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Dar de comer.

(♥️🍦)

– Kya~! ¡No sabía que podías cocinar!– exclamó feliz Bombon viendo la comida que trajo su lindo novio.

– ¡Je! ¡Es uno de mis muchos talentos!– informó orgulloso de si mismo el chico de gorra roja, paseaba su dedo bajo su nariz con modestia.

Se encontraban en la cafetería y encima de la mesa había un poco de todo; Onigiris, pulpitos, albóndigas, pan con huevo frito, macarrones con queso, un vaso de fruta, porciones de pasteles, muffins, etc.

Vivió mucho tiempo en la calle, aveces se las tenía que arreglar para darle buen gusto a la comida que sus hermanos se forzaban a probar. Se especializó mucho en la diversa preparación de frutas, pescado o papas.

Cuando finalmente lograron tener un hogar descente gracias al Alcalde, lo primero que hizo Brick con el dinero que le dieron fue llenar la nevera y los estantes, luego fotocopia las hojas de 3 libros de recetas de internet en el laboratorio.

Prefería que le faltara algun juguete o un calcetín a sus hermanos antes de verlos nuevamente retorciéndose de hambre.

Afortunadamente luego de gastar todo el dinero en comida, el Alcalde de apiadó y les regalo ropa como la oportunidad de elegir 3 regalos de lo que quieran.

Recordó con una sonrisa como los 3 recorrieron casi todo New Townsville para elegir lo que querían, al principio eligieron algo simple; Un teléfono, una membresía ilimitada para la biblioteca y un peluche gigante de un pollo.

Luego eligieron cosas mas caras: Como un televisor, una computadora, una tableta, etc.

Cosas que si le dan la oportunidad cualquiera escogería.

– ¡Brick!– llamó su novia sonriendo.

Brick dejo de mirar el plato de onigiris para ver a su linda novia frente suyo verlo con una feliz sonrisa mientras un poco de viento hacía mover mechones de su cabello.

Su expresión de leve sorpresa se cambió por una sonrisa linda.

¿En que momento las cosas cambiaron tanto? Aun recordaba como ambos se negaban a compartir siquiera un caramelo, todavía recordaba cuando él pensaba que ella era una niña mimada y que solo se quejaba de llenó.

Y si lo pensaba bien... ¿No fue por una hamburguesa que todo comenzó a cambiar?.

Era gracioso, ambos amaban la comida y siempre se los veía con algun dulce o algo comestible en la mano ya sea peleando, jugando, coqueteando o hablando. Incluso cuando aun se odiaban los podían ver cerca del otro comiendo algo y disfrutando de su sabor.

Para muchos la comida no significaba casi nada, para los rojos significaba muchas cosas que ambos calladamente comprendían.

– ¡Mmmmh! ¡Eshta shabroso!– chilló Bombon comiendo un onigiri rellenó de carne, sus ojos brillaban felizmente.

Brick sintió su pecho inflarse de orgullo a su persona, talvez debería abrir algún día su propio restaurante.

Tomo una albóndiga pinchandola con un escarba dientes y la acercó a su novia con una sonrisa.

– Abre tu boca– solto sonriendo con burlo.

Bombon hizo un puchero.

– Se dice "Dí aaah"—...– y sin esperarlo Brick metió la albóndiga con salsa en su boca– ... ¡Eshta deliciosho~!– chillo fascinada mientras aguantaba las ganas de llorar al probar semejante mangar.

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