Día 12 - Fugas de leche

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Draco contaba los días para que Scorpius finalmente estuviera en sus brazos. Tenía un calendario mágico en la sala de los menesteres en donde un pequeño bebé que revoloteaba alrededor tachaba cada día faltante antes de desaparecer. Las cosas entre sus familias estaban en calma. Sus padres y Sirius comenzaron a hablar como personas civilizadas y, aunque no iban a ser mejores amigos, comprendieron que Draco y Harry los necesitaban a todos. Quizás su tregua se debía a que Draco estaba a pocas semanas de dar a luz y el medimago Robert le había advertido que debía estar tranquilo para evitar que el parto se adelantara. Aún le aterraba saber que un bebé iba a salir de "ahí abajo". Se estremeció al recordar cuando el medimago le explicó muy gráficamente cómo se formaba el canal de parto en el caso de los hombres de sangre pura. Al comienzo le pareció una locura, pero cuando comenzó a tener algunos dolores y, luego se miró durante su baño comprobó que, efectivamente era como Robert había dicho.

No se lo había contado a Harry, era demasiado vergonzoso y él respetó su privacidad no haciendo preguntas. Draco tenía miedo, mucho más cuando los días pasaban y el tiempo se agotaba. Quería creer que todo saldría bien, que él sería lo suficientemente fuerte para dar a luz a su hijo. De otra manera deberían recurrir a una cesaría de emergencia tal y como el medimago le explicó. Suspiró para luego terminar de vestirse y, tomando su bolso salió para ir a su primera clase. Harry no se encontraba con él ya que sus amigos lo habían mandado a buscar. Pero prometió reunirse con él en su primera clase. Cuando llegó al Gran Comedor se sentó al lado de Pansy para luego servirse el desayuno.

—Estoy tan feliz de que Blaise regrese —comentó su amiga mientras tomaba un muffin. Draco sonrió.

—Yo también. Deberíamos organizar una fiesta para festejar su regreso —propuso Malfoy y de inmediato la mirada de Pansy se iluminó.

—Eso sería maravilloso, Draco —respondió.

Después de la guerra Blaise se había mudado con su madre, al ser menor de edad no podía ir en contra de ella. así que actualmente estaba finalizando sus estudios en la escuela mágica de Italia. Pero, debido a que estaba a poco tiempo de cumplir la mayoría de edad ya se había puesto en contacto con ellos para informarles que estaría de regreso. En una de sus tantas cartas Draco le confesó su estado y su amigo, lejos de molestarse le envió sus mejores deseos y aseguró que estaba impaciente por conocer al pequeño Potter. Draco realmente esperaba que pudiera llegar a Londres antes de dar a luz, sería bueno tenerlo a su lado. Granger y Weasley eran amables, pero no eran sus mejores amigos y él extrañaba todos los días a Blaise y su sentido del humor.

—Lo haremos, organizaremos algo que esté a la altura de nuestro amigo —prometió Draco y Pansy asintió. Su amiga continuó hablando mientras él la escuchaba con atención, pero de repente dejó de comer. Sintió como algo humedecía su camisa y, sin dudarlo se levantó rápidamente de su lugar.

—Draco, ¿estás bien? —preguntó Pansy preocupada. Malfoy asintió.

—Sí, sólo necesito ir al baño. Te veré en clases —antes de que su amiga pudiera decir algo más salió del lugar.

***

Caminó tan rápido como le era posible y, ante el miedo de que alguien lo viera decidió ir directamente a la sala común de Slytherin. Subió a su cuarto y se encerró. Rápidamente se deshizo de su túnica, chaleco y fue cuando lo vio. Su camisa blanca estaba mojada. Se la quitó y se observó delante del espejo. En los últimos meses había notado un leve aumento en su pecho, el medimago le explicó en su momento que se debía a que su cuerpo se estaba preparando para poder amamantar al bebé, pero que no debía preocuparse ya que su crecimiento sería leve y no le daría molestias. Comenzaba a pensar que ese hombre sólo le estaba mintiendo.

Claramente no estaba bien, había un líquido amarillento supurando por sus pezones. Era realmente asqueroso. Draco hizo aparecer unas vendas y con un floreo de su varita hizo que se enrollaran alrededor de su pecho apretando fuertemente para impedir que algo así volvería a ocurrir. Buscó una camisa nueva y, cuando se sintió preparado se marchó.

Cuando llegó al aula de pociones ya casi todos los estudiantes estaban en sus lugares. Harry le sonrió de su lugar y Draco le correspondió para luego caminar hacia él y tomar su lugar habitual.

—¿Cómo estás? —preguntó Harry—. Había pensado en buscarte ya que estabas retrasado —le dijo. Draco era muy puntual en sus clases y, usualmente solía llegar diez minutos antes.

—Estoy bien, sólo tenía ganas de ir al baño —le susurró sólo para que Harry pudiera escucharlo.

No pudieron seguir hablando ya que en ese momento Severus entró al salón para dar inicio a su clase. Draco se sintió incómodo todo el tiempo temiendo manchar las vendas y su camisa.

***

Habían pensado en que todo sería pasajero, pero no fue así. Draco comenzó a supurar aquel líquido casi todos los días y eso comenzó a asustarlo, así que no tuvo más opción que confesarle a Harry lo que estaba ocurriendo y ambos decidieron que lo mejor era hablar con el medimago. Ahora estaba frente al anciano que los miraba con una sonrisa y Draco no lograba descifrar si se estaba riendo de ellos o si su estado natural era de alegría.

—Nada malo está ocurriendo contigo, Draco —le dijo luego de que le explicara lo que le había estado ocurriendo los últimos días—. Sólo has tenido un par de fugas de leche, es muy normal en los embarazos. Se llama calostro, es muy habitual que ocurra a partir del segundo trimestre, aunque como en tu caso puede tardar un poco más en aparecer —explicó. Draco respiró con tranquilidad mientras se apoyaba en la silla y tocaba su vientre.

—Es bueno saber que todo está bien —respondió y el medimago asintió—. ¿Seguirá sucediendo? —preguntó.

—Es posible, pero no te preocupes. Recomendaría que no utilizaras las vendas, pero si tú te sientes más seguro así hazlo, aunque no las aprietes tanto —recomendó y Draco asintió—. Muy bien, entonces asegurémonos de que le bebé está bien ya que están aquí. —Sonrió mientras se levantaba de su lugar.

Veinte minutos después Harry y Draco regresaron sintiéndose tranquilos de que Scorpius crecía fuerte y sano y que lo suyo tan sólo era una fuga de leche, que él esperaba se detuviera pronto. No quería caminar por Hogwarts teniendo olor a leche. 

***

¡Hola! lamento publicar un poco tarde, pero tuve un día ocupado, aún así, espero que el día 12 les guste :D

Ahora, quiero informales sobre algo. Mañana no publicaré el día 13, esto se debe a que publicaré en un sólo capítulo lo que serían las palabras del día 13 y 14 que son "Contracciones" y "romper fuente". Así que volveré a publicar el domingo. Me dedicaré mañana a escribir algo que sea de su agrado. 

¡Así que nos leemos el domingo! ;)

Secreto de 9 meses ♦Harco/Agosto mpreg♦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora