Enséñame que soy importante |• KookMin

Capítulo 8

Hoseok suspiró con cansancio al ver como Jungkook se encontraba ansioso como si estuviera esperando por alguien ya que no paraba de buscar y mirar en todas direcciones. Por otro lado, Yoongi rodó sus ojos y, al ver a una de sus conquistas, se despidió de sus amigos dejándolos solos.

Hoseok bufó para sus adentros teniendo piedad de esa chica. Min Yoongi no era nada piadoso al terminar con una chica, ellas siempre salían lastimadas o enojadas con la vida después de conocerlo.

Min Yoongi, era un maldito insensible.

Pero un buen amigo.

— Oye, no crees que Yoongi -

— Mierda — murmuró Jungkook mientras se ponía de pie —  Hyung, adelantate al salón, debo ir al baño — aviso y, sin esperar una respuesta, salió corriendo.

Hoseok lo quedó viendo y luego negó con su cabeza.

— El baño queda para el otro lado — suspiró. Sin darle mucha importancia, siguió su camino.

Por otro lado, Jungkook dió con su objetivo y lo tomó del brazo tirando de él. Jimin iba a decir algo pero fue obligado a seguir al pelinegro a un salón vacío son oportunidad escapar.

Una vez solos, Jungkook cerró la puerta con seguro y se acercó a un sorprendido y confundido Jimin.

— Mírame — pidió Jungkook pero el contrario permanecía cabizbajo — Vamos Park, necesito que me mires a los ojos ¿si?— susurro con voz suave.

Fue entonces cuando Jimin finalmente lo observó sacándole una sonrisa por haber logrado su objetivo.

—Ven aquí — le indicó Jungkook, haciendo un gesto para que Jimin se sentara en una de las bancas del salón. Jimin obedeció en silencio, aún sintiendo la tensión en su cuerpo.

Jungkook suspiró rebuscando en su bolso por algo, y Jimin lo observó curioso hasta que el contrario sonrió sacando un estuche de maquillaje.

— Te ayudaré a cubrir eso — sonrió Jungkook, abriendo el estuche y revelando una variedad de colores y herramientas — El hematoma se nota aún más, solo usaste maquillaje en polvo y se ve como... — rió y se acercó, pero Jimin se alejó un poco, su corazón latiendo más rápido.

Jungkook supo de inmediato que el rubio no confiaba en él, y tenía sus razones para no hacerlo. Después de todo, ellos nunca habían hablado antes. Pero él quería ayudarlo.

— Tranquilo, no te haré daño — le aseguró Jungkook con voz suave y tranquilizadora — Seré cuidadoso, lo juro solo... confia en mí.

"Confia en mí"

Jimin había oído esas palabras de cientos de personas antes, las mismas que lo habían decepcionado y lastimado. Pero algo en la mirada de Jungkook lo hizo dudar. Tal vez este chico era diferente.

Jungkook pareció darse cuenta del miedo de Jimin y tomó sus manos, mirándolo fijamente a los ojos.

— Jamás te haría daño, Jimin — susurró Jungkook, su voz llena de convicción — Yo... no lo haré.

Los segundos pasaron y Jungkook se sintió aliviado cuando Jimin acercó su rostro hacia él.

— He estado viendo videos de maquillaje anoche para ayudarte — confesó Jungkook sin vergüenza alguna — Tomé esto de mi madre, seguro ella no se dará cuenta, tiene muchos.

Jimin lo observó a los ojos, prestando atención a cada palabra que decía. Jungkook, por otro lado, se concentró en cubrir bien los moretones en el rostro de Jimin con mucho cuidado.