Capítulo 17

4.2K 599 79
                                    


— ¿A dónde vas? — preguntó al ver a si hijo empacando ropa en su bolso— Jimin…— llamó nuevamente.

— Yo…saldré hoy— Jimin susurro  sin voltear a verla.

Se sorprendió que ella estuviera allí de pie completamente y sobria.

— ¿Con quien?— pregunto inquieta. Ellos nunca hablaban de sus vidas, su hijo jamás le contaba nada y ella nunca preguntaba sobre su vida.

— ¿Por qué quieres saber? — suspiró Jimin mordiendo su labio inferior. Se sentía incómodo tenerla allí.

— Porque jamás hablamos de estas cosas — dijo ella cruzándose de brazos — Yo, ni siquiera se si tienes pareja o amigos, y-

—No es algo que te importe — se atrevió a decir Jimin, recordando las palabras de Jungkook.

No debía responder si no quería, no siempre debía darle el gusto a los demás. Cuando ella entro y comenzó a interrogarlo, Jimin se molesto. No quería hablar, no quería tenerla allí.

__ Si lo pregunto es porque me importa — comenzó a explicarse pero fue interrumpida por Jimin.

— ¿Cuando quieres? — Jimin preguntó en un bajo susurro.

— ¿Qué? — lo observó sorprendida.

— Cuando tú quieres importa — Jimin cerró su bolso y volteó a verla, De verdad no sabía de dónde salía esa valentía de enfrentarla, pero sentía que si no lo hacía de alguna forma estaría defraudando a Jungkook.

— Jimin… — su madre intentó interrumpirlo, pero él continuó.

— ¿Cuándo vas a sacarte la venda de los ojos y mirarme realmente, mamá? — sonrió Jimin con tristeza, su voz temblando ligeramente — A veces siento que no hay nada allí, pero creo que prefiero creer que si lo hay... que en verdad no puedes ver u oír nada, a descubrir que siempre lo hiciste y jamás... tú jamás — calló, su mirada buscando una respuesta en los ojos de su madre.

Su madre lo miró esperando que continuara, pero Jimin se dio por vencido cuando el teléfono móvil de ella sonó en ese momento. Jimin se rió de sí mismo, amargamente, cuando su madre contestó ignorándolo como siempre.

— Yoonsik — sonrió su madre, sin notar cómo el cuerpo del menor tembló con la sola mención de ese nombre— ¿Una semana más? — frunció su ceño — Creí que regresarías antes… — suspiró.

Jimin se sintió tan aliviado con eso. Una semana más sin Yoonsik significaba una semana más de seguridad.

— Sí, Jiminie está bien… — sonrió su madre, mirando a su hijo — Él está comiendo bien, no te preocupes, nos vemos en una semana entonces… — dijo, sin siquiera preguntar cómo estaba su hijo.

Jimin se sintió una vez más invisible, como si no importara. Sin mirarla, tomó su bolso y salió de casa, ignorando completamente a su madre. La sola presencia de ella le provocaba náuseas, especialmente cuando mencionaba a Yoonsik, ese monstruo que se hacía pasar por un buen padrastro.

La ironía era que Yoonsik solo se preocupaba por la apariencia de Jimin, no por su bienestar. Le decía que amaba su cuerpo esbelto, que le gustaba lo delgado que era, pero en realidad era solo una excusa para controlarlo.

"Come comida sana, Jimin", le decía, mientras su madre se tragaba las mentiras y preparaba comidas insípidas que Jimin apenas podía tragar.

Pero la verdad era mucho más oscura. Yoonsik no quería que Jimin comiera comida chatarra porque no quería que subiera de peso, no porque le importara su salud. Quería mantenerlo delgado, vulnerable, fácil de manipular.

Enséñame que soy importante |• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora