Draco sabía que algo no estaba bien con él. Lo supo desde que comenzó a sentirse mareado por las mañanas y su magia fallaba extrañamente en algunos momentos del día dificultándole realizar algunas actividades en sus clases. Quiso atribuirlo al hecho de que luego de la batalla contra Voldemort regresar a Hogwarts para terminar su último año no fue tarea sencilla. Las miradas estaban puestas en los estudiantes de la casa de Slytherin y más sobre él. Muchos lo veían como un traidor al igual que sus padres, pero pocos sabían a todo lo que Lucius y Narcissa habían sacrificado para que él tuviera una nueva oportunidad.
Cuando recordaba eso Draco se sentía más culpable por el secreto que llevaba ocultándole a sus padres por casi un año. Suspiró mientras caminaba de un lado hacía otro en la sala de los Menesteres. Se mordió el labio inferior cuando sintió un nudo en el estómago mientras esperaba que Harry llegara. Draco sintió el miedo recorrer su cuerpo al pensar en qué sucedería si sus padres llegaban a descubrir que su único hijo había comenzado una relación con "el salvador del mundo mágico", estaba seguro de que Lucius no dudaría en desheredarlo y lo echaría de la mansión Malfoy como si de basura se tratara. Draco se sentó en uno de los sillones que estaban frente a la chimenea encendida y se cubrió el rostro con las manos. Nunca había sentido tanto miedo como en ese momento.
Draco sabía que sus malestares podrían tener alguna relación con aquella "capacidad especial" que tenían todos los magos sangre pura. Cuando se lo confesó a Harry la primera opción fue acudir a la enfermería, pero les aterraba que sus dudas fueran correctas, así que lo descartaron. Entonces Potter propuso realizar una posición, pero desecharon la idea en cuanto Draco le explicó que podía llegar a ser peligroso. Además, para realizarla necesitarían los ingredientes que se encontraban en el salón de posiciones y estaban seguros de que el profesor Snape lo descubriría en cuestión de segundos.
Así que Harry había decidido recurrir a su buena relación con el director Dumbledore para que le permitiera ausentarse y realizar un pequeño viaje al Mundo Muggle en busca de algo que los ayudara. Draco no sabía qué pretendía conseguir en ese lugar. Pero aceptó a regañadientes esperarlo hasta su regreso. Miró el reloj. Harry se había marchado hacía casi dos horas y él estaba al borde de la locura. Necesitaba saber si sus sospechas estaban en lo correcto o si sus malestares se debían a otros motivos. En lo más profundo de su corazón rogaba porque sólo fuera una falta alarma. Como si sus ruegos fueran escuchados la puerta de la sala se abrió y un agitado Harry entró. Draco se puso de pie de inmediato y se acercó a él.
—¿Conseguiste algo que nos ayude? —fue lo primero que preguntó y Potter asintió. Draco lo vio extenderle una pequeña bolsa y la tomó para luego abrirla y sacar el contenido. Enarcó una ceja al ver una caja rectangular de colores y un dibujo extraño en ella—. ¿Qué demonios es esto?
—Es una prueba de embarazo —le dijo—. En el Mundo Muggle las mujeres las usan para comprobar si estaban embarazadas o no —le explicó. Draco sintió que le subían los colores al rostro.
—¡Pero yo no soy una mujer! —gritó escandalizado—. ¿Cómo se supone que vaya a funcionar? —Para ese momento Draco tenía deseos de subir hasta la torre de astronomía y arrojarse al vacío.
—Lo sé, pero debería funcionar. No perdemos nada con intentarlo —le dijo mientras pasaba una mano entre sus cabellos alborotados. Estaba sudando por haber corrido hasta el lugar. Había pasado el momento más vergonzoso de su vida mientras compraba esa maldita cosa. La vendedora parecía haber sentido lástima de ver a alguien tan joven comprando algo así que amablemente le recomendó la mejor.
Draco suspiró, quizás Harry tenía razón, supuso que un embarazo era igual en todos independientemente de su género o si era mago o muggle. Asintió y abrió el envoltorio encontrándose con un pequeño rectángulo de plástico color blanco y azul en cuyo centro había una pequeña ventana transparente. Antes de cometer algún error leyeron las instrucciones. Malfoy enarcó una ceja cuando leyó que debía colocar unas gotas de su orina en ella, ¿qué demonios espera encontrar en su orina? Le parecía una completa estupidez.
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Secreto de 9 meses ♦Harco/Agosto mpreg♦
FanfictionHarry y Draco han estado saliendo durante el último año sin que nadie lo sepa. Todo marcha bien hasta que Draco descubre que está embarazo y todo su mundo y el de Harry cambia completamente. Aterrado por lo que pueda suceder deciden mantenerlo en se...