Capítulo 18

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Cuando Jungkook bajó las escaleras, vestido con pantalones grises de chándal y una camiseta negra, su vergüenza aún lo acompañaba. Más aún, cuando Jimin, quien estaba en el sofá, volteó a verlo.
Jungkook sintió la necesidad huir del país, cambiar su nombre por el de Juan, alquilar una granja si es que era posible y llorar junto a los ruidosos gallos para que nadie pudiera oír sus lamentos.

Tenía todo planeado, solo faltaba el destino, alguien que le diera dinero, el boleto y que sus padres no se enteraran de ello.

— Tengo hambre — susurró Jimin sacando al pelinegro de sus pensamientos— ¿Estuviste llorando? — preguntó curioso, al ver sus ojos rojos.

— Nop… — Jungkook aclaró su garganta y miró en otra dirección, peinando sus cabellos hacia atrás — ¿Qué cosas dices, Park Jimin?

— Pero… — insistió Jimin.

— ¿Dijiste que tenías hambre? — preguntó Jungkook, intentando cambiar de tema — ¡Pediré una pizza! — sonrió corriendo a la cocina.

Jimin se puso de pie y lo siguió. Cuando ingresó a la cocina, Jungkook estaba apoyado en el mesón, ocultando su rostro entre sus brazos mientras murmuraba algo ininteligible.

— Yoongi hyung dijo que tu orgullo cayó y que la vergüenza te atacó por la espalda… — dijo Jimin, apoyando su mentón en su mano — No sé qué quiso decir… pero ya no te sientas mal.

Jungkook lo observó, preguntándose cómo ese chico podía lucir tan inocente y angelical.

— Park — susurró.

— ¿Sí? — rió Jimin.

— ¿Te he dicho que eres hermoso? — preguntó Jungkook sin quitar sus ojos de él.

— No — Jimin negó, cabizbajo, con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

— Pues… lo eres — dijo Jungkook, igual de sonrojado que el rubio, para después aclarar su garganta y fingir que nada había pasado.

— ¿Por qué no cocinas tú? — preguntó Jimin.

— ¿Eh? ¿Quieres que yo cocine? — sonrió Jungkook.

Jimin sintió un escalofrío, lo sentía cada vez que él le sonreía.

— Ese día, lo que cocinaste, estuvo delicioso — confesó tímidamente Jimin — Cocinas muy bien.

— Soyeon dice que lo hago del asco — rió Jungkook, recordando las palabras de su hermana— Bien, cocinaré para ti, pero me ayudarás con ello — dijo Jungkook.

— Sí — sonrió Jimin.

[...]

Después de cocinar algo rápido, ambos  comieron en silencio viendo una seríe en la televisión. Al terminar, Jimin se ofreció a ayudarlo a lavar los platos.

— Y así es como Hobi y yo nos hicimos amigos — finalizó Jungkook mientras le daba el último plato a Jimin quien lo seco y coloco en su lugar.

— ¿Puedo hacerte una pregunta?— suspiró secando sus manos teniendo la atención de Jungkook.

Llevaba horas queriendo preguntar al respecto, pero no sabía si debía o no hacerlo.

— Claro, Jims.

— ¿Qué paso con Taehyung? — preguntó finalmente Jimin.

Jungkook lo quedo viendo y luego suspiró secando sus manos.

— ¿Por qué todos quieren saber acerca de eso? —  suspiro mirando al rubio quien bajo su cabeza — Lo siento, no es por ti es que solo que, todos lo preguntan...

Enséñame que soy importante |• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora