Día 25 - Cólicos

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Durante sus primeros tres meses de vida Scorpius era un niño que sólo lloraba cuando tenía hambre o bien cuando necesitaba un cambio de pañal. Draco y Harry estaban agradecidos de que fuera tan tranquilo y no diera problema alguno lo que les permitía continuar preparándose para sus próximos exámenes.

Pero en los últimos dos días esa tranquilidad se vio interrumpida por el cambio abrupto en el comportamiento de Scorpius, comenzó a llorar fuertemente sin motivo alguno y se negaba a que Draco intentara amamantarlo en los horarios ya normales, entonces decidió probar dándole la mamadera con fórmula para bebé pensando que quizás la suya ya lo había agotado, pero no fue así y obtuvo el mismo resultado.

—Draco, ¿qué sucede? —preguntó Harry entrando al cuarto de Scorpius.

—No lo sé, Scorpius no quiere beber su leche y no deja de llorar —respondió mientras mecía al bebé en sus brazos.

Las últimas noches no habían sido sencillas, pensaron que el comportamiento del bebé era normal, pero incluso Draco había comenzado a notar que Scorpius se sentía un poco más liviano en sus brazos. Como si el destino quisiera ayudarlos, escucharon la voz de Narcissa en la sala. Sin dudarlo salieron del cuarto del bebé hacía el lugar.

—Hola, chicos, ¿cómo están? —preguntó mientras se quitaba los guantes.

—Estamos bien, pero creemos que Scorpius no, pensamos en llevarlo con el medimago —comentó Draco. Narcissa se acercó a ellos de inmediato y tomó a su nieto en brazos.

—¿Qué sucede, pequeño? —susurró ella mientras tomaba una de sus pequeñas manitos. Scorpius frunció sus pequeños labios para luego comenzar a llorar con fuerza. De repente Narcissa volteó al bebé en sus brazos de manera tal que lo sostuvo boca abajo y comenzó a mecerlo con cuidado. En un principio Draco y Harry tuvieron miedo, pero luego recordaron que Narcissa ya era madre y sabía cómo sostener a un bebé. Entonces el llanto de Scorpius comenzó a disminuir hasta convertirse en débiles sollozos—. No tienen que preocuparse, Scorpius sólo tiene cólicos del lactante —les dijo. La pareja intercambió miradas.

—¿Qué es eso? —preguntó Harry.

—Nadie sabe realmente lo que es o porque sucede —les dijo—. Pero es normal en los niños pequeños —explicó.

—¿Qué debemos hacer? —fue el turno de Draco de preguntar.

—Realmente no hay ningún medicamento para calmarlos, pero pueden hacer algunas cosas que podrían ayudar —mientras Narcissa hablaba, Draco y Harry la escucharon con atención, se sintieron aliviado de que la estuviera en esos momentos en los cuales se sentían asustados por no saber lo que ocurría con su bebé.

—Mamá, ¿crees que nos podamos quedar en tu casa? Al menos hasta que Scorpius esté bien —le preguntó. Se sentiría más cómodo si ella estaba con ellos en esos momentos para ayudarlos. Narcissa sonrió, claramente feliz con la noticia.

—Por supuesto, no tienen ni que preguntarlo —le dijo.

Harry no esperaba que Draco le pidiera algo así a su madre, pero realmente se sintió tranquilo de estar con ellos en caso de que necesitarán más ayuda con Scorpius. Draco fue al cuarto de Scorpius y preparó algunas cosas mientras Harry colocaba sus pertenencias en uno de los baúles. Cuando todo estuvo listo fueron hacía la chimenea y desaparecieron entre las llamas de color verde.

***

Estando en la mansión Malfoy, Draco puso en práctica todo lo que su madre le había recomendado para calmar el llanto de Scorpius. Aunque el bebé seguía sin querer beber leche Draco se sentaba con él en la mecedora esperando que el movimiento sirviera, también solía pasar tiempo sentado en la alfombra de la sala con el bebé acostado boca abajo mientras le daba suaves masajes en la espalda. Cuando la noche llegó Draco observó a Scorpius en el centro de la cama mientras no dejaba de llorar.

—¿Por qué no deja de llorar? Ya hemos hecho todo lo humanamente posible —dijo Draco mientras acariciaba los escasos cabellos de un lloroso Scorpius.

—Supongo que para él tampoco debe ser sencillo, hemos tratado de alimentarlo y simplemente no quiere, tendremos que darle tiempo —respondió. Para ese momento ambos tenían ojeras marcadas bajo sus ojos y Draco bostezaba cada cinco segundos.

El fuerte llanto de Scorpius fue disminuyendo a medida que pasaban las horas y ambos padres ya no pudieron soportar el sueño y se quedaron profundamente dormidos con el niño entre ellos. Ni siquiera escucharon cuando la puerta del cuarto se abrió. Narcissa entró al cuarto sin hacer el más mínimo ruido y, luego de tomar a Scorpius en brazos cubrió a Draco y Harry con una manta para luego salir.

***

Cuando regresó a su cuarto Lucius la miró desde la cama y dejó el libro sobre la mesa de noche mientras enarcaba una ceja, claramente sorprendido por "el robo" cometido por su esposa.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó.

—Draco y Harry están muy cansados, sólo les estoy ayudando un poco —le respondió mientras con el bebé en brazos se acostaba en su lugar de la cama. Colocó a Scorpius boca abajo sobre una suave almohada que había dejado en sus piernas y, mientras le daba suaves golpecitos en la espalda comenzó a susurrar una suave canción de cuna que Lucius reconoció al instante porque había escuchado a Narcissa cantarla cuando Draco era un bebé. Lucius no pudo evitar sonreír y permaneció en silencio hasta que su esposa dejó de cantar.

Fue reconfortante cuando el bebé poco a poco comenzó a dejar de llorar y sus pequeños ojos se fueron cerrando hasta quedarse profundamente dormida. El matrimonio Malfoy sonrió y Lucius besó la frente de su esposa y luego la de su nieto. Con el cuidado que le otorgaban los años de madre, Narcissa colocó a Scorpius en el centro de la cama mientras ella velaba sus sueños. Alrededor de la una de la mañana los tres estaban profundamente dormidos.

***

¡Hola! este fue el día 25, un poco cortito pero espero les guste :D

Nos leemos mañana con el día 26 ;) 

Secreto de 9 meses ♦Harco/Agosto mpreg♦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora