Capitulo 13

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Clint no volvió al hotel esa noche, pasó el día en un motel al recibir un mensaje de texto de Natalia en el cuál mencionaba que estaba pasando el resto del día con Wanda.

Ahora, ambas se encontraban en el bar del hotel compartiendo anécdotas.

— ¡Y una vez tuvimos una pelea de comida en un restaurante público! — Wanda exclamó entre risas bebiendo otro trago de su copa.

Natalia rió demasiado tomada a éste punto.

— ¡No hay manera!

Wanda asintió sin parar de reír.

El camarero de decidió que era suficiente y envió a un empleado a dejarlas en la habitación.

Wanda y Natalia iba bailando recargandose la una de la otra a través de los corredores sin poder parar de reír. Wanda con una botella de vodka aún en su mano izquierda.

Natalia borracha se quitó las botas dejándose caer en la cama con los ojos cerrados

Wanda cayó a su lado dejando la botella de vodka a un lado cerrando sus ojos pero sin dejar de sonreír.

— No sabes lo mucho que te extrañé. — Wanda balbuceó en voz baja pero lo suficientemente fuerte para que ella la escuchara.

— Una parte de mí también sintió extrañarte. — Natalia respondió de la misma forma con los ojos cerrados aún.

No fué hasta escuchar sollozos a su lado que Natalia decidió abrir sus ojos.

— ¿Estas bien? — Natalia balbuceó girandose para mirarla.

La Sokoviana negó con la cabeza limpiando las lágrimas de su rostro.

— Solía desear tenerlo todo contigo. — Wanda confesó ente lágrimas. Natalia sabía que era producto del alcohol pero todos sabían que los borrachos hacían y decían lo que sobrios no podían. — Fuiste mi primer beso, mi primera novia y quería que fueses mi primera vez en todo.

El alcohol en su sistema hizo que Natalia procesara con lentitud lo que ella estaba intentando decirle, pero finalmente captó la indirecta ganándose una mirada inquisitiva.

— Sabes... — Natalia comenzó a hablar con la voz ronca. — Quizá no pude ser tu primera en todo... Pero, ¿Qué tal si soy la última?

Ambas se miraron a los ojos mirando la lujuria detrás de ellos. La adrenalina comenzaba a invadir los cuerpos de ambas sintiéndose como adolescentes de dieciséis años una vez más. Wanda desvió su mirada hacía los labios rosados y carnosos de Natalia haciéndola debilitarse.

— Yo...

Natalia no la dejó terminar cuando en un rápido movimiento dejó a Wanda debajo de ella. La rapidez cegó a Wanda haciéndola lanzar una pequeña risita.

— ¿No te vas a arrepentir de esto? — Wanda preguntó sin apartar la mirada de sus labios.

Natalia tragó en seco viendo como el pecho de Wanda subía y bajaba.

— Tú eres la que se va a casar. ¿Mañana no te arrepentirás?

Wanda sonrió.

— ¿Y si le echamos la culpa al alcohol?

Natalia le devolvió la sonrisa.

— Bendecido alcohol.

Wanda se arrastró con los codos hacia arriba para quedar en el centro de la cama viendo como Natalia se quitaba su camisa quedando con su sujetador de encaje rojo. Wanda se mordió el labio inferior ante la vista, bajando sus propios pantalones y enviándolos hacia el suelo.

Natalia se inclinó hacia ella para susurrar a su oído.

— Quizá yo no te recuerde pero mi cuerpo sabe a quién le pertenece.

Wanda le envió una mirada lasciva antes de tomar su rostro entre sus manos acercando sus labios contra los de ella besandolos con fuerza. Natalia le siguió en beso con profundidad tomándola por la cintura haciéndola incorporarse para quedar más cerca la una de la otra.

Wanda se alejó un poco por la falta de aire recargando su frente contra la de ella con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.

— Mi cuerpo y yo siempre lo supimos. — Wanda respondió entre jadeos.

Natalia no lo soportó más volviendo a juntar sus bocas yendo al compás con fuerza y pasión.

NO MÁS RARA. | Wandanat. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora