Capitulo 22

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Natasha miró la verdad y emoción en los ojos de Wanda arremolinado junto con el verde de los mismos.

Una sonrisa esbozó en su rostro ante la cercanía y deseo de la mujer.

¿En serio le había pedido casarse con ella en Las Vegas?

— ¿Las Vegas? — replicó anonadada.

— ¿Cuál es el lugar más fácil para casarse? ¿Rápido y sencillo? — Wanda preguntó de nuevo.

Natasha se burló, pero se puso seria cuando ella no se rió.

— ¿En serio?

— No es un viaje largo... Una hora en avión. Podría decirse que haremos... — Wanda chasqueó su lengua. — Mi despedida de soltera.

— ¿Qué pasa con Natalia?

— Mónica la cuida hasta que volvamos, será muy poco tiempo. Vision no va a volver mientras no esté, así que va a estar a salvo.

Natasha observó desde Wanda hacia el equipaje recién hecho detrás de ella. No tenía las nada por hacer, ni otro lugar a donde ir, mucho menos a alguien que la necesitara.

Se volvió hacia Wanda y asintió.

— Entonces, ¿Lo que pasa en las vegas, se queda en las vegas?

Wanda sonrió ampliamente y se lanzó hacia ella rodeándola con sus brazos llena de felicidad.

~*~

Un día después, Wanda y Natasha se encontraban de pie frente a un altar improvisado en un bar de las Vegas junto a un padre falso.

Ninguna de las dos podía contener la risa. Su atuendo no era el apropiado, ambas vestían ropa casual, su cabello era el de siempre pero aunque parecían tan solo dos chicas ordinarias algo había cambiado en ellas... Porque después de mucho tiempo, ambas sentían lo que era la verdadera felicidad, sin importar cuánto les fuese a durar.

— ¿Tienen algo que decirse la una a la otra? — el padre falso preguntó.

Wanda observó al padre y luego volvió su visión a Natasha con una pequeña sonrisa. Se acercó un poco a ella para murmurar en privado.

— Recuerdo haberte alejado tantas veces que mi consciencia no podía soportarlo... Recuerdo haberte odiado tanto por amarte que mi corazón era un desconocido para mi... Recuerdo verte sentada del otro lado del comedor junto a un grupo de chicos populares en el que no parecías encajar, pero sobretodo recuerdo los celos que sentía de que no fueras mía. — Wanda murmuró en voz baja sin apartar su mirada de los ojos azules de Natasha. — Jamás me sentí tan amada como lo hice por tí, y sé que jamás volveré a sentir por nadie lo que siento por tí. Éramos unas niñas, rebeldes y asustadas que creían saberlo todo pero... Ahora te veo aquí parada y solo puedo pensar en todo el tiempo que desperdicie fingiendo odiarte cuando pude haberlo pasado amándote. — el nudo comenzó a formarse en la garganta de Natasha al sentir cada palabra honesta que salía de su boca. — El día del accidente, fué el peor día de mi vida. Sentir que te perdia por mi culpa y que cualquier día podría despertar y sabes que habías muerto fue lo peor que me pasó... Pero no quiero volver a sentirme así. Te amo, amo cada parte de tí, incluso las partes que decía no gustarme, amo tus errores y la persona en la que te convertiste gracias a ellos. No puedo prometer toda una vida contigo pero prometo cuidarte de tu pasado y los sueños que te atormentan por las noches, prometo besar cada parte de tí en nuestra noche de bodas tantas veces solo para que recuerdes lo mucho que te amo... E incluso cuando no estés a mi lado, mi corazón va a seguir siendo tuyo.

— Siempre lo di todo por el todo para tenerte, creo que incluso perdí mi dignidad un par de veces gracias a ello... Como aquella vez regresamos del colegio donde vomité mis sentimientos hacia ti, o como cuando expresé públicamente lo mucho que te amaba en el torneo de kárate... Durante un tiempo solo podía querer que dijeras todas las cosas que estás diciendo ahora y poder sentir también ese amor de tu parte que yo sentía por tí... Pero jamás me sentí así, hasta simplemente mi mente decidió no recordarlo para dejar de torturarme a mí misma. — Wanda apretó sus manos instandola a seguir. — Nunca pedí nada a cambio, siempre te di todo y más, incluso cuando no tenía cómo hacerlo. Por ahí dicen que soy la puta reina de las malas decisiones y puede que sea cierto pero no sé amar de otra forma, cuando se trata de tí, incluso sin memoria... Mi cabeza, mi cuerpo y mi alma no razonan, simplemente pierdo el juicio. No sé qué me hiciste, pero hoy aquí... Puedo decirte que estoy jodidamente enamorada de tí, siempre lo estuve.

Wanda sonrió ampliamente.

— ¿Incluso cuando tenía mal estilo y era emo?

Natasha rió negando con la cabeza.

— Creo que ahí me encantaba más.

— Ahora las declaro casadas. Pueden besarse. — el padre anunció.

Wanda se rió entre dientes. Apenas podía mantener toda esa felicidad en su interior. Natasha se veía absolutamente increíble, esos ojos azules brillaban tanto como el día en que se conocieron en verdad por primera vez, compartiendo uno de sus momentos más íntimos como lo fué en aquella navidad hace tantos años... El día en que Wanda entendió que quizás, tanto solo quizás la inalcanzable Natasha Romanoff tenía sentimientos.

— Te amo. — dijo Wanda.

— Yo también te amo.

Ambas se besaron en el altar. La chica popular y la rara del colegio, dos personas que desafiaron al mundo e intentaron cambiarlo.

~*~

En el último piso de su hotel en Las Vegas, Natasha estaba de pie junto a la gran ventana de vidrio, completamente desnuda, con vista al brillo de la ciudad.

Desde la cama, Wanda la observaba y sonreía ante su hermosa figura.

— ¿No tienes miedo de que la gente pueda verte? — Wanda se levantó, en ropa interior, y la abrazó por la espalda.

— Estamos demasiado alto. No pueden ver nada. E incluso si pudieran. honestamente no me importa.

Natasha se dió la vuelta y envolvió sus brazos alrededor de Wanda. Besándose lentamente durante un largo momento.

— Creí que ahora eras una chica del bien. — Wanda bromeó. — La Natasha de dieciséis años estaría orgullosa de tí.

Ella se encogió de hombros.

— Volver a tener aquellos recuerdos y ver cómo estoy actuando ahora... Me hace pensar que esa niña es una mala influencia en mi cabeza.

Wanda rió.

Los dedos de Wanda rozaron la piel del brazo izquierdo de Natasha donde se encontraban las viejas cicatrices provocadas por sus autolesiones en su juventud, ella tomó su brazo y beso su muñeca con cariño mientras descansaba su otra mano sobre las cicatrices en su estómago y cintura provocadas por los golpes de Valkyrie y el accidente automovilístico.

Hubo un largo momento de silencio antes de que Wanda lo rompiera.

—No puedo creer que funcionó.

— Tienes algunas habilidades locas cuando se trata de falsificar documentos e identificaciones…

Wanda se rió suavemente.

— Tengo contactos...

— Déjame adivinar. — Natasha habló.

— Stark.

— Stark.

Dijeron al mismo tiempo, para luego reír.

— Ese hijo de puta nunca se irá de nuestras vidas. — Wanda sonrió.

Natasha recordó su conversación pasada con Tony y sonrió para sí misma sabiendo lo que se avecinaba.

— Ahora estamos "oficialmente" casadas. ¿Cómo se siente? — Wanda preguntó.

Natasha miró a Wanda a los ojos y besó sus labios.

— Se siente destinado a ser.

NO MÁS RARA. | Wandanat. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora