Capitulo 2

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A medida de que el tiempo avanzaba su cabeza dolía más al intentar recordar.

Aún tenía la tarjeta de invitación de la boda, y la miraba todos los días.

¿Por qué tenía que pensar tanto en esto? Ella no era nadie en su vida, jamás lo fué. ¿Entonces por qué le dolía tanto saber que se casaría con otro hombre?

Así que decidió sacarse la duda.

Natalia condujo hasta su viejo vecindario en el auto de su padre.

Con miles de dudas rondando en su cabeza.

Si ser una persona era difícil, imaginen tan sólo vivir con imágenes borrosas sobre tu pasado las cuales ni siquiera sabes si son reales o un producto de tu imaginación creado por el trauma.

Natalia se bajó del auto, con la invitación en la izquierda.

Observó ambas casas juntas, completamente vacías. Con el tiempo, el vecindario había dejado de existir debido a los avances de las construcciones a medida de que transcurrian los años. Las tuberías dejaron de funcionar, la madera comenzó a pudrirse y dejaron de ser lugares habitables para vivir. Así que se encontraba completamente sola en la vereda.

Observó el deterioro de ambas casas. No venía al lugar desde hace muchos años, pero tampoco era como si cuando vivía aquí ella se hubiera tomado el tiempo de analizar todo.

Se acercó hacía su antigua propiedad, atravesando el jardín cuando el árbol a un lado llamó su atención.

Frunció el ceño con recelo al observar el árbol.

Había algo en él que llamaba su atención.

De golpe una oleada de dolor golpeó su cabeza haciéndola tambalear.

Flashback.

No puedo creer que en serio estemos haciendo esto. — Una voz desconocida apareció en su cabeza. Una chica, demasiado borrosa se asomó frente a ella en el árbol con una pequeña navaja.

— Si, para dos chicas que odian lo cursi creo que estamos dando justo en el clavo. — Natasha rió acercándose a ella observando cómo tallaba dos letras en el árbol en medio de un corazón.

'W+N'

Fin del flashback.

Volvió a la realidad de golpe respirando con fuerza.

Se acercó al árbol sintiéndose inestable y aturdida.

Las letras aún estaban talladas allí.

Eso quería decir que lo que acababa de ver era real.

Su mano se levantó instintivamente hacia el tallo de las iniciales sintiendo como su corazón latía con fuerza contra su pecho.

Sentía unas ganas inmensas de llorar al no poder recordar su vida.

Ella jamás había tenido ganas de saberlo, ni siquiera un poco. Porque se sentía completa al tener la información recibida de sus padres. Pero desde que llegó la invitación de la boda de Wanda había comenzado a creer que había una parte de ella que no encajaba.

Así que llamó a la única persona que podía darle respuestas a todas sus preguntas.

— ¡Nat! — La voz de Clint la sobresaltó haciéndola girarse al mirarlo entrar en el jardín con una enorme sonrisa.

Clint. Su mejor amigo, eso había sido lo que todos le habían dicho cuando fué a visitarla al hospital.

Clint se había casado con Laura tres años después de su graduación debido a que había quedado embarazada y actualmente tenía un trabajo importante en una empresa de publicidad y mercadeo.

NO MÁS RARA. | Wandanat. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora