🌱Un poco de Vico 👊

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Hace 8 años.

Una pequeña niña de al menos 6 años lloraba escondida entre unos arbustos sin importarle el aire frío y húmedo, el suelo estaba algo lodoso debido a que la noche anterior hubo una fuerte tormenta pero a la pequeña no le importaba que ensuciar su pantaloncillo o resfriarse.

– Iik... Mama es tonta– lloró la pequeña de cabello castaño claro y liso que llegaba hasta sus hombros– Wuuu... Un día le daré una lección, ya vera– soltó un quejido mientras pasaba su puño por sus lágrimas para secarlas.

La niña abrió sus encantadores ojos marrones claros con tonos rojizos.

– ¡Aaah!– chilló asustada al encontrar a otra niña frente suyo mirándola fijamente.

– ¿Porqué lloras?– preguntó la pequeña niña de aparentemente 6 años agachándose a la altura de la otra niña.

– ¡TONTA! ¡ME ASUSTATE!– grito enojada la castaña y mirándola con enojo aunque sus lágrimas siguieron cayendo.

A la otra niña poco pareció molestarte porque se sentó junto a ella, vestía ropa de fotball y usaba una chaqueta con gorra la cual traía puesta.

– ¿Porqué lloras? ¿Tu mami te castigó?– preguntó curiosa la pequeña.

La ojimarron la miró molesta haciendo un pucherito tierno por lo entrometida que era la otra niña pero sinceramente necesitaba decirle algo a alguien, Kiki la ardilla siempre decía por la televisión que era cuando alguien estaba triste debía decirlo o acumularía tanta tristeza que explotaría.

– No, mi mami nunca me castiga– dijo bajando la cabeza mientras miraba sus zapatos enlodados– Y no puedo decirte nada porqué no te conozco.

Sintió algo cálido sobre ella que la hizo levantar la cabeza y darse cuenta que la otra niña se había quitado la chaqueta para dársela dejando ver su cabello azabache hasta los hombros totalmente desordenados y miró asombrada los bellísimos ojos verdes lima de la otra niña.

– Mi nombres es Bellota Matsubara, tengo 6 años y amo los deportes y la lucha ¿Y tu?– se presentó sonriente la ahora conocida como Bellota.

– ... Victoria Reynolds– se presentó la castaña abrazando más sus piernas.

– ¿Victoria? Vic, Vivi, Vicky, Tori, Ori, Ria, Via... ¡Vico!– sonrió Bellota alegre por el apodó que le llegó a la mente.

Victoria frunció el ceño por el apodó.

– Vico no, es Victoria, mi papi solo puede decirme Vicky– reprochó la castaña.

– Yo soy tu amiga ahora y te diré Vico– decidió Bellota segura de lo que decía mirándola firmemente a los ojos.

– Victoria.– dijo firmemente mirándola con los ojos entrecerrados.

– Vico– sonrió con ganas Bellota divertida.

– Victoria.

– Vico.

– Vic-toria.

– Vi-co.

– V-i-c-t-o-r-i-a.

– V-i-c-o.

– Bueno. Pues llámame como prefiera– bufó rendida a que Bellota la llame bien por su nombre– Entonces te llamare... Bella– sonrió triunfante al ver a la ojiverde lima fruncir el ceño.

– No. Bellota únicamente– advirtió.

– Okey... Beellaaa– dijo burlonamente Victoria disfrutando la vuejta de situación.

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