La Declaración

26.

Rivales 2/6: Amigo chapulín.

El avión aterrizo, poco a poco los pasajeros comenzaron a bajar y entre ellos un muchacho se detuvo para cubrir su rostro de los rayos del sol.

Sonrió de manera satisfactoria.

– Nuevamente en japon.

Un brillante collar de plata con la forma de R.

(...)

– ¡Globos! ¡Yuju!– celebró Boomer dando saltitos felices mientras jugaba con los globos de colores.

– ¡BOOMER! ¡Revisa si la comida ya esta lista!– ordenó Brick acomodando la casa.

– ¡Sipi!

Butch llegó a la sala de estar y frunció el ceño con disgusto al ver tantos globos y varias comida en la mesa.

– Que porquería...– gruño molesto pateando un globo lejos suyo y caminando a la mesa para tomar un sándwich de los que había y comerlo.

– Butch ¿Podrías ayudar? Necesito que alguien se encargué del baño– pidió Brick terminando de acomodar la sala.

Butch le dió una mirada tan fría como el hielo mientras lentamente torcia su rostro en una mueca de molestia.

– No. Ese escarabajo vomitado no significa nada en mi vida para que dediqué un segundo de mi tiempo en algo que sea para el– escupió cada palabra con frialdad dedicándose a ignorar a su hermano mayor e irse a su habitación nuevamente.

– ¡BUTCH! ¡AYUDAME! En cualquier momento podría llegar R—...

– ¡Brick! ¡¿Que hago cuando prendó fuego un caldito?! ¡¿Le hecho mas agua?!– preguntó inocentemente el lindo Boomer viendo la olla prendida fuego.

(...)

Bombon entro felizmente a la tienda de comestibles, saludo al guardía de seguridad que ya la conocía y a las cajeras del lugar, todos le informaron que la despensa de dulces estaban reabastecida. Sonrió feliz y casi corrió a la zona de dulces.

Había trabajado 5 horas de niñera, pinto su casa a cambio de dinero, tomo un trabajo de 1 semana de dependienta de una tienda de ropa, su mesada de 2 semanas y su paga por la ayuda extra en casa ¡Y ahora tenía un buen dineron!.

Dineron que terminaría pagando sus nuevos dulces, se estaba quedando sin ellos.

– Veamos...– saco su lista– 15 cholates, 8 bebidas, 6 yogures, 5 bolsas de gomitas, 4 de caramelos, 8 paquetes de galletas, 9 papitas, 8 chocolatadas, 4 pasteles– leyó lo que tenía que comprar, se dirigió a la góndola de chocolates– ¡Aww! ¡Nose cual elegir! ¡Todos se ven tan buenos~!.

– Te recomiendo el chocolate Milka de crema de cereza, es muy bueno y aparte esta en oferta el grande– recomendo una amigable voz a su lado.

Bombon volteó sorprendida ya que no recordaba haber visto a alguien más en ese pasillo, ella ya estaba fuera cuando la tienda abrió.

¡Wow! Vaya que era un chico tan hermoso, solo en sus lecturas podría imaginarse un chico con tanto estilo.

Su cabello era un rojo carmin desordenado y su flequillo caía de forma linda sobre sus preciosos ojos negros, eran tan oscuros que casi quedaba sin aliento, sus rasgos eran elegantes y suaves pero su mirada salvaje era lo mas llamativo. Vestía una camisa simple de lana blanca con cuello en V pequeña y las mangas un poco subidas, nisiquiera le dió atención a los zapatos, era 1 cabeza mas alto que ella.