Capitulo 23

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El resto del día siguiente fue completamente suyo. Se entregaron a la otra como si el tiempo no hubiese pasado, hicieron suya toda la habitación de hotel y se marcaron tanto a la otra que siempre recordarían a quienes pertenecían sus cuerpos. Las sonrisas no paraban, Natasha creía que su rostro sufriría calambres de lo mucho que reía hoy con ella, recordando anécdotas y simplemente disfrutando el momento, siendo completamente ellas.

Sin pretender, sin fingir, sin ataduras, ni familias controlando sus acciones.

Por primera vez eran ellas mismas después de tanto.

No más chica popular, y no más rara.

Solamente, Wanda y Natasha.

La noche cayó sobre Las Vegas y estaban obligadas a celebrar su "matrimonio". Por lo tanto, ambas se encontraban al borde de la inconsciencia en un bar, teniendo una de las fiestas más increíbles de su vida.

— ¿Cómo te sientes con tus pesadillas? — Wanda preguntó levantando su voz por encima de la música mientras se reposaba sobre la barra bebiendo otro shot de vodka seco.

— No he soñado nada desde que estoy aquí contigo. — Natasha respondió recargando su cabeza sobre la barra y metiendo su dedo sobre el líquido de su bebida jugando con ella.

Wanda la miró tiernamente, un poco ida por el alcohol en su organismo.

— ¿Sabes que ya me habías contado de aquello verdad?

Natasha suspiró y asintió. Lo recordó poco después de aquél colapso, supo que así había sido cómo Wanda se había enterado de sus autolesiones cuando eran pequeñas. Ahora tenía recuerdos vagos de todo aquello, pero no los estaba forzando.

— Siempre te apoyé. Nada de lo que está en tus sueños puede lastimarte ahora. — Wanda tomó su mano mientras con la otra señalaba al camarero para pedir otro trago

Natasha bajó la cabeza y comenzó a pensar en Natalia, la hija pequeña de Wanda y la forma en que estaba encerrada siendo condenada a vivir en aquel infierno. Infierno del cual no era consciente, pero cuando crezca notaría todos los traumas causados de aquello. Definitivamente no dejaría que ocurriera nada de ello.

— Creo que Natalia hace que todos esos recuerdos revuelen mi cabeza. Ella se parece mucho a mi, y no solo por el nombre.

Wanda asintió.

— Ella está a salvo, y tú también lo estás. — le aseguró.

Natasha hizo una mueca negando con la cabeza cuando escuchó la música del DJ cambiar. Ambas se giraron ante el switch de la música cuando de repente pudieron escuchar la melodía de la intro del vídeo musical de 'Bad Romance' de Lady Gaga. Natasha se sobresaltó en su asiento y miró a Wanda con los ojos muy abiertos quien le dió una sonrisa de complicidad. Levantaron sus bebidas y brindaron, antes de tomar todo el contenido de sus vasos y levantarse para ir hacia el centro de la pista de baile.

— ¡Te amo! — Natasha gritó entre risas.

— ¡Y yo a tí!

Bailaron, saltaron, rieron y se gritaron su canción a la cara como si no hubiese un mañana. Sellaron su noche con un profundo besos en el lugar riendo como locas ante el momento.

~*~

Al día siguiente no sabía cómo habían llegado a su habitación. La primera en despertar fue Wanda, quién despertó con un enorme dolor de cabeza y ganas de vomitar llevándola corriendo hacia el baño vaciando su estómago en el retrete.

El sonido de las arcadas despertaron a Natasha. Llevó su mano a su cabeza al sentir un pitido ensordecedor.

— No vuelvo a beber nunca más en mi vida. — Natasha gruñó frotándose los ojos.

En el baño Wanda bajaba la llave del retrete temblorosa.

Sabía que tenía resaca, pero esto no se sentía solo como un vómito de resaca. Ella era buena para beber, jamás le pasaba esto, jamás se había sentido tan horrible después de una noche de tragos.

Se sobresaltó al sentir como tocaron la puerta del baño. Supo que era Natasha, ¿Pero cómo podía verla a la cara ahora?

Se levantó como pudo, se limpió, enjuago su boca y salió pasando a un lado de Natasha para dirigirse a la cama.

Natasha frunció el ceño adormilada al ver a Wanda ignorarla.

— ¿Ahora tú qué? — caminó hacia ella con las manos en las caderas.

Wanda levantó su rostro hacia Natasha, riendo una poco al ver su cabello desarreglado. Su sonrisa se borró tan rápido a cómo llegó cuando sintió su estómago revolverse otra vez.

— ¿Te sientes bien? — Natasha preguntó.

— Sí, estoy bien... — Wanda murmuró rascando su cabeza en consideración pero llevando su mano restante hacia su estómago instintivamente.

La mirada de Natasha se fue hacia el estómago de Wanda con seriedad.

— No, no lo estás. — Natasha murmuró.

Wanda suspiró.

— No quiero... No quiero hacerme cabeza. — ella comenzó, dudosa. — Pero...

Natasha cerró los ojos sabiendo lo que estaba apunto de decir.

— Creo que estoy embarazada.

Ella abrió los ojos, mirando a Wanda con seriedad.

— Bueno, y supongo que no es mío. ¿No? — Natasha se burló de mala gana caminando hacia ella para sentarse a su lado.

Wanda le dió un codazo por su broma de mal gusto.

— ¡Estaba bromeando! — Natasha se defendió.

— ¡Pues yo no! — Wanda se quejó cruzándose de brazos. — ¡Esto es horrible! — exclamó con ganas de llorar, sintiendo el nudo formándose en su garganta.

Natasha tomó su mano, deteniendo su exasperación.

— Dijiste que no querías hacerte cabeza.

— Pues ya la hice. — Wanda lloró.

Natasha rodó los ojos.

— Oye, cálmate. ¿Quieres tener otro hijo?

— ¡Si, pero no ahora! ¡No con él! — dijo refiriéndose a Vision.

Natasha suspiró, sintiéndose inestable.

— ¿Podrías... Podrías considerar otras opciones?

Wanda miró a Natasha con seriedad.

— ¿Te refieres a abortar? — Natasha asintió. — Yo... No lo sé, me aterra pasar por todo eso pero... Me aterra más volver a estar nueve meses embarazada de un niño que me ate a él por el resto de mi vida.

— Primero podrías hacerte una prueba de embarazo. Si sale negativa, estamos bien, hacemos como que no pasó nada y nos emborrachamos hasta el amanecer. — Natasha dijo, logrando sacarle una sonrisa a su ilegalmente esposa. — Pero, si es positiva... Yo misma estaré a tu lado, ayudándote a decidir qué quieres hacer.

Wanda tragó en seco, pero asintió.

— De acuerdo.

Natasha le dió una sonrisa reconfortante y tomó sus manos, besando sus nudillos antes de correr al baño a alistarse para ir a una farmacia por cuarenta pruebas de embarazo.

NO MÁS RARA. | Wandanat. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora