Días 19 y 20 - Amamantar/Pañal

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Cuando Severus apareció en la oficina del director Albus lo recibió con una sonrisa y no dudó en cargar al pequeño Scorpius que se divertía tirando de la larga barba de Dumbledore, lejos de molestarse Dumbledore reía con alegría. Al parecer Scorpius no sólo había llegado al mundo para darle felicidad a sus padres, sino también a todos los que los rodeaban.

—Harry y Draco deberían estar aquí pronto —comentó Albus mientras caminaba por el lugar con Scorpius en brazos—. Su examen acaba de terminar, estoy seguro de que ambos lo hicieron bien —le dijo con seguridad mientras tomaba su varita y de ella salieron unas cuantas chispas que hicieron reír a Scorpius.

—Espero que así sea —respondió Severus sentándose en una de las sillas—. Potter aún quiere ser Auror y Draco desde niño dijo que deseaba ser posionista como yo. —Sonrió al recordar a su ahijado de tan sólo cinco años de edad corriendo hacia él con un pequeño caldero mientras repetía una y otra vez que de adulto sería tan bueno como él. Severus pensó que con los años cambiaría de opinión, pero no fue así, Draco estaba seguro de sus planes y Snape lo apoyaría siempre—. Draco necesitará un Extraordinario en Pociones y Potter en Defensa contra las artes oscuras —le recordó. Albus asintió.

—Estoy seguro de que lo lograrán. Draco siempre fue un buen estudiante y Harry realmente se esfuerza —dijo Dumbledore. Cuando se cansó de caminar se sentó en su sillón. Scorpius tomó el dedo de Albus y se lo llevó a la boca. El director rió divertido—. Creo que Scorpius tiene hambre. —Miró a Severus.

—Quizás debería ir por ellos —dijo Snape, pero no llegó a levantarse de su lugar cuando la puerta del despacho se abrió y Draco entró primero seguido por Harry. Lucían muy cansados, pero ambos sonrieron en cuanto vieron a su bebé.

—Lamento el retraso —se disculpó Draco mientras se acercaba al director y tomaba a su bebé en brazos—. Gracias por ir a buscarlo, padrino —agradeció mientras movía a su bebé de un lado hacía otro.

—No fue nada. Narcissa dejó a Scorpius al cuidado de Lucius y Black, cuando llegué estaba llorando, al parecer ninguno es bueno para tratar con un bebé —les explicó y Harry rió divertido.

Draco sonrió, hacía unos días su madre ya le había comentado que tenía planeado dejar a Lucius con Scorpius para que se relacionara un poco más con su nieto. Su padre no era un mal abuelo, todo lo contrario, a veces Draco lo veía hablarle al niño en su cuarto prometiéndole que, cuando fuera más grande le compraría su primera escoba y le enseñaría a usarla tal y como lo hizo con Draco. Había tenido miedo de que su padre no quisiera a su bebé por ser hijo de Harry, pero con el tiempo esos sentimientos fueron borrados. Su padre amaba a Scorpius y no había duda de eso.

Cuando Scorpius comenzó a llorar Draco supo que tenía hambre, así que se sentó en uno de los sillones del lugar y, con su varita hizo aparecer una pequeña manta de color azul. Como si los demás supieran lo que estaba por hacer, se voltearon hacía el otro lado mientras comenzaban a platicar, de esa manera le dieron privacidad. Draco se desabrochó la túnica y luego su camisa.

No pasó mucho tiempo antes de que Scorpius encontrará su pezón derecho y comenzó a succionar de él. Draco sonrió y se cubrió con la manta. Sabía que amamantar era algo natural y no había nada de qué avergonzarse, pero se sentía más cómodo si estaba cubierto. Al menos mientras estuviera en un lugar público lo seguiría haciendo. Cuando Scorpius estaba saciado, Draco lo apartó y, luego de abrocharse la ropa lo colocó sobre su hombro para darle unos suaves golpecitos en la espalda para que expulsara los gases.

—Creo que deberíamos volver a casa, tenemos una hora libre antes de la próxima clase y Scorpius está dormido —dijo mientras se acercaba a Harry quien no dudó en tomar en brazos a su bebé.

Secreto de 9 meses ♦Harco/Agosto mpreg♦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora