unos pocos segundos esperando una respuesta que no llegaba.

"¿Será que ha salido?"

Entonces fue al salón. No estaba allí, ni en el comedor, ni en la cocina.

"Debe estar en su dormitorio."

El de cabellos verdes se dirigió al cuarto del mayor y, temblando, llamó a la puerta.

—¿T-Toshinori-san? ¿Estás aquí?

Una vez más, no recibió ni una respuesta.

"Supongo que tendré que entrar."

Se armó de valor y agarró el pomo para abrir la puerta.

—T-Toshinori-san... ¡Señor Toshinori!—Gritó al verlo tendido en la cama.

Asustado, se acercó a toda prisa a él y, al rozar una de las manos del rubio con las suyas; sintió que estaban frías.

—N-no... No puede ser...

Intentó tomarle el pulso mas no lo halló. Yagi había muerto.

—¡Toshinori-san...!—Gritó dolorosamente rompiendo a llorar.

Izuku, sosteniendo una de las manos de Toshinori; lloraba sin control.

—Toshinori-san... ¿Por qué...?

El joven se sentía muy mal, pues debido a su viaje, no había podido estar con él en sus últimos momentos.

—Lo siento, Toshinori...—No estuve cuando... más me necesitabas...—Murmuró para seguir llorando sin soltar las manos de éste.

No había consuelo para el pobre muchacho que no sabía que sería de él.

"No comprendo cómo ha pasado esto, se suponía que no moriría hasta dentro de diez años."

Tras un rato largo llorando, soltó las manos del rubio, dejándolas delicadamente sobre el colchón. 

Cuando alzó su mirada para comprobar que no hubiera nada extraño por el dormitorio y, en la mesita de noche, halló un pequeño sobre. 

"Seguro que es importante."

Acto seguido, fue a por el sobre y lo abrió para leer lo siguiente:

Para mi apreciado joven Midoriya:

Tal vez para cuando leas esto ya habré fallecido y seguro que estarás muy triste cuando la tengas entre tus manos pero necesito que prestes mucha atención a lo que voy a decirte aquí.

Seguro que una de tus primeras emociones ha sido la culpabilidad por no haber podido estar a mi lado por irte de viaje pero no deberías sentirte así porque, una de las razones por las que no te dije y por la que debías irte es porque sabía que iba a morir pronto y que, sin estar yo, no hubieras podido preparar las pociones que necesitabas; pues las brujas, los brujos y los magos somos los únicos que podemos hacerlas debido a nuestro gran maná y conocimientos sobre plantas mágicas.

También quiero disculparme contigo por haberte mentido con respecto a mi esperanza de vida pero lo hice para no preocuparte más de lo necesario. Lo siento mucho, no quería engañarte ni hacerte daño.

Otra cosa que quería decirte es que, otra razón por la que debías ir a la Tierra de los Buntuvu era porque, si no hubieras ido, en poco tiempo tu existencia iba a desaparecer de ese mundo y eres un joven muy bueno y con un futuro prometedor. Así que no podía dejar que eso sucediera. Yo quiero que seas feliz y disfrutes de la vida y la fortuna que te dejo en herencia. Ahora, todo lo que ha sido mío, pasa a ser tuyo.

Espero que puedas disfrutar de la vida junto a gente que te quiere y aprecia.

Fue un placer vivir contigo todos estos años. 

Mucha suerte. Te deseo una larga y próspera vida.

Hasta siempre, Yagi Toshinori.

Al terminar de leer aquella carta, se sintió muy conmovido. Llorando por las palabras que Yagi le había dedicado.

 —Hasta siempre, Toshinori-san...

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!




Un fantasma vs Un dragón.[Dekukatsu/Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora