Enséñame que soy importante |• KookMin

Capítulo 2

Taehyung siempre estaba allí…

Jimin lo sabía, sabía que este solo estaba allí cuando se sentía solo, cuando a sus "amigos" no les interesaba que más había debajo de esa sonrisa que el castaño siempre mostraba a todos. Kim Taehyung era uno de los más populares del instituto, este era amable y tenía una imagen de ensueño, era perfecto. El chico de la sonrisa encantadora que siempre tenía una palabra amable para todos. Todos lo querían, todos lo admiraban.

Pese a que el rubio sabía que solo lo usaba, se dejó. Era fácil dejarse llevar por la calidez de Taehyung, por su mirada que parecía leer tu alma y su voz que susurraba palabras de consuelo.

Jimin siempre se dejó usar, y ver a Kim Taehyung hacerlo no hizo diferencia alguna en el menor. Al menos Taehyung solo necesitaba de alguien que lo escuchará…solo eso. Era un pozo sin fondo de emociones reprimidas, un volcán a punto de erupcionar, y Jimin se convirtió en su confidente, en su paño de lágrimas.

No habían segundas intenciones. O al menos, eso le decía su corazón. Taehyung nunca le había dado una razón para pensar lo contrario. Era solo un amigo, un amigo que necesitaba un hombro en el que apoyarse. Un amigo que, a veces, parecía olvidar que Jimin también tenía sentimientos, también tenía necesidades.

Además del hecho de que siempre se aprovechaba de él como esa vez que le pidió que renunciara a ser el presidente de la clase porque él quería serlo. Le dijo que no serviría para ese puesto ya que el presidente de la clase debía de hablar con todos sus compañeros. Jimin no puso objeción porque sabía que Taehyung tenía razón, él no era bueno creando conversaciones. Era tímido, introvertido, y prefería la compañía de los libros a la de las personas.

No servía para algo así.

Por eso no discutió ni culpó a Taehyung. No se molestó porque el castaño solo le dijo la verdad. Pero en el fondo, una pequeña voz le susurraba que Taehyung no necesitaba ser tan cruel, que podía haber encontrado una forma más amable de decirle que no era el adecuado para el puesto.

Pero Jimin se calló, como siempre. Se había acostumbrado a ser el amigo invisible, el que siempre estaba ahí para apoyar, pero nunca para ser apoyado. Era el amigo que se quedaba en la sombra, que se contentaba con ser un simple espectador de la vida de Taehyung.

Y así, Jimin seguía siendo el amigo de Taehyung, el amigo que siempre estaba ahí para él, sin importar cuánto lo usara, sin importar cuánto lo hiciera sentir invisible.

Porque eso eran, ellos eran amigos.
O al menos así es como Taehyung le decía.

— Es estresante…mi hermana siempre ocupa todo, a veces lo bota y a quien culpan es a mi — suspiro  — Supongo que tienen una favorita — hizo una mueca graciosa que casi le saca una sonrisa a Jimin.

Taehyung se dió cuenta de ello y sonrió tiernamente.

— ¿Estuve cerca? —  se burló — Algún día Park, algún día te veré sonreír…seguro sonríes feo — molesto buscando hacerlo enojar.

Pero como siempre, Jimin no reaccionaba cómo él quería que lo hiciera.

— Quizás — susurro cabizbajo, Jimin.

Taehyung iba a decirle algo en ese momento, pero alguien llamo su nombre.

— ¡Taehyung!  Ven, vamos a jugar baloncesto con los demás.

Sin pensarlo dos veces, el castaño sonrió en grande mientras se ponía de pié.

— ¡Voy! Adiós Park  —  se despidió.