Capítulo 4

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"Lo bello del desierto es que en algún lugar esconde un pozo"

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Al llegar a casa, Jungkook sonrió al escuchar el familiar sonido de sus padres discutiendo en la cocina. Su madre, con un delantal atado a la cintura, reprendía a su padre por meter las manos mientras preparaba la comida, mientras que su padre, con una sonrisa pícara, intentaba robar un bocado de la mezcla.

La escena era tan familiar y acogedora que Jungkook se sintió invadido por una sensación de calidez y nostalgia. Al ver a sus padres así, rodeados de la aromática comida y la luz cálida de la cocina, deseaba encontrar algún día a alguien con quien pudiera compartir momentos como esos.

Había tenido algunas novias y parejas ocasionales, y su buena apariencia le había abierto puertas en el mundo social. Pero Jungkook anhelaba algo más profundo. Quería conocer a alguien que viera más allá de su físico y popularidad, alguien que no se dejara llevar solo por su apariencia.

Alguien auténtico, alguien que lo aceptara por quién era, sin importar su estatus como ídolo o su buena apariencia. Alguien con quien pudiera compartir risas, discusiones y momentos de intimidad, como lo hacían sus padres.

Este era su último año en la escuela secundaria, y pronto se mudaría a la universidad. La idea de dejar su hogar y a sus padres lo entristecía, pero también lo motivaba a apreciar cada momento que pasaba con ellos.
Por eso, en esos momentos, simplemente le gustaba ver a sus padres así de felices juntos, rodeados de la calidez y el amor que habían construido a lo largo de los años. Jungkook sonrió, sintiendo gratitud por la familia que tenía y por la esperanza de encontrar algún día a alguien que lo hiciera sentir igual de feliz.

— ¿Cómo te fue hoy espía? — preguntó ella.

Jungkook suspiró con una ligera sonrisa mientras entraba a la cocina donde ella se encontraba.

— Bien, cómo siempre, no hay nada que tú hijo no haga bien mujer. ¿Y Soyeon?

— No tuvo clases hoy,  le pidió a tu padre que la llevará dónde su amiga, se quedará allí hasta mañana  — informó.

— Y pidió que fueras por ella — agrego su padre.

— Estoy más que seguro que tú la convenciste en eso — rió Jungkook.

El hombre rió y asintió

— Estás en lo correcto.

Después de cenar con sus padres, Jungkook subió a su habitación. Busco ropa limpia y entro al cierto de baño por una ducha.

Al salir, se vistió y secó su cabello para luego acostarse recordando que mañana tendría que levantarse temprano.
Mientras pensaba en como había sido su día, seguía pensando en Park y la conversa que tuvieron esa tarde hace unas horas. Le había explicado a Jimin el motivo de su presencia allí, esperando que él decidiera ayudarlo a conquistar a Taehyung. Sin embargo, la reacción de Jimin no fue la que Jungkook esperaba.

"Por qué no le dices que te gusta y ya", respondió Jimin con una mirada crítica, como si la solución fuera tan simple.

Jungkook se sintió incómodo, incapaz de explicar sus sentimientos de manera coherente. La verdad era que él sentía que no le agradaba a Taehyung, quien siempre lo miraba con desdén. Eso hacía que Jungkook no se animara a acercarse al castaño por miedo a ser rechazado.
En pocas palabras, la conversación con Jimin no funcionó. Park no aceptó ayudarlo, aunque tampoco se negó explícitamente. Simplemente lo miró con extrañeza y siguió con su trabajo, limpiando las mesas con una eficiencia que contrastaba con la frustración de Jungkook.

Enséñame que soy importante |• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora