Un fantasma vs Un dragón.[Dekukatsu/Kiribaku]

Decimosexto.

***
Eijirou comenzó lamer el cuello de Katsuki mientras que Izuku, que estaba sentado tras el rubio cenizo; acariciaba el torso de éste.

—Aah... Mmm...—Gemía Bakugou ante las atenciones que recibía por parte de sus novios.

Los chicos disfrutaban al ver que el licántropo respondía positivamente.

—Se siente bien, ¿verdad, Katsuki?

—Mng... S-sí, ah...

Bakugou se sentía cada vez más excitado y tuvo ganas de besar a sus novios.

Primero a Kirishima, al cual tenía frente a él; y luego a Midoriya.

—Mng... M-más...

Más tarde cambiaron de táctica y bajaron los pantalones, a parte de la ropa interior; de Katsuki.

—Ahora te vamos a dar algo mejor, Kacchan.

—¿E-el qué?

—Ahora lo verás~—Dijo el dragón dirigiendo una de sus manos hacia la virilidad de su amado.

En cambio, el pecoso se encargó de la parte trasera del más alto.

—¡Aah...! ¡Sí! ¡Más, más!

Katsuki estaba siendo masturbado doblemente, provocando un placer intenso en su cuerpo.

—Mmm... Ah... Aaaah...

"Me estoy volviendo loco."—Pensó Bakugou incapaz de pronunciar palabra.

Cada vez soltaba más gemidos de placer hasta el punto de sentir que iba a desmayarse.

—Aah, aaah, creo que algo va...

El fantasma y el dragón entendieron que se refería a que iba a alcanzar el orgasmo, así que intensificaron el ritmo de la masturbación.

—¡Ah...!—Exclamó logrando el punto más álgido de placer.

—Vaya, parece que lo has disfrutado mucho~—Comentó Kirishima feliz yéndose a lavar las manos con la ayuda de un pequeño bote que contenía agua y jabón que Midoriya había traído consigo.

Izuku, el cual también había lavado sus manos; observaba muy contento a Bakugou.

—¿Qué tanto miras?—Cuestionó Katsuki.

—N-nada, sólo lo hermoso que te ves.

—Oh~—Así que ahora te pones coqueto.—Dijo acercándose al fantasma.

Midoriya se puso un poco nervioso al ver al otro acercándose a él, mas no se alejó.

—¿Q-qué vas a hacer?

—Esto.—Dijo comenzando a besar al de cabello verde para comenzar a aliviarlo con su mano.

—Aah... Kacchan...

El licántropo sonrió de manera traviesa y le preguntó:

—¿Qué pasa, Izuku? ¿Acaso no te gusta? ¿Quieres que pare?

—N-no pares, Kacchan. Me gusta... Se siente bien...

—Hump~—Entonces continuaré.

Kirishima se puso un poco celoso al ver que el rubio cenizo complacía al de ojos esmeralda, así que dijo:

—Qué malo eres, Katsuki.—Solamente lo atiendes a él y yo también necesito ayuda~

—Pues ven aquí y te atenderé~

Rápidamente, Eijirou se acercó y Bakugou comenzó a masturbarlo también.

—Aah, Katsuki...—Gimió el pelirrojo al sentir la mano del licántropo en su intimidad.

El licántropo estaba bastante feliz al ver a sus novios disfrutar pero sintió la necesidad de hacerlos acabar pronto, así decidió que los estimularía un poco más lamiendo sus cuellos, mordiéndolos, besándolos, etc.

—Ah, aah, Kacchaan~—Gimió Midoriya, siendo el primero en llegar al orgasmo.

Poco después, llegó el turno del dragón.

—¡Ah~! ¡Katsuki...!

Finalmente había logrado su objetivo, así que  agarró el bote de agua y jabón, que dejaron tirado por descuido;  que sus novios habían traído y se lavó las manos.

—Ha estado bien, ¿cierto~?—Dijo Bakugou volviendo junto a ellos.

—Sí. Ha estado bastante bien.—Dijo el de dientes afilados.

Katsuki se acurrucó entre ellos durante unos minutos hasta que recordó que tanto Kirishima como Midoriya debían irse a dormir cuanto antes y él continuar con sus guardias.

—Me encanta estar con vosotros pero ya es tarde, tenéis que volver a vuestras casas.—Dijo incorporándose.

Ambos muchachos lo miraron suplicantes, dándole a entender que no deseaban volver a sus casas.

"¿Por qué tienen que ser tan jodidamente tiernos?"—Pensó sintiéndose un poco culpable por decirles que debían marcharse.

—Yo tampoco quiero que os vayáis pero sabéis que es tarde y que debéis ir a descansar.

—Lo sabemos, pero nos preocupa que te quedes aquí sólo.—Dijo Izuku.

—No pasará nada.

Después se quedaron en silencio por unos segundos porque ambas partes se quedaron sin argumentos, sin embargo; Eijirou quiso decir algo más:

—Nos iremos si nos das un beso a cada uno.

—Je, pareces un niño mimado.—Dijo acercándose primero al dragón y luego al pecoso.

—¡Ya te has despedido correctamente de nosotros!—¡Hasta mañana, te amo!—Dijo Eijirou convirtiéndose en dragón para volver a su casa con mayor rapidez.

—¡Adiós, Kacchan!—¡Te amo!

—Y yo a vosotros. Hasta mañana.

Katsuki se quedó observando cómo se alejaban de él y luego volvió a su tarea de cuidar a su manada.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!