Sin perder el tiempo Albus se marchó a su despacho para comunicarse con el medimago Robert, mientras Severus se encargaba de informales a los Malfoy lo que estaba ocurriendo. Harry le preguntó si podía hablar con su padrino. Snape no parecía feliz con hacer algo así, pero aceptó pensando que Potter también necesitaba el apoyo de un adulto.
Madame Pomfrey revisó los signos vitales de Draco, su ritmo cardiaco estaba elevando al igual que su presión arterial y eso podía ser peligroso. El estado de ánimo de Draco no era el mejor, cada vez que Harry intentaba tomarlo de la mano no se lo permitía y sólo se encogía en la cama y sollozaba de dolor mientras sujetaba su vientre con fuerza.
Las cosas parecían estar en su contra cuando Albus regresó anunciando que era imposible llevar a Draco a San Mungo, el lugar estaba completamente cerrado debido a que un paciente había ingresado con una extraña enfermedad y, temiendo que fuera contagiosa no estaban admitiendo nuevos pacientes. Por fortuna el medimago no se encontraba en servicio esa noche, así que le había prometido a Albus estar en Hogwarts tan pronto recogiera todo su equipo.
El alboroto comenzó cuando los padres de Draco y el padrino de Harry llegaron al igual. Narcissa rápidamente corrió hacía su hijo y se sentó a su lado. Con cariño apartó unos cuantos cabellos de su frente mientras le susurraba una y otra vez que todo estaría bien. Lucius comenzó a gritar cuando fue informado sobre la imposibilidad de que su hijo fuera trasladado a San Mungo. Entonces comenzó una batalla en donde todos creían tener la razón. Lucius proponía que Draco fuera llevado a la mansión Malfoy, mientras Sirius se negaba alegando que Grimmauld Place era mucho mejor. Harry intentó mediar entre ellos, pero nadie le prestó atención.
—¡Ya cállense! ¡maldita sea! —el grito de Draco hizo que todos guardaran silencio y voltearon a verlo—. N-no iré a ningún lugar, me quedaré aquí —les dijo mientras jadeaba debido a una nueva contracción—. Estoy seguro de que el director Dumbledore puede encargarse de que todo sea seguro. —Miró al hombre esperanzado y él asintió.
—Por supuesto. Me aseguraré de que nadie se acerque y te aseguro que ningún sonido saldrá de este lugar —prometió con una sonrisa.
—Pero Draco, estarás más cómodo en casa, podemos llamar al medimago de la familia —Narcissa intentó hacerlo cambiar de opinión.
—Ya tengo un medimago, madre —le recordó—. No quiero que nadie que no sea él se ocupe de todo esto. Y si tienen pensado continuar discutiendo es mejor que esperen afuera. —Fue lo último que dijo antes de acostarse mirando hacía la pared con los brazos alrededor del vientre. Se mordió el labio inferior cuando tuvo una nueva contracción e hizo todo lo posible para no llorar debido al dolor.
La tensión del lugar se podía cortar con un cuchillo. Cuando el medimago Robert llegó saludó a los presentes y fue directamente hacía Draco a quien le sonrió. nuevamente controló sus signos vitales los cuales efectivamente estaban elevados. Aun así, le prometió que todo estaría bien.
—Voy a revisar a Draco —anunció volteando a ver a todos—. Si fueran tan amables de retirarse —les dijo y sus palabras fueron más que una orden.
—No dejaré a mi hijo solo —se opuso Narcissa. Draco estaba listo para responder, pero Harry se adelantó.
—No lo estará, todos me han ignorado desde que llegaron, pero yo soy el padre de ese bebé y estaré con Draco hasta el final —les dijo mientras tomaba la mano de su novio—. Draco no se sentirá cómodo con todos aquí. Así que les pido por favor que esperen en el pasillo. —Desde el otro lado Severus le sonrió y Harry sintió como si su profesor estuviera orgulloso de él.
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Secreto de 9 meses ♦Harco/Agosto mpreg♦
FanfictionHarry y Draco han estado saliendo durante el último año sin que nadie lo sepa. Todo marcha bien hasta que Draco descubre que está embarazo y todo su mundo y el de Harry cambia completamente. Aterrado por lo que pueda suceder deciden mantenerlo en se...