Secreto de 9 meses ♦Harco/Agosto mpreg♦

Día 24 - Cojín de lactancia

Desde que habían comenzado a salir Harry siempre deseó llevar a Draco al Mundo Muggle, quería mostrarle el lugar donde creció a pesar de que no tenía los mejores recuerdos era una parte de él que esperaba compartir con la persona que amaba. Cuando se lo planteó en el pasado Draco no había estado convencido de que fuera buena idea, además, estaban en guerra y debían ser cuidadosos, entonces prometieron volver a hablar cuando las cosas se calmaran.

Con el embarazo de Draco los planes nuevamente se pospusieron. Ahora que finalmente habían culminado sus estudios en Hogwarts Harry pensó que era la oportunidad perfecta para hacerle la propuesta. Además, Scorpius podía quedarse unas cuantas horas con sus abuelos ya que no estaba seguro si era buena idea llevarlo.

—Entonces, ¿qué te parece si vamos este sábado al Mundo Muggle? —preguntó mientras ambos estaban en la cama. Draco estaba amamantando a Scorpius cuando volteó a verlo.

—Bueno, hace mucho tiempo que quieres hacer ese viaje, supongo que podríamos —respondió—. Mamá estará feliz de tener a Scorpius para ella sola durante unas cuantas horas. —Sonrió. Pero de repente se inclinó demasiado el cuello y sintió un fuerte dolor que lo hizo morderse el labio.

—Draco, ¿qué sucede? —preguntó Potter alarmado.

—No es nada, sólo me duele el cuello y un poco la espalda —le dijo mientras movía de un lado hacía otro la cabeza—. Pero retomando tu idea del viaje estoy de acuerdo, incluso podríamos decirles a tus amigos y a los míos, quizás sea más divertido —le propuso y Harry asintió, no podía estar más de acuerdo.

Draco le sonrió y luego se levantó de la cama para mecer a Scorpius, cuando estaba dormido salió del cuarto y fue al del niño. Lo besó en la frente y finalmente lo dejó en su cuna.

***

Ron y Hermione estuvieron maravillados con la idea mientras Pansy y Blaise tenían mucha curiosidad, nunca habían estado en el Mundo Muggle y creían que sería interesante conocer cómo vivían las personas sin magia. Fue así que un sábado en la mañana Draco dejó a Scorpius con su madre y se despidió junto a Harry.

Cuando llegaron a Londres Muggle fue una sorpresa, Pansy y Blaise se sorprendieron con los automóviles y autobuses, en más de una ocasión tuvieron que salvarlos de ser atropellados cuando intentaron cruzar las calles sin prestar atención a los semáforos. Cuando un sujeto grosero insultó a Pansy por obstruir su camino en la acera ella intentó sacar su varita, lista para hechizarlo por su comportamiento, pero la detuvieron a tiempo antes de tener problemas.

Harry los llevó al zoológico en el que todo había comenzado y les contó la historia de cómo habló con una serpiente y luego la dejó libre. A Draco no le agradó ver tantos animales en cautiverio porque él se sintió como uno cuando Voldemort se apoderó de su casa, pero no dijo nada, no quería arruinar los planes de Harry. Draco estaba intentando alimentar a una jirafa cuando sintió un fuerte dolor en su espalda. Hermione, que estaba a su lado, volteó a verlo.

—Draco, ¿qué te sucede? —le preguntó.

—Me duele la espalda —le confesó—. Al principio sólo era el cuello, pero ahora la espalda también —le explicó y Hermione asintió.

—Dime algo, ¿tienes mala postura cuando alimentas a Scorpius o realizas otras actividades con él? —le preguntó. Draco lo pensó, realmente solía encorvarse mucho cuando le cambiaba los pañales, lo vestía y bañaba, pero lo hacía mucho más cuando lo amamantaba.

—Sí, Scorpius ya tiene tres meses, es más pesado y me cuesta un poco más sostenerlo y mantener una buena postura al mismo tiempo —le respondió y Granger asintió.

—Creo que sé lo que necesitas —le dijo sonriendo antes de buscar a Harry y decidir que era momento de marcharse para realizar algunas compras.

***

Esta vez fue Hermione quien lideró el camino y se sorprendieron cuando llegaron a un shopping. Pansy no ocultó su emoción y de inmediato comenzó a recorrer las tiendas fascinada con las prendas exhibidas en los escaparates. Hermione llevó a Draco hasta una tienda especializada en maternidad. Cuando una joven se les acercó Granger mintió que buscaban un cojín de lactancia para un obsequio, claramente no podían decir que era para Draco que no tenía idea de que se trataba.

La joven fue amable y los guió hasta el lugar en donde se encontraban los diferentes modelos y les explicó para qué y cómo se utilizaban. Draco se sorprendió al saber que eso ayudaría a mantener una mejor postura al momento de amamantar a Scorpius, los tocó y eran suaves al tacto. Luego de pensarlo compraron uno en forma de medialuna de color azul con pequeñas estrellas. Hermione fue quien pagó diciendo que se trataba de un regalo para luego salir de la tienda.

—Gracias, no sabía que existían estás cosas —dijo señalando la bolsa en su mano.

—Aquí son muy comunes, la mayoría de las madres los usan. Supongo que en el Mundo Mágico no es así. —Se encogió de hombros—. Nunca se me ocurrió regalarte uno, pero mejor tarde que nunca —bromeó y Draco rió. Continuaron su camino hasta encontrarse con los demás. El resto del día lo pasaron de un lado a otro conociendo los mejores lugares de Londres. Draco debió admitir que el Mundo Muggle tenía su encanto.

***

El cojín de lactancia se volvió el fiel compañero de Draco, ahora lo usaba siempre que alimentaba a Scorpius, debido a que ahora podían mantener una buena postura, la espalda baja y su cuello dejaron de doler, incluso podía sentarse en la alfombra de su casa sin problemas. Scorpius también parecía mucho más cómodo y eso fue suficiente para él.

Harry no dudó en comprar algunos más en caso de que alguno se estropeara o simplemente Draco quisiera cambiarlo. Tenía que darle las gracias a Hermione por su intervención, sin ella nunca se les hubiera ocurrido comprar uno. Harry sonrió apoyándose en la puerta de su cuarto cuando vio a Draco sentado en la cama con las piernas cruzadas y sobre ella el cojín de lactancia con su pequeño en brazos. Draco levantó la mirada y le sonrió. Harry finalmente se acercó a ellos y rodeó a su novio con uno de sus brazos mientras Draco alimentaba a Scorpius sobre un precioso cojín de color verde claro y pequeños dragones.

***

¡Hola! este fue el día 24, pensé que no llegaba a publicarlo, ¡pero lo hice! :D 

Nos leemos mañana con el día 25 ;)