La Declaración

42.

Cómo conocí a tu...

(🌺🍂)

Todo comenzó a mediados de otoño. Era mi último año escolar por lo tanto tenía un rango mayor en mi escuela, sea lo que sea o la actividad que eligiera los menores debían respetarme... Pero no sucedía conmigo.

- ¡Vamos cerdito! ¡Dí "oing"!.

Mordí mis labios tragando mi rabia y abrazando mi comic de súper héroes. No sé que es más humillante; Que esos mocosos 2 años menores lo menosprecien o que el siendo de último año aún fuera un cobarde.

Siempre fuí alguien con unos kilos de más, mi madre era cocinera y siempre cocinaba delicias para mi con todo su corazón. Amaba comer ya que a diferencia de las personas, una comida deliciosa no tenía malicias o te dañaba.

Por mis kilos de más y fanatismo por los superhéroes era rechazado por mis compañeros o apartado. Solo veían a un chico regordete desagradable que leía mangas.

- Este tipo es tan divertido. Si se tratara de un superior real no me atreveria ¡Pero el no es un superior!.

- ¡Solo es superior en grasas!.

- Deberías ponerte en ayunos. Dicen que ayuda a deshacerse de las lonjas de grasa debajo de tu barbilla.

Los 3 chicos rieron burlones.

- ¡No me importa lo que digan! ¡La comida es lo mejor! ¡Ustedes, malvadas lacras, no quebraran mi voluntad!.- admito que en ese momento creí verme genial pero ahora me doy cuenta que fue muy penoso.

Uno de los chicos me empujó tomándome desprevenido y cayendo al suelo.

- ¡Oigan! ¡Déjenlo en paz!.

Cada vez que recuerdo ese momento, siempre lo recordaré como si se tratara de una voz melodiosa. Una chica de mi edad llegó al lugar donde estábamos, era simplemente una mujer hermosa, su cabello pelinaranja caía como cascada hasta su cintura, sus ojos eran un color anaranjado tan hermoso como raros y su rostro era simplemente precioso.

- ¿Quien eres tú?.

- Soy Yuki Mochiru, clase 5-A.- ella se acercó con las manos en su cintura y su ceño fruncido.

- ¡Iik! Oh oh

- Es una superior

- ¡Pfff! ¿Crees que me intimidas tu o tu rango? ¡Solo eres un estúpida con una apellido que suena a un dulce asque-...

Yuki le proporcionó un fuerte golpe que dejó inconsciente al chico y en shock a todos nosotros. Ella asintió orgullosa de lo que hizo y miró a los otros 2.

- ¿Ustedes también quieren meterse con la poderosa Yuki?.- tiro su cabello detraa de su hombro sonriendo con superioridad.

Ellos la miraron asustados, al ser una superior era obvio que podría acusar lo que hacían y el director no la reprenderia por educar a alumnos bandalos como ellos, tenían todas las de perder y ser golpeados. Tomaron a su amigo y salieron de allí a toda prisa, los mire con enojo irse mientras sacudia mi uniforme.

Yuki se acercó sonriendo con dulzura, una sonrisa simplemente adorable, se inclino delante de mi acercando un manga que se me cayó.

- Toma, Masaru-senpai, se te ha caído. Siendote sincera ¡También amo leer a Capitán Faithel!.- converso con entusiasmo sentándose a mi costado con gracia y confianza.

Yo la miré sin creer lo que sucedía. Una chica tan bonita como ella me había defendido y ahora se sentaba a mi lado conversando como si fuéramos conocidos de toda la vida.