8.- Estoy satisfecho con lo que tengo

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Llegó el fin de semana, la casa Wang estaba llena de invitados con obsequios para la feliz pareja y su heredero, Yibo , Yin y Yuan paseaban por entre los invitados presentando a su tierno bebé, quien ahora se notaba feliz, comía y dormía a sus horas estaba llenando los cachetitos de gracia, pues después de unos días de estímulos a los pezones de su manita por fin comenzó a salir leche de ellos, lo cual lo ponía de buen humor, su mami lo sostenía con mucho amor, le cantaba mientras el se alimentaba con su cálida y dulce lechita.

Sabía que su padre le tenía envidia, ya que cada que los encontraba en la alimentación, el sentía su penetrante mirada, esa mirada que el mismo hacia cuando tenia hambre, esa mirada que decía que tenía ganas de arrebatarle su chichita por eso lo vigilaba muy de cerca, poniendo su cabecita, manos o cuerpo sobre sus tesoros , cuando papá se acercaba a su mami el se removía para que su mami lo arrullara muy cerca de sus pechitos, con el solo olor a leche que salía de sus pezones el se sentía tranquilo.

Yibo presentaba a su pequeña familia con orgullo sabía que muchos ahí presentes solo habían acudido para congraciarse con el, otros por curiosidad y unos pocos por qué eran amigos de su esposo o muy cercanos a ellos. Llegó la hora del almuerzo, Yin le había entregado a su hijo, por qué él tenía que entrar a la casa por algunas cosas que había conseguido como recuerdo de la presentación de su heredero y su matrimonio.

 Llegó la hora del almuerzo, Yin le había entregado a su hijo, por qué él tenía que entrar a la casa por algunas cosas que había conseguido como recuerdo de la presentación de su heredero y su matrimonio

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Yuan comenzó a removerse inquieto seguramente esa bolita de grasa queria presumir delante de todos que el era el dueño de los tesoros de su esposo, así que se disculpo de los invitados le entrego el bebé a su madrina y el se dirigió al interior de...

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Yuan comenzó a removerse inquieto seguramente esa bolita de grasa queria presumir delante de todos que el era el dueño de los tesoros de su esposo, así que se disculpo de los invitados le entrego el bebé a su madrina y el se dirigió al interior de la casa para buscar a Yin que aún no regresaba, ya estaba tardando.

En la sala estaba su esposo rodeado de asistentes y en la entrada el presidente Lan tratando de entrar por encima de los guardias que custodiaban la casa, al llegar el a la sala se acercó a Yin, lo tomo de la cintura y le pregunto, cariño todo bien, vine por ti por qué nuestro hijo quiere almorzar, algún problema con el joven Lan, Yin no dijo nada solo se abrazo a él y le susurro con la voz un poco llorosa, quiero que se vaya,no lo quiero aquí por favor no ahora, aún es muy pronto para mí.

Wang tomo a su esposo en brazos, le dijo a los guardias que el joven Lan no era bien recibido en su casa hasta que su esposo estubiera en posición de verlo, los guardias no esperaron más para sacar al hombre de la casa, lo obligaron a subir a su auto y lo escoltaron hasta su casa. En la casa Lan ya estaban saliendo cuando llegó el auto de su hijo escoltados de otros vehículos con el emblema de la familia Wang, se apresuraron a recibirlos.

Uno de los guardias les dijo a los señores Lan, mi señor Wang Yibo agradece su buena intensión de recibir y conocer a su pequeña familia pero les pide de manera muy especial, que eviten la asistencia de su hijo menor al evento de presentación, todos los demás miembros de la familia son bien recibidos.

Los hombres se marcharon dejando a la familia Lan muy desconcertada, que fue todo eso Lan Wangji, responde ahora mismo, exigio su padre, tienen a Wei Yin, ellos se lo llevaron, lo casaron con ese hombre sin escrúpulos, solo para asegurar su alianza empresarial, contesto Lan Zhan, no voy a permitir que lo usen como moneda de cambio, mi Wei Yin vino solo a este mundo para estar conmigo, solo yo puedo tocarlo, adorarlo, protegerlo, seguía gritando a sus padres el joven heredero.

Todos estaban verdaderamente asustados Lan Zhan no dejaba de gritar cosas sin sentido, su mamá corrió hacia el interior de la casa a buscar ayuda para someterlo y poder llevarlo a su habitación para doparlo, llamo a todos los del servicio, entre varios hombres lo sujetaron, el se retorcía quería que lo dejarán el recuperaría a su amor, Wei Yin juro amor eterno, fidelidad y vivir siempre a su lado el no podía dejarlo para formar otra familia con otro hombre eso jamas de pronto sintió su cuerpo pesado y todo se oscureció.

Yibo cargo a Yin hasta un pequeño jardín alejado de los invitados, quería dejar que se recuperara para regresar a fiesta, lo coloco en una de las sillas y el se arrodilló frente a su esposo, tomo sus manos, le consoló con palabras suaves, le dijo que el estaría siempre a su disposición, que debía perdonar a ese pobre hombre, era lógico que tratará de recuperarlo, por todo lo bueno que el era, ahora entendía el por qué no quería mostrarlo al mundo, devia ser muy agobiante pensar que otra persona pudiera cautivar su corazón, si te soy sincero yo mismo me volvería loco si alguien más te arrebatara ahora mismo de mi lado.

Yin no sabía si creer o no todo lo que su esposo le decía, el no era nada fuera de lo normal, un chico doncel y nadamás, Yibo le dijo que no era un chico normal, una persona normal, no deja todo por seguir a su amor, tampoco se aísla de amigos y el mundo solo por mantener su matrimonio feliz, no sacrifica carrera estatus o su vida social solo por no contradecir a su pareja.

Mucho menos adoptar a un niño para darle un hogar, quererlo y procurarlo como a los suyos propios, podría decirte muchas cosas que en tan poco tiempo e descubierto de ti, pero creo que ya estás mejor, bueno no quiero presionarte pero, Yuan la última ves que lo ví ya estaba protestando por su almuerzo, ya sabes lo demandante y exigente que se vuelve esa mantequita cuando lo alejan por mucho tiempo se sus tesoros.

Regresaron a la reunión y efectivamente Yuan ya estaba en la quinta opera prima, ya había pasado de brazos en brazos y nadie había podido tranquilizarlo, Yin se apresuró a recuperar a su bebé, en cuanto esté lo sintió, restregó su naricita en el pecho de su mami, con sus manitas tanteaba el terreno, esa estorbosa ropa que le impedía probar su delicioso alimento, Yin comenzó a reír pues ese bebé exhibicionista lo quería desnudar ahí en plena fiesta delante de todos los invitados, su esposo le arropo con una delicada sabanita, para que la bolita de grasa sacará su frustración a gusto sin mirones de por medio.

Después de un merecido almuerzo, quedó totalmente saciado, su barriguita estaba llena y su corazón tranquilo, aún así no alejaba sus manitos de la camisa de su mami, cuando algún invitado se acercaba mucho el ponía su cabeza protectoramente sobre los pechos de su mami, no los compartía ni con su papi y eso que el tenía derecho de antigüedad.

Los invitamos comenzaron a despedirse, los Lan no llegaron a la cita, solo llegaron los regalos con una comitiva de asistentes, ofrecieron una disculpa en nombre de su joven amo que se portó de manera inadecuada y pidio que aceptarán la invitación a la presentación de los jóvenes herederos de parte de la familia Lan, Yibo rechazo los regalos y la invitación, le envío con las asistentes una advertencia de no acercamiento, ya que no habían dado la cara no tenía el por que seguir cordialmente con la nula amistad.

El asistente entrego a los señores Lan la carta que les dió el señor Wang Yibo, los regalos, les dijo que se mostraba muy molesto con la situación. Los Lan estaban en una incrusijada no querían desamparar a su hijo pero no querían perder esa alianza con la familia Wang que ahora abarcaba a la familia, Wen, Jin y Wei, si esto se salía de control quedarían muy mal posicionados en la competencia empresarial.

De la traicion vino el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora