Capítulo 14

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Decir no era difícil para él, pues jamás se negaba a algo.

Sus "NO" siempre eran ignorados.

Aún cuando suplicara, por esa razón se dio por vencido.

Pero Jungkook le hablo de ello, le dijo que a veces negarse a algo no era ser una mala persona. Qué no siempre debía decir "si" a todo.

Qué él también tenía el derecho de oponerse y negarse a algo.

Esa tarde, después de terminar su jornada en el café, Jungkook pasó por Jimin y le dijo que lo llevaría a un lugar especial. Jimin notó que los amigos de Jungkook ya estaban esperando en el auto, listos para partir.

El viaje fue divertido, con todos quejándose de tener que ir apretados en los asientos traseros mientras Jimin y Jungkook disfrutaban del espacio en el frente. Pero para sorpresa de Jimin, se sintió cómodo con ellos, riendo y bromeando como si fueran viejos amigos.

Al llegar a su destino, todos se alejaron corriendo hacia la orilla del mar, pero Jungkook se quedó junto a Jimin, quien tenía su vista perdida en el horizonte.

— ¿Te gusta? — preguntó Jungkook, ansioso por la reacción de Jimin.

Jimin suspiró y luego lo observó con sus verdes ojitos llenos de lágrimas, pero no de tristeza, sino de felicidad. Jungkook malinterpretó su expresión.

— Carajo, no te gusta, cierto. Debí llevarte a otro sitio — dijo Jungkook, dispuesto a irse.

Pero Jimin lo detuvo con su mano.

— Jamás he estado en la playa — expresó en un susurro, su voz llena de emoción.

Jungkook se sorprendió, sin saber qué decir. La vulnerabilidad de Jimin lo conmovió.

— ¿Nunca has visto el mar? — preguntó, acercándose un poco más.

Jimin negó con la cabeza, su mirada fija en el oleaje. Fue entonces cuando Jungkook sintió algo extrañó en su pecho, ese algo que le hizo decir las siguientes palabras sin pensarlo dos veces...

— Entonces... — dijo Jungkook, sonriendo — Puedes ver el mundo siempre y cuando estemos juntos Park Jimin. Déjame mostrarte el lado bello de la vida.

Y con eso, Jungkook tomó la mano de Jimin y lo llevó hacia la orilla, donde el viento y las olas los esperaban..

Ambos caminaron a orillas del mar, disfrutando del atardecer. Jungkook no podía creer que la hermosa sonrisa de Jimin estuviera allí, luciéndose en la luz dorada del sol.

Jimin reía cuando el agua tocaba sus pies descalzos y miraba al cielo mientras le decía lo hermoso que era.
Jungkook sintió una gran necesidad de responder con un cumplido, pero calló, sintiendo miedo de sus propios pensamientos.

— Me alegra que te guste estar aquí — dijo, rompiendo el silencio.

— Lo siento — dijo Jimin, su mirada baja.

— ¿Por qué? — frunció su ceño Jungkook.

— Se supone que debería ayudarte con Taehyung, pero no lo hago — confesó Jimin — Sin embargo, eres tú quien me ayuda ahora y siento que no es justo.

— Taehyung — murmuró recordando al castaño.

Jungkook, por alguna razón, no sintió la emoción que solía sentir al pensar en ese nombre.

— Hablaré con Taehyung mañana — dijo Jimin de inmediato— Y…

— Vamos al cine — lo interrumpió  Jungkook — Los chicos quieren ver una película y… también me pidieron que te invitara — sonrió — ¿Te gustaría ir con nosotros?

Enséñame que soy importante |• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora