Una vez escuche a Jesús Fernández Pisa decir que;
"Para quien te quiere, cualquier distancia es muy corta".
Me esforcé por creerle todo.
En los kilómetros sumaban dígitos a nuestros abrazos comprometidos.
Sentarme pensando en ti era casi tan cierto,
como abrazarte en el frío de la ciudad.
Aún así despertaba sabiendo que no era ese,
ni el siguiente, el día para verte.
Vernos era palabra prohibida por consenso.
Acordamos no pensar en eso,
para evitar las tentaciones de la duda levantarse;
desde ahí ambos ya éramos traidores.
Pues lo que no se dice también existe,
y siempre existe más profundo.
Tu lejanía era tan honda como cierta;
estabas dentro, en los rincones oscuros.
Tú, la verdadera,
no tu voz, ni tus palabras.
Estaba llamándome desde alguna parte,
para ir a buscarte por temor a olvidar la sensación de que existes.
Yo, el verdadero
no mi voz, ni mis palabras,
estaba empujándome desde alguna
parte para dejarte volar en el cielo que elegiste,
y poder al fin empezar mi propio viaje.
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Palabras Mudas
De TodoEntre las páginas desteñidas de este libro yacen solo unos cuantos poemas, cartas sin destinatario, y palabras que han quedado mudas, atrapadas en el eterno susurro del "Hubiera". En un mundo donde la libertad de expresión es un derecho inalienable...