Natasha no supo qué ocurrió después, perdió la consciencia por completo. No supo cuánto tiempo estuvo en el cubículo del baño, no supo cuándo se desmayó ni tampoco supo cómo llegó a la habitación de su hotel.
Al abrir los ojos, su visión se desvió hacia la ventana junto a ella. Ya era de noche, podía ver la luna asomarse a través de ella.
— Finalmente despertaste.
Natasha vió a Clint caminar hacia ella con un vaso de agua y un frasco de pastillas para tomar.
Se sentía aturdida, demasiado pérdida así que no respondió. Simplemente aceptó la medicina que se le ofrecía.
— Una chica te encontró en el baño de la clínica donde estabas. Tenías mi número en favoritos así que llamó, agradece que no haya encontrado el número de tu padre.
Ella lo pensó durante unos momentos.
— Lo tengo registrado como 'Iván', no como 'papá'. — se encogió de hombros.
Clint tomó asiento en la cama frente a ella observándola tomar la pastilla.
— ¿Qué pasó? — Clint preguntó con delicadeza. — Wanda llamó, no sabía nada de tí. Creía que estabas enojada con ella.
— No todo es sobre Wanda. — Natasha escupió con frialdad dejando el vaso de agua junto a la mesa de noche junto a la cama.
— Entonces dime lo que ocurre. — Clint insistió levantando el brazo derecho de su amiga y subiendo la manga de su camisa mostrando nuevas cicatrices en ella.
Natasha frunció el ceño al ver las pequeñas cicatrices. Ella no recaía desde hace años, después del accidente jamás sintió la necesidad y jamás preguntó porqué yacían esas pequeñas marcas en su piel.
— No recuerdo haberlas hecho. — Natasha murmuró soltándose de su agarre. — En serio no lo recuerdo.
— Un doctor te vió durante unos segundos pero insisti en traerte aquí. Dijo que podrías haber sufrido un brote psicótico y haber sentido la necesidad de lastimarte a ti misma para apagar lo que sea que estuviese en tu cabeza. Así que dime, qué lo provocó. — Clint habló con severidad.
Natasha cerró los ojos volviendo al momento que vivió hace unas horas. Clint casi pudo sentirla tensarse.
Ella tragó saliva y dejó descansar una mano sobre su frente, mordiendo su labio e intentando controlar su respiración para no llorar.
— Ella me golpeó, contra la puerta del auto de mi abuelo. Fui en su auto porque se enteró que estaba enamorada de Wanda, él me dijo que debería estar en su torneo y decirle lo que sentía. — Natasha murmuró observando a la nada misma, su mirada demasiado pérdida y su corazón a mil por segundo. — Era de noche cuando ocurrió, apenas podía ver... — dió una pausa. Clint la miró sin comprender. — Recuerdo verla aparecer detrás de mí y pensar. 'Oh, no. Simplemente aléjate de mi, mi abuelo acaba de morir, no necesito lidiar contigo.'
El corazón de Clint casi se detuvo.
¿Ella acaban de decir que recordaba?
Él la miró con interés acercándose un poco más a ella.
— Me vió llorar y hizo una broma. Preguntó si mi papi había muerto. — Natasha río con ironía dejando escapar una lágrima rebelde secandola casi con rapidez. — Comenzó a acercarse a mi, le pregunté qué hacía y dijo que estaba matando dos pájaros de un tiro... Recuerdo su sonrisa al levantar mi rostro ensangrentado frente a ella... Recuerdo que rogué por ayuda pero nada pasó... Ella se dió media vuelta y se fué...
