Draco había tenido mucho miedo antes, pero nada se comparaba con lo que estaba sintiendo en ese momento. Todo había estado marchando bien. A pesar del frío un nuevo partido de Quidditch se estaba llevando a cabo entre Slytherin y Gryffindor. A pesar de que Draco llevaba tiempo saliendo con Harry y estaba esperando un bebé suyo no significaba que dejaba de apoyar a su casa, él realmente esperaba que ganaran. Extrañaba jugar, pero sabía que fue la mejor decisión que tomó ya que podría salir herido o peor aún, su bebé correría demasiado riesgo.
Sonrió cuando vio a Harry en su puesto y él le regresó el gesto levantando su mano para saludar, algo que Draco correspondió de manera discreta para luego ajustar un poco más su bufanda con la intención de protegerse del frío. Estaba seguro de que en ese momento su nariz estaba enrojecida al igual que sus orejas, pero estaba bien. El medimago Robert le había dicho que no había problema en que pasara tiempo fuera, aunque debía ser cuidadoso. A pesar de que su vientre continuaba creciendo nadie se percató de ese cambio en él ya que lo ocultaba a la perfección con un hechizo glamour.
Todo marchaba bien hasta que algo ocurrió. Un bludger había comenzado a perseguir a uno de los jugadores de Gryffindor y este, en un intento de perderla, había volado sobre la tribuna de Slytherin provocando que la bludger impactará entre las gradas de los estudiantes. Los gritos no se hicieron esperar mientras todos intentaban bajar las escaleras y ponerse a salvo. Los profesores de inmediato se levantaron en un intento por detener todo. Pero fue demasiado tarde. Draco se vio empujado entre sus compañeros, al llegar a los últimos escalones sus pies tastabillaron y cayó boca abajo. Un grito desgarrador salió de sus labios al sentir el fuerte dolor en su vientre. Por instinto llevó los brazos hacía la zona y la rodeó.
—¡Draco! —gritó Pansy alarmada mientras se agachaba a su altura. Draco no podía hablar—. ¡Necesito ayuda! —dijo ella con desesperación. Las miradas pronto se centraron en ellos. Algunos estudiantes comenzaron a acercarse para ayudar. Pero entonces Severus apareció en el lugar.
—Apártense. Yo me haré cargo —les ordenó con voz autoritaria. Bajo la atenta mirada de todos Severus se agachó y tomó en brazos a su ahijado.
Sin decir palabra alguna, Snape se abrió paso entre los estudiantes y caminó rápidamente hacía la enfermería. Draco se mordió el labio inferior para no gritar de dolor mientras sujetaba con fuerza su vientre. Necesitaba ayuda, no dejaba de pensar en su bebé y el miedo de perderlo. Ir a ese partido fue una mala idea, ahora su bebé estaba en peligro y todo era su culpa. Necesitaba a Harry, pero era imposible que fuera con él ya que eso sería extraño y comenzarían a dudar de su cercanía.
—Padrino..., madame Pomfrey lo descubrirá —susurró. Cada palabra fue dolorosa de pronunciar.
—Eso no importa ahora, Draco, necesitas ayuda —respondió Severus—. Ella no dirá nada, recuerda que es sanadora —le dijo. Draco sabía que su padrino tenía razón, necesitaban asegurarse de que el bebé estuviera bien. Estaba seguro de que el director Dumbledore hablaría con ella y evitaría que la noticia de su embarazo se filtrara más allá de las paredes de la enfermería.
***
Harry había corrido tan rápido como sus piernas se lo permitieron. Cuando vio la bludger impactarse entre las gradas de Slytherin lo único en que pudo pensar fue en Draco y su bebé. Esa mañana le había pedido que no fuera, que lo mejor era que se quedara descansando ya que Draco no dormía muy bien en las noches. Pero él se negó alegando que debía estar presente para animar a su casa. Harry ignoró los gritos de sus amigos, en ese momento no podía pensar en otra cosa que no fuera estar junto a Draco y su bebé.
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Secreto de 9 meses ♦Harco/Agosto mpreg♦
FanficHarry y Draco han estado saliendo durante el último año sin que nadie lo sepa. Todo marcha bien hasta que Draco descubre que está embarazo y todo su mundo y el de Harry cambia completamente. Aterrado por lo que pueda suceder deciden mantenerlo en se...