Cuando un corazón se rompe, existen dos tipos de personas: A quién le rompen el corazón y quién lo rompe.
La segunda persona es la persona de la quien nadie quiere hablar:
Lo intenté, intenté encontrar razones para quedarme, para quererte con la misma intensidad que tú lo hacías.
Creo que te envidia, envidiaba que tú pudieras sentir todo aquello. Y que yo, ni siquiera, fuera capaz de sentirme a mi misma.A veces, no sabía porque lo intentaba tanto y mejor solo te dejaba ir.
Sé que fui egoísta porque no te tenía pero tampoco te soltaba, se que soy esa persona de la que no quieres hablar lo sé porque ni a mí me gusta hablar de esa que fui.
Todos o varios fuimos aquella persona, tal vez porque creemos que el amor es algo tan difícil de encontrar, que nos queremos convencer que cualquiera puede llegar a llenarnos el alma y las ganas pero no es así, no se puede elegir a quien querer, no nos podemos obligar a quedarnos en un lugar en donde no pertenecemos.
Y al final me fui y nunca te lo dije pero yo sabía que no te merecías a alguien que, solamente, lo intentará. Te merecías y te mereces a alguien que simplemente lo sepa.
Que con cada parte y con todas las fuerzas en su contra se quede, porque así lo quiere, porque, al final, así le nace.
Así que perdón por ser esa persona de la que no quieres hablar...
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Palabras Mudas
AcakEntre las páginas desteñidas de este libro yacen solo unos cuantos poemas, cartas sin destinatario, y palabras que han quedado mudas, atrapadas en el eterno susurro del "Hubiera". En un mundo donde la libertad de expresión es un derecho inalienable...