El "mito de los caballeros"

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Con Milo y Camus.

Camus al ver aquél hombre rápidamente se puso de pie y se colocó frente a Milo, para después seriamente advertirle.

Camus: déjanos en paz y no saldrás lastimado - le advirtió. Mientras veía al hombre acercarse hasta que paro de caminar frente de ellos.

Heracles: por favor, tú qué puedes hacer, si sólo eres un debilucho - dijo mientras lo empujó hacia un lado. Haciéndolo caer al suelo, para después también estamparle una patada en la cara.

Milo: Camus, dime ¿Estás bien?, ¿Te hiciste daño? - pregunto preocupado mientras se acercaba a él.

Tiempo después Camus vio cómo aquel sujetó tomó por su brazo izquierdo a Milo, para después con su otro mano hacerlo verle la cara.

Heracles: vaya miren que sorpresa, parece que hoy si vamos a divertirnos un buen rato - le dijo mientras Milo trató de soltarse - si ya lo sé belleza soy un Adonis - decía riendose de él.

Fafner: oye belleza ¿aprovechando tú condición no te gustaría tener un hijo conmigo? - pregunto mientras ambos se reian.

Milo: ja, ya quisieras - respondió sarcásticamente mientras intentaba soltarse - Camus - llamó mientras intento darle su mano.

Camus: Milo - dijo también preocupado pero no pudo tomar la mano ofrecida al contrario recibió una patada por parte de Fafner. Para después recibir más en su estómago.

Milo: ¡Oye no lo golpees idiota! - le gritó molesto. Pero de un momento a otro lo tiraron al suelo mientras Heracles se le montaba encima.

Todo esto mientras Camus lo veía, pensando en que podría hacer, no podía golpearlo ahora ¿Verdad?, Eso estaba encontrá del reglamento de caballeros, no podía atacarlo teniendo esa ventaja y trataba de no hacerlo, eso era lo que pensaba mientras veía cómo aquel sujetó tomó de los brazos a Milo pero la gota que derramó él vaso fue ver cómo él idiota de Heracles golpeó a Milo mientras él otro le sostenía de los brazos, para después ver cómo intentaron despojarlo de su camisa sintió una ligera aura vibrar, mientras su cosmo se encendía y se enlazaba con aquella aura. Pero no le puso importancia, su irá era mucha por lo cuál comenzó a intentar ponerse de pie.

En otra parte.

Un hombre se encontraba viendo las doce armaduras doradas, más una pequeña estatua de Athena quien permanecía dentro de una vitrina de cristal, pasaba su vista por todas las armaduras pero hubo una que le llamo la atención. Y esa era acuario la cuál dejaba ver una fuerte luz brillante la cuál palpitaba.

Xx: ¿Que es ésto? - pregunto él hombre mientras se acercaba a la armadura - acaso tú dueño... ¿Te está llamando? - pregunto con una sonrisa.

Él chico del cabello naranja se dirigió a la armadura, para después lentamente quitar aquel selló que tenía está, para después verla desaparecer inmediatamente. Mientras él chico sonreía y veía el mismo sello en todas las armaduras posando su vista directamente en géminis.

Xx: ¿Serás tú la siguiente que saldrá a defender su territorio? - pregunto mientras veía él sello - sabía que ese chico, me serviría en un futuro...

De nuevo con Camus.

Camus por su parte lentamente se puso de pie, para después hablarle aquel tipo.

Camus: ¡Oye imbécil alejate de él!, ¡Si quieres intentar hacerle algo tendrás que pasar sobre mi cadáver! - grito molesto mientras se sostenía él estómago.

Heracles: a... Así que sigues conciente - dijo mientras sonreía.

Camus: Suelten lo ahora - exigió.

Milo: Yo no importó sólo vete de aquí, estás herido Camus, no quiero saber que por mí culpa te dañaron...

Fafner: yo que tú le hacía caso a tú pequeño amigo. No debes preocuparte por él juró que lo trataremos como un príncipe no lo vamos a lastimar. Mucho supongo - dijo mientras Milo lo veía con asco. Pero ambos se vieron interrumpidos al ver que Heracles se puso de pie, mientras que se su bolsillo saco una navaja.

Milo: ¡Camus vete! - grito aterrado. Sin embargó, él joven no se movió al contrario recompuso su postura y dijo.

Camus: se los advierto, váyanse de aquí y déjenos en paz o se arrepentirán.

Heracles: no amigo, él que se va arrepentir de esto serás tú - dijo mientras corrió hacia él.

Milo preocupado vio éso, pero vaya sorpresa se llevó al ver una enorme energía cubrir Camus mientras que una helado viento se hacía presente, tiempo después vio cómo él suelo se congelo haciendo que Heracles cayera al suelo. Haciendo que Fafner se pusiera de pie, mientras amenazaba a Milo con un arma.

Fafner: ¡¿Quien es este tipo idiota?! - grito molesto. Mientras Milo lo veía asustado.

Camus: ¡Milo al suelo! - fue lo que grito mientras él menor se recostó en el suelo cubriendo su cabeza y justo en ese instante escuchó cómo Camus grito una frase, Polvo de diamantes, para después ver cómo él tipo quién hace poco lo tenía sujeto había quedado totalmente congelado.

Milo: ¿Que es esto? - pregunto sorprendido.

Heracles: ¡¿Quién demonios eres basura?! - grito corriendo tan rápido cómo pudo en dirección a Camus.

Milo: ¡Cuidado! - grito alarmado al ver él arma.

Justo en ese momento un brillo dorado se hizo presente, obstruyendo su visión por casi diez segundos y cuando está de fue pudo ver a Camus vistiendo lo que parecía ser una armadura dorada brillante colocó sus brazos en posición de jarra apuntando arriba. Mientras que muy molesto le dijo a Heracles que no tuvo tiempo de detenerse.

Camus: te advertí que lo soltarás o te ibas a arrepentir - exclamó molesto mientras un brillo dorado comenzaba a rodearlo por completo - ahora toma esto, la más grande técnica de acuario. La ejecución de aurora! - grito mientras bajo de golpe los brazos lanzando con ello una fuerte ráfaga de hielo él cuál congeló por completo al maliante.

Narra Milo.

Después de aquello lo ví acercarse a él, para después tocar él hielo con su dedo índice provocando que este se destruyera por completo. Estaba asustado. ¿Quién era Camus?, ¿Me haría daño?, Tantas preguntas azotaban mí cabeza y sólo una persona podría resolverlas. Lo vi girar para verme, escuché un montón de sirenas mientras que rápidamente pasé mi vista por lo que anteriormente era un parque familiar completamente congelado, lo ví acercarse hasta mí pero mi visión se estaba haciendo borrosa. La armadura brillaba cuál estrella fuese era hermosa, lo sentí cargarme entre sus brazos para después ver todo completamente oscuro.

Narración normal.

Camus: ¿Milo?, ¿Milo?... - le llamo mientras lo veía dormir - parece que fue demasiado extremó para ti, ¿No?, Quería mostrarlo de forma más suave. Pero realmente veo que los dioses no están de mí lado, Las cosas nunca salen cómo yo quiero. ¡¿Qué debo hacer ahora Athena?!, ¡Tú dime si sabías que esto sería difícil ¿Porque no dejarnos renacer cómo los demás?! - pregunto alzando la voz mientras veía al cielo - Milo tendrá muchas preguntas cuándo despierte y pareciese que tú Athena te estás vengando por lo que hicimos aquella vez. Lo siento ¿Si?, no fue mi intención hacerlo derramar sus lágrimas por mí egoísmo - susurró mientras lo veía.

Tiempo después vio un montón de linternas acercarse, así que tomó la capa de su armadura para cubrir al bello durmiente y salió corriendo de ahí, algo le decía que esas luces significaban peligro.

Detrás de unos arbustos.

Un jovencito de cabello castaño se encontraba deteniendo la grabación, para después suspirar mientras volvía a iniciar otra para después comenzar a hablar.

Xx: Hola a todos, soy Aioria y ustedes no podrán creer lo que ví hoy. Sólo díganme algo, ¿Ustedes creen en él mito de los caballeros de Athena? - pregunto sonriendo mientras veía su cámara pero después escucho a la policía entrar al lugar así que agarro sus cosas y se fue del lugar corriendo.

Aunque los policías no pudieron creer lo que veía, aquel lugar parecía el bosque congelado de frozen, lo que más les llamo la atención fue ver a un hombre congelado cerca de algunos árboles.

Continuará...

Camus: Él príncipe de los hielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora