CAPÍTULO 23: DETALLES

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Disclaimer: Axis Powers Hetalia no me pertenece; el autor es Hidekaz Himaruya.

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A decir verdad, ni él mismo tenía la más remota idea de cómo habían terminado en esa situación. Hasta ese día había hecho todo lo humanamente posible para evitar algo semejante, pero, por lo visto, todo ese empeño fue en vano.

Tenía que admitir, sin embargo, que la forma en que se desenvolvieron los acontecimientos le permitía eludir toda responsabilidad. Él había hecho su parte al esquivarlo a lo largo de esos días, al fingir que no existía y no era su vecino sino un extraño cuya presencia parecía formar parte de una esfera totalmente ajena a la suya.

Él había cumplido, había hecho todo lo que le "correspondía" de un acuerdo que solo existía en su mente. Que Gilbert se haya aparecido frente a su puerta era algo que no contempló siquiera remotamente posible. Nadie podía culparlo.

Pero repetirse esto mismo internamente no parecía funcionar. Por el contrario, por mucho que se empeñara en aplacarlo, su corazón parecía querer salírsele del pecho en cuanto empezaba a desplegarse en su mente un escenario diferente de por qué estaba ahí.

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—¿Cómo así que hoy no puedes venir con nosotros? ¿No habíamos acordado salir en grupo esta tarde desde la semana pasada?

—Sí, pero esta es un asunto especial que no puedo posponer —explicó con calma y cierto pesar por fallar a su promesa, a la par que se acomodaba la boina y terminaba de atarse las agujetas—. Creo que si no lo hago hoy, ya no podré nunca, y no puedo perderme esta chance.

—¿Y de qué se trata exactamente?

Explicarlo le resultaba demasiado complicado. Tenía claro qué quería lograr y justamente con sus propósitos definidos había formulado su petición, pero no tenía muy claro aún como ejecutaría su plan. Por otra parte, no sabía si sería prudente deslizar un comentario al respecto frente a Lovino. Mientras terminaba de ajustarse la chaqueta frente al espejo de la casa y el chico lo miraba inquisitivo, de brazos cruzados y claramente ofendido debido a que aún no obtenía respuesta, evaluó qué le convenía contarle y qué no.

Analizándolo con cuidado, Lovino y su hermano eran muy cercanos a Ludwig, y este, obviamente, a Gilbert, razón por la cual no sería extraño que manejen al menos alguna información sobre el estirado ese con el que ahora vivía Emir. Claro que había notado que Ludwig no entablaba conversaciones particularmente extensas con Gilbert y eso le hizo dudar por un segundo, pero, pensándolo mejor, pese a la imagen que proyectaba, el chico no era tan ajeno a lo que acontecía a su alrededor como quería aparentar: bajo esa fachada de recato y prudencia disimulaba perfectamente que observaba y analizaba absolutamente todo.

Tal vez Ludwig no hablaba demasiado con Gilbert, pero definitivamente había prestado oído a cualquier conversación o cosa que se haya dicho en esa casa, y si el tema entre el tipo ese y Gilbert era realmente tan peliagudo como sospechaba, no le cabía duda de que en algún punto había oído siquiera algún comentario o manejaba al menos algo de información que le podría ser útil.

—Tenemos que hacer una visita a la familia Edelstein —soltó al fin, y sus ojos apuntaron en dirección a Lovino por medio del espejo, listo para medir cualquier reacción—. De hecho, le pedí a Gilbert ir a inicios de semana, pero me dijo que andaba ocupado. Yo sentí cierta reticencia y eso de estar ocupado me sonó a pretexto, así que le insistí lo suficiente hasta que aflojó. De todos modos vendrán mañana o pasado, ¿cierto?

Aún fingiendo que se acomodaba la ropa, notó por el reflejo que Feliciano se detenía abruptamente, como si oír algo de lo que dijo hubiera capturado su atención y ahora se acercaba con cierta preocupación infantil en la cara.

Sind wir freunde? (PruAus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora