Capitulo 9

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— ¡Wanda Maximoff!

Wanda suspiró al escuchar la voz burlona detrás de ella al salir de su oficina.

Se giró fingiendo una sonrisa para enfrentar a la persona que la había llamado.

— Tony hijo de puta Stark. — ella se acercó a él fingiendo simpatía.

— Oye, oye, oye. Esa no es forma de hablarle a tu jefe. — se burló quitándose los lentes que tenía colocandolos en el bolsillo de su traje.

Al abandonar el karate y quedar embarazada, Wanda necesitaba buscar otro empleo para subsistir por su cuenta sin depender por completo de Vision.

Pero ella jamás se dió cuenta de lo pequeño que era el mundo hasta que al ir a su entrevista de trabajo se encontró con Anthony Stark. Hijo del dueño de las industrias Stark.

— Como sea, debo ir a casa. Mi hija me está esperando. — Wanda se dió la vuelta decidida a irse pero Tony corrió para alcanzarla colocándose frente a ella. — Muévete o te muevo.

Tony rió.

— Tengo información que te encantará saber. — Tony sacó su celular del bolsillo encendiendo su pantalla.

Wanda miró con curiosidad la sonrisa juguetona de Tony al ver su celular sintiendo que estaba empezando a tramar algo.

— Mira. — el colocó su teléfono en la cara de Wanda.

Ella se alejó un poco para leer pero no entendía el objetivo.

— ¿Por qué me estás enseñando los vuelos de hoy? — replicó con enojo.

— Acaba de arribar el último vuelo del día desde la ciudad de New York. — Él respondió como si fuese obvio volviendo a guardar su dispositivo.

— ¿Y...

— Clint Barton me llamó. — él comenzó a explicar. El rostro de Wanda cambió por completo, dejando caer toda su fachada de confianza. — Acaban de llegar a Los Ángeles.

— ¿"Acaban"? — Wanda repitió con nerviosismo. — ¿Él y quién más? Falta un mes para la boda, no debería estar aquí aún.

Tony bufó.

— ¿Quién dice que vienen para la boda?

Su rostro quedó en blanco. Él casi pudo verla palidecer.

— Natasha viene con él... ¿Cierto? — ella murmuró aún sabiendo la respuesta.

Él asintió.

— Y le dí tu dirección.

Wanda abrió los ojos como platos, decidiendo que estaría a punto de aniquilar a Tony en la salida de la empresa.

— ¡¿Qué tú hiciste qué?! — Wanda alzó la voz ganándose la atención de muchos de los presentes. — Anthony Stark no te asesine una vez pero no me estás quitando las ganas de hacerlo ahora.

Tony se carcajeo dándole unas palmaditas a Wanda en el hombro.

— ¿Por qué te enojas? Te estoy haciendo un favor — dijo Tony con diversión.

— ¡Ella no sabe que tengo una hija! — Wanda exclamó atemorizada. — ¿Por qué hiciste esto? ¡Necesitaba más tiempo para prepararme!

— ¿Creías esconder a Natalia de Natasha toda la vida? Hasta le diste su nombre, Wanda. — Tony se tornó serio, dejando toda su actitud infantil e inmadura para ver a Wanda cómo su empleada y comenzó a hablarle como su jefe. — Sé lo que ocurre con Vision, esa es la razón principal por la que no pienso aparecer en esa boda.

Wanda suspiró llevándose sus manos hacia su cabeza intentando controlarse.

— Sabes que tengo buenos abogados, puedo ayudarte si así lo quieres.

Ella se detuvo para mirarlo.

— Oh, si. ¿Y cuánto me costará eso? Lo enviarás a la cárcel, yo viviré. ¿Y luego qué? ¿Cuánto tiempo debo trabajar para pagarte? — se burló. — No voy a salir de un infierno para entrar a otro.

Tony suspiró negando con la cabeza.

— No soy esa clase de tipos. No te voy a pedir algo a cambio.

— Oh, pero a Natasha le pediste muchas cosas a cambio para darle el dinero que necesitaba. ¿No es así?

— Eran apuestas absurdas, teníamos dieciséis y diecisiete años. — él se defendió. — ¿Crees que le daría mil dólares a cualquiera por tan solo hablar con algún extraño? Por supuesto que no, lo hice porque era Natasha, lo hice porque sabía que necesitaba el dinero. De una forma u otra la habría ayudado.

Wanda negó mordiéndose la lengua.

— Eres increíble Tony Stark.

Él se encogió de hombros.

— Si quieres irte necesitas hacerlo ya, probablemente se estén dirigiendo a tu casa ahora.

Ella abrió los ojos.

Era cierto.

Ellos ahora tenían su dirección, irían a la casa y encontrarían a Natalia y ella no podrá tener tiempo de explicar.

O peor, la encontrarían con Vision y él explotaría contra ella por tener a dos desconocidos irrumpiendo en su casa.

Wanda lo dejó con la palabra en la borra y corrió hacia la salida, chocandose con Vision quien la estaba esperando en la puerta de su auto.

— Hola querida. — Vision saludo dejando un beso en sus labios.

Ella se lo devolvió sintiéndose agitada.

— ¿Todo está bien? ¿Por qué hablabas tanto con tu jefe? — él cuestionó al alejarse.

— Yo, uh... — Wanda balbuceó. — Me estaba diciendo que no podría asistir a la boda, tiene cosas pendientes que hacer de la empresa.

Vision asintió lentamente, con desconfianza, pero abrió la puerta para dejarla entrar antes de rodear el auto y subir él mismo.

~*~

— Esto es un mala idea. ¡Estamos yendo a su trabajo! — Natalia exclamó con hiperactividad caminando por las calles arrastrando sus maletas con nerviosismo. — ¿Siquiera estamos yendo en la dirección correcta?

Clint se detuvo para mirar en el mapa nuevamente y ver la dirección.

— Uh... — Clint le dió cinco vueltas al mapa sin entenderlo.

Natalia mantuvo su mirada al frente cuando miró a una mujer salir apresurada de un enorme departamento empresarial.

Sacó la fotografía que se encontraba en su abrigo para observar el rostro de su Wanda. Volvió a subir la mirada encontrandose con la mujer.

Era ella.

Wanda estaba en frente de ella.

Besando a otro hombre, justo frente a sus ojos

Su cabello ahora era rubio, pero en definitiva era ella.

— Fué un error venir aquí. — Natalia murmuró bajando la mirada, guardando la polaroid y tomando sus maletas con fuerza.

Clint frunció el ceño y levantó la vista a la escena. Saltó al darse cuenta que Natalia se estaba dando la vuelta para ir en dirección contraria, él comenzó a perseguirla.

Ella giro un poco su cabeza para volver a ver a Wanda besando a Vision y de repente sintió una oleada de tristeza cubrir su pecho.

NO MÁS RARA. | Wandanat. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora