Theodore Grey •EDITANDO•

Capítulo 15

Ha pasado exactamente una semana desde que no sé nada sobre Theodore y no puedo mentir. me afecta no saber qué sucede o qué piensa sobre todo esto. Una parte muy profunda, enfadada, orgullosa y rencorosa no quiere admitirlo pero lo he hecho y ¡Demonios! Es horrible. No le desearía este extraño sentimiento a ninguna persona en el mundo.

Phoebe ha salido junto conmigo y Hilla todos estos últimos días. Las fiestas ahora no son diversión, son distracción de todo. La menor de los Grey parece amar estar junto a nosotras y eso me alegra, el que quiera salir de su caparazón.

Falta un día para que Elijha se marche. realmente me deprime más que todo el mundo. He disfrutado cada pequeña cosa que he realizado junto a él, por ello una parte de mi no siente tanto dolor.

Salgo del Montero Sport de Elijha mientras sostengo mi café recién salido de Starbucks. Acomodo mi abrigo y le doy un sorbo al café, suspiro y doy tres saltitos para poder entrar en algo de calor. Este clima me congela hasta los sentidos y eso me encanta de alguna manera, pero ahora mismo estoy sintiéndome algo abrumada.

-Esta noche es la despedida, hermanita. Colín dará una fiesta, tenemos que ir ─Elijha avisa pasando su brazo por mis hombros y me encojo de hombros. Me da igual─. Vamos que te noto demacrada, ¿Quieres contarme qué sucede?

Muerdo mi mejilla interna mientras entramos al local de zapatos. Una chica rubia, pequeña, de ojos saltones y lindos sonríe, y antes de abrir su boca Elijha niega rechazando la ayuda de la mujer y diciéndole que podemos hacerlo por nuestra cuenta.

Nos encaminamos hacia los botines especiales para esta época.

-Estoy deprimida por tu ida. No quiero que te vayas, Elijha. Eso es todo lo que me tiene así ─gruño.

-Mientes.

-No...no.

-Soy tu mellizo, idiota. Conozco cada una de tus emociones, estás deprimida y me cabrea como la mierda que no me digas por qué. Realmente es exasperante y horrendo sentir que no confías en mí ahora mismo. Sólo porque ahora tienes amigas no significa que me vayas a cambiar. ─gruñe y suspiro

-Vale, siéntate y oye todo lo que tengo que decirte.

Suelto y Elijha toma asiento de inmediato.

*

Sonrío mientras agito el vaso rojo lleno de licor por encima de mi cabeza, me elevo dando pequeños saltos y muevo mi cabeza de un lado a otro. Parece que mi felicidad regresa disfrazada de perro. Me aparto de todos los cuerpos jadeantes y llenos de sudor que se encuentran a mi alrededor para poder tomar algo de aire.

Me siento en el sofá rojo, tal vez llenos de residuos asquerosos y enfermedades mortales. Sonrío y miro el vaso en mi mano, ¿Dónde están Evan y Elijha? Cierro los ojos sonriente, me siento feliz y en el fondo de mi vaso una pastilla azul se está disolviendo en el mismo. Miro hacia enfrente con el ceño fruncido y Neil me guiña demasiado borracho como para reconocerlo.

-Está buenísima, joder ─aplaude y frunzo el ceño confundida. ¿Qué mierda?─. Tómatela, te llevará al mejor paraíso del maldito mundo.

-¿Essstaas tratando de drogaadme? ─arrastro mis palabras impresionada mientras Neil asiente sonriente. ¿Qué? Niego y dejo el vaso de un lado─. Vete antes de que te dé un buen golpe, gili.

-Está en tus pies la decisión ─sonríe y frunzo el ceño mientras levanto mi pie y quito mi zapato para fijarme en él.

Neil sonríe asintiendo y gruño cuando no veo nada en mi pie, él se marcha como si fuese un espía borracho y drogado hasta el culo, me carcajeo sola mientras veo su estúpida actuación y luego tratando de inhalar y exhalar como si estuviese en un recinto de yoga.