La Declaración

34.

Cuando no le contestas a tu pareja.

(💚)

Bellota suspiro aliviada de finalmente tener tiempo de contestar las llamadas de su novio. Ese día su familia estuvo detrás suyo y no la dejaban tranquila, no quería contestar las llamadas o mensajes cerca de Mikel porque a veces no era del todo discreto.

Ahora que todos habían salido a observar que paso con los vecinos del de frente por fin podía responder las 9 llamadas perdidas.

— ¿Bellota?.

— Hola Butch, lamento no haber respondido, estaba ocupada— suspiró asegurándose de que su familia siga fuera.

— No, está bien. Aveces se me olvida que tú familia ahora es más grande y es difícil que tengas privacidad— Bellota se sonrojo por la suave risita, inconscientemente comenzó a jugar con un mechón de su cabello— Quería decirte que mañana tendremos una hora menos y pensaba en que saliéramos a comer unas hamburguesas ¿Vamos? O podemos ir ahora, te paso a buscar.

La azabache sonrió, definitivamente Butch era muy atento.

(🍃)

— Cielos, finalmente soy libre— suspiró aliviado saliendo de la sala de reuniones de la escuela mientras sacaba su teléfono y dándose cuenta que tenía 2 llamadas y varios mensajes de su ahora novia. Presionó para llamarla, ni tardo mucho en responder— Bellot—...

— ¡Butch! ¡La puta madre! ¡¿Porque no contestas, chucha?! ¡Creí que te había pasado algo!.

Butch tuvo que alejar un poco el teléfono, reviso si tenía el alta voz encendido pero nisiquiera tenia esa opción en su teléfono.

— Lo siento, tuve reunión con la junta escolar y no me dejaron contestar el teléfono.

— Que hijos de...

— Vocabulario— regaño.

— Ugh ¿Sabes? Estoy considerando no dejarte ir más a esas reuniones— la oyó bufar desde el otro lado de la línea.

— ¿Por?.

— Desde que me contaste que Viktor impedía que te reunieras conmigo el día de nuestra declaración y que siempre anda citandote, estoy empezando a sospechar que quiere probar de mi sopa de pimiento verde.

Butch casi choca contra una pared al escucharla.

— ¡Bellota!.

— ¡¿Que?! ¡Estoy en mi derecho a sacar conclusiones! Y esas reuniones me quitan tiempo contigo, nisiquiera agradecen tu ayuda. Patanes.

Butch suspiró divertido por esas suposiciones y siguió escuchando como insultaba a todos que alguna vez lo trataron mal, excepto a si misma. Nisiquiera era conciente de que su novia realmente planeaba no dejarlo ir a esas reuniones.

(🍦)

— Ey, lamento no haberte llamado Bombon. Salí a comprar algunas cosas con Boomer, también fuí a dejarlo a su clase de caligrafía y mi celular se quedó sin bate—...

— ¡MENTIROSO! ¡SEGURAMENTE SALISTE CON ESA NIÑA!.

— ¡Ya te dije que es un chico! ¡Y no salimos! ¡Es un kohai de mi clase de cocina!— se defendió bastante ofendido.

— ¡NO CAERÉ EN TUS MENTIRAS! ¡SE ACABO! ¡TU MENTIRA SE ACABO! ¡Y TE DIGO BASTA, BASTA, BASTA MENTIROSO! ¡CORAZÓN MENTIROSO!.

— Bombon, la recalcada chancleta de tu madre. Deja de cantar esa canción como si te hubiera sido infiel, solo no respondí la única puta llamada que me hiciste hace 20 minutos.