Capítulo 12

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Jimin llevó la cuchara de helado a su boca, pero al abrir la boca gimió bajito por el ardor. La comisura de sus labios aún dolía, pese a que ya había cicatrizado el dolor persistía.

Jungkook fue consciente de esa acción y sonrió, dejando su tazón a un lado. Se acercó a Jimin y tomó el tazón del rubio, quitando la cuchara de sus pequeñas manos. Con cuidado, tomó un poco de helado con la cuchara y la llevó a la boca de Jimin.

— Debes tomar poco — Jungkook sonrió — Abre.

—Puedo hacerlo por mí mismo.

— Eso no es necesario si estoy aquí, vamos di Ahhh — pidió y Jimin solo atino a cubrir su rostro avergonzado por esa acción a lo cual Jungkook rió.

— No hagas eso — susurro.

—Se derretirá si no lo comes, Park.

— ¿Te duele mucho? — preguntó Jungkook, con preocupación en su voz.

Jimin asintió ligeramente, aún con la boca cerrada. Jungkook sonrió y le dio un suave beso en la frente.

— No te preocupes, yo te ayudaré — dijo, mientras continuaba alimentándolo con pequeños bocados de helado.

La ternura de Jungkook hizo que Jimin se sintiera cómodo y relajado. A pesar del dolor, sonrió ligeramente, agradecido por la atención de su amigo.

Pasaron algunos segundos hasta que Jimin se sintió lo suficientemente cómodo como para descubrir su rostro, y con una mezcla de vergüenza y timidez, abrió la boca sin mirar a Jungkook a los ojos. El pelinegro sonrió internamente al ver la reacción de Jimin y se esforzó por no reír, ya que el rostro del rubio estaba tan rojo como una fresa madura.

Jungkook comenzó a alimentarlo con pequeños bocados de helado, cuidando de no tocar la herida en la comisura de sus labios. Jimin se sintió avergonzado, pero también agradecido por la ternura de Jungkook.

— No estoy enfermo como para que hagas eso — susurró Jimin, su voz apenas audible, después de terminar de comer.

Jungkook limpió sus labios con suavidad, cuidando de no lastimarlo.

— No, solo estás herido y débil… y yo quiero cuidar de ti — dijo Jungkook, su voz llena de sinceridad.

Jimin lo observó sin palabras, su mirada fija en los ojos de Jungkook. El pelinegro sonrió tiernamente y terminó de limpiar la boca del rubio con cuidado.

— ¿Me dejarías hacerlo? — preguntó Jungkook segundos después, su voz suave y persuasiva.

— ¿Hacer qué? — lo observó confuso Jimin.

— Cuidar de ti, Park Jimin, al menos por hoy… solo déjame cuidar de ti — pidió Jungkook, su mirada intensa y llena de cariño.

Jimin se sintió conmovido por la petición de Jungkook y sonrió cabizbajo.

— ¿Por qué querrías hacer algo así? — preguntó, su voz llena de curiosidad.

Jungkook tomó la pequeña mano de Jimin entre la suya y la acarició suavemente.

— Porque cuando me siento mal, a veces lo oculto… pero la verdad es que necesito que alguien se acerque y me pregunte si estoy bien, y aún cuando conteste con un "sí" — pausó y miró a Jimin a los ojos — Espero que esa persona haga algo por mí.

La mirada de Jungkook fue como un rayo de luz que iluminó el corazón de Jimin. Se sintió visto y comprendido, y supo que Jungkook estaba hablando desde el corazón. Pero todavía tenía sus deudas respecto a él.

Enséñame que soy importante |• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora