Capitulo 14

971 134 59
                                    

Los rayos de luz golpearon el rostro de Wanda haciéndola entrecerrar sus ojos por los pequeños destellos posándose sobre ella.

Rápidamente vagos recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente haciendo que su corazón comenzara a latir con fuerza. Aún sentía las secuelas de lo vivido, sentía los labios de Natalia sobre ella y sentía su estómago revolverse al recordar cuando le tocó a ella tomar el control.

Giró su cabeza encontrandose con la cabellera pelirroja de espaldas a ella.

Sonrió ante la vista, teniendo unas ganas inmensas de llorar de la felicidad que tenía al verla así de cerca.

De repente un sentimiento de culpa comenzó a invadirla. Se había acostado con ella aún sin haber sido completamente sincera.

Aún no le había dicho que tenía una hija.

Natalia comenzó a moverse entre sus sabanas quedando frente a ella. Sonrió al darse cuenta que Wanda estaba despierta, sus ojos achinados le provocaron ternura.

— Hola, tú. — Natalia saludó aún adormilada.

Wanda le devolvió la sonrisa.

— Hola, Talia.

El apodo se escuchó diferente en la cabeza de Natalia, podía sentir lagunas mentales acercarse. Una pequeña punzada atravesó su cabeza haciéndola fruncir el ceño.

Flashback.

— Tienes razón, Talla.

Natasha la rodeó con su brazo con una enorme sonrisa.

— ¿Y ese apodo de dónde viene? — Natasha jugó con ella.

— Todos te dicen Nat, Tasha, Romanoff o Mini Melina. Yo tengo que hacer la diferencia.

Fin del flashback.

Natalia se sobresaltó al sentir a Wanda sacudiendola por los hombres.

— ¿Estás bien? — Wanda la miró con preocupación sin soltar su agarre.

Natalia asintió con aturdimiento.

— Uh, si. Me pasa seguido. — ella respondió incorporándose en la cama dejando a Wanda atrás de ella. — ¿Me llamaban mini Melina?

Wanda frunció el ceño acercándose hacia ella, reposó su mano sobre su nuca y la miró con seriedad.

— ¿Recuerdas eso?

Natalia miró directo a sus ojos y asintió.

"Todos te dicen Nat, Tasha, Romanoff o Mini Melina. Yo tengo que hacer la diferencia." — replicó al recordarlo. — ¿Fuiste tú verdad?

Wanda sonrió ampliamente.

— Sí, bueno. Siempre me gustó tu nombre y Talla sonaba como una buena opción. — Wanda dijo sin dejar de sonreír.

Natalia se sintió satisfecha de haber tenido una laguna mental que finalmente pudo reconocer. Y agradecía a Wanda el hecho de que haya estado allí para confirmarle su recuerdo. Le agradecía por ser la única que no le mentía al respecto.

Ella iba a decir algo más cuando el teléfono de Wanda comenzó a escucharse dentro de su bolso. Wanda se levantó con rapidez sintiéndose un poco mareada por la resaca pero aún así rebuscó en su teléfono como pudo.

— ¿Si? — Wanda dijo. De repente su rostro se tornó pálido mostrando preocupación. — ¡Si, dame cinco minutos y estaré allí!

Wanda cortó la llamada y lanzo el teléfono celular dentro del bolso para luego girarse y buscar sus prendas de ropa por el suelo.

NO MÁS RARA. | Wandanat. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora