EL REENCUENTRO

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Hoy te he vuelto a ver...  Después de 4 años. Entras al bar junto a unos amigos. has cambiado mucho, tu cabello mas largo, una mirada mas seria, estas guapísimo; Te observo en la distancia, me encantas, te ves mas fuerte, ya no eres el niño que yo conocí.

Tengo puesta mi falda mas bonita, mi mejor chamarra, y ni siquiera me volteas a ver. No hago otra cosa que no sea peinarme con las manos, me hago una media coleta, mírame por favor, tan solo un segundo.

Por primera vez en mucho tiempo estoy nerviosa por un hombre.

Samanta nota mi interes, se burla de mi y toma mi mano. Esta jalandome hacia donde Dante esta sentado con sus amigos, muero de pena.

-Tienes que hablarle, fueron juntos a la secundaria, no tiene nada de malo

-¡Estas loca Samanta, dejame ir!

Samanta lo saluda con tanta naturalidad que le envidio, al parecer lo conoce de hace tiempo. Quiero salir corriendo, no se que hacer, mi corazón late con tanta fuerza.
- Ella es Natalia, una gran amiga mía ¿podemos sentarnos con ustedes? *dijo Sam viendo a Dante y a sus amigos*

Dante se levantó y me ayudó a sentarme mientras me regalaba una sonrisa tan linda. En ese momento me puse tan roja, mis manos sudaban... ¡Es tan lindo!

Esta sentado frente a mi, lleva una camisa roja de manga larga que hacía lucir su cuerpo, un collar de piedra blanca, en el respaldo de la silla está su chaqueta de cuero.
Su cabello castaño tapa una parte de su ojo izquierdo. Sus pestañas son largas, su mirada firme pero dulce, su nariz es perfecta. Su boca es pequeña y su sonrisa encantadora. Tiene una voz grave y un cierto acento que me fascina. Me estoy perdiendo en el...

Su mirada cruza con la mía... ¡Que horror! Estoy paralizada, no puedo hablar, mis manos sudan. Ay no, se esta riendo ¿Estaré tan despeinada? Me siento tan estúpida.

-Tienes unos ojos preciosos, siento que te conozco de algún lado.

¡Le gustan mis ojos! Por dentro estoy gritando de felicidad. No puedo hablar, solo balbuceo, ¡quiero morirme! .

-Yo...  este... pues
-Dante querido, no seas cruel, Natalia estudio contigo en la secundaria  *Samanta ha salvado mi vida *

Dante baja la mirada en un gesto de duda, lleva su mano a su barbilla, ¿tan difícil es acordarse de mi?. De pronto rompe el silencio entre nosotros.

Natalia Miranda! Te sentabas detrás de mi en tercero de secundaria

- ¡si!  *Digo totalmente emocionada, ¡se acordó de mi! *

Pasamos horas hablando de la secundaria y de cuanto hemos cambiado, el tiempo se me va volando, sus amigos y Samanta ya se han ido, estamos solos, todo es risas y bromas, de pronto puedo hablar con el como si fuera mi mejor amigo de años, pero por desgracia nada es para siempre, tengo que ir a casa, ya son las 3 am.

Salimos del bar, es una noche fría, llena de estrellas. Las calles vacías, iluminadas por los faros, el y yo solos. Esto es perfecto.

Tiemblo, tengo mucho frio, mi chamarra no me calienta en absoluto. Bajo la cabeza mientras caliento mis manos con mi aliento; veo su mano ofreciendo su chaqueta... No puedo aceptarla asi que muevo mi cabeza de lado a lado como una pequeña niña sin levantar la cabeza.

-pontela, te vas a congelar aqui afuera *me dice en tono de preocupación *

Alzo mi mirada y le digo tímida - Si me das tu chaqueta, seras tu quien se congelará.

Dante deja caer su chaqueta al suelo y se quita su camisa, quedando solo en una camiseta que descubría sus fuentes brazos. Estaba maravillada.

Me entrega su camisa, mientras recoge su otra prenda y se la pone de nuevo, cubriendo el "espectáculo" que estaba disfrutando en silencio.

-Mi camisa es aun mas caliente, asi ambos estaremos bien *me dice mientras se acomodaba su ropa*

Era cierto, es enserio cálida y además tiene un aroma delicioso. Dante me acompaña en mi camino a casa, todo el camino lo he tomado del brazo, no quiero soltarlo para nada. Me siento segura a su lado, reencontrarme con el es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, me siento feliz, es relajante estar abrazada de su brazo, tenerlo tan cerca. Simplemente me fascina.
Llegamos a la puerta de mi casa y de pronto dice algo que de verdad no me lo esperaba

-Cuando íbamos en secundaria me gustabas tanto, muchas veces pensé en pedirte que fueras mi novia pero nunca me atreví a hacerlo.

No lo puedo creer... 

-Tu también me gustabas Dante, estaba loca por ti.

¿Te Acuerdas de mi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora