Él príncipe del hielo

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Un mes después.

Narra Milo.

Me encontraba en él hospital donde mis padres trabajaban cómo médicos, debo decir que a pesar de que quise seguir sus pasos yo por mí parte termine estudiando para ser enfermero, por tal razón y cómo ya estábamos en tiempo los profesores nos enviaron a hacer prácticas por lo cuál y por suerte estás prácticas se haría en él hospital donde mis padres trabajan así que aquí me tenían ayudándole a otro doctor cuyo nombre era Shijima, él cuál se parecía un poco a mí papá debo admitir.

Shijima: bien Milo, ¿Listo para tú primera prueba? - me pregunto.

Milo: estoy un poco nervioso - le confesé sonriendo.

Shijima: tranquilo lo harás muy bien, sígueme - me pidió a lo que yo hice lo pedido - por hoy, sólo ayudarás con la limpieza de los pacientes, tú padre dijo que comenzaramos con algo suave - me dijo mientras seguíamos caminando.

Mientras tanto.

En la sala de cuidados intensivos.

Narración normal.

Mystoria y Krest monitoreaban el proceso de los pacientes los cuales aún seguían dormidos, ambos puestos en un cuarto de vigilancia muy alejados del resto, en lo que monitoreaban llegó otro doctor, su nombre Dégel él cuál estaba tratando de sobrellevar su duelo de la mejor manera posible.

Mystoria: aún no tuviste que haber venido Dégel, necesitas descansar - le dijo a su colega. Él cuál sólo suspiro cansado.

Dégel: ya estoy hartó de estar en casa Mystoria, necesitaba salir para olvidar mí tristeza.

Krest: no te sientas mal hijo, tú hiciste todo lo posible por traerlo al mundo pero no estaba en los planes de los dioses que él permaneciera a tú lado, tienes que ser fuerte Kardia te necesita también - le dijo mientras él otro sólo asintió.

Dégel: en fin, ¿Cómo va él progreso de ellos? - le pregunto a Mystoria.

Mystoria: todo parece indicar que ambos están bien y respondiendo a los medicamentos de forma excelente - le respondió - simplemente hay que esperar a que despierten - dijo mientras los veía a ambos.

Dégel: muy pronto despertarán estoy seguro.

Mystoria: si así será, bueno tenemos que salir tenemos más pacientes que atender - les recordó para después ambos comenzar a salir, dejando únicamente a Dégel con los hombres hay presentes.

Ninguno de ellos tenían forma de cómo identificarlos ya que ninguno de ellos tenía una identificación, por lo cual fue grande su sorpresa al ver que él chico del cabello de color azul verde o cerceta cómo prefieran llamarle tenía en la etiqueta de identificación.

"Él príncipe de los hielos"

Dégel: hm... Que curioso, ¿Quién te nombró así? - le pregunto al chico que seguía durmiendo.

Total no quiso darle más vueltas al asunto, por lo cual sólo de dió la vuelta y salió para ir detrás de sus compañeros, sin notar que ambos hombres comenzaban a mover sus dedos un poco.

Por otro lado.

Sigue narrando Milo.

Aún seguía sin entender a los mayores, creí escuchar decir que la directora del hospital le pidió a los médicos no alejarse de los aprendices para evitar algún "desastre", o inconveniente por lo cuál creí que él señor Shijima se quería conmigo todo él día, pero vaya sorpresa me lleve cuando lo llamaron de emergencias, por lo cual me pidió ir con él dermatólogo Cardinale por lo cual me encontraba buscando su consultorio. Caminando y caminando me di cuenta de que pare en el piso equivocado ya que termine en él piso de cuidados intensivos.

Milo: oh vamos, esto tiene que ser una broma - susurré para mí, sabía que si alguien llegaba a verme aquí tendría problemas por lo cual me di la vuelta.

Pero justamente y para mí desgracia dos doctores venían también hacia este lugar por lo cual asustado busque por dónde escapar o si quiera poder esconderme por lo cual busque por el pasillo hasta que ví una puerta, por lo cual sin más remedio entre. Suspire un poco calmado pero me di cuenta de que termine en la habitación de dos pacientes los cuales parecian estar durmiendo, un poco curioso me moví de la puerta y me acerque a ver a los dos hombre, uno de cabello azul del mismo color que él mío y el otro de cabello verde azul, este último no podía negar que si estaba guapo, por lo cual ví hacia todos lados para después acercarme a su brazo dónde encontraría la identificación del joven. Tome su mano suavemente y leí la etiqueta de identificación.

Milo: ¿Hm?... ¿Él príncipe de los hielos?, Pero, que extrañó, ¿Quién te nombró así?, ¿Y porque motivo lo hicieron? - fue lo que se pregunto él más joven.

Escucho voces afuera de la habitación por lo cual trato de escapar, pero en cuanto lo intento sintió cómo alguien lo jalo fuertemente del brazo, confundido volteó a ver para después darse con la gran sorpresa de que él muchacho al cual habia estado observando hace pocos instantes y él cuál se supone estaba dormido tenía su brazo derecho fuertemente sujeto y cuando pasó su vista a él, este se encontraba viéndolo junto con él otro hombre que por su parte ya estaba sentado en su cama.

Milo: ¿Pero qué?... - pregunto sorprendido.

Mientras tanto.

En la primera planta.

Écarlate por su parte buscaba a su hijo en el primer piso, ya que ya era hora de ir a comer y no lo encontraban, hasta que vio a Shijima él cuál caminaba con un tablero en sus manos, por lo cual se acercó a hablarle.

Écarlate: Shijima... - le llamo mientras se acercaba.

Shijima: ¿Qué sucede Écarlate? - pregunto sin despegar su vista del tablero.

Écarlate: ¿Dónde dejaste a Milo? - pregunto.

Shijima: lo mandé con Cardinale, Yo tenía un asunto muy importante que debía atender y no podía llevarlo conmigo.

Écarlate: con Cardinale, muchas gracias Shijima ahora iré por él tenemos que ir a comer algo antes de que Mystoria nos mate - le dijo mientras se iba a buscar a su hijo con su otro compañero.

Shijima: si claro, ve con cuidado amigo - le dijo para después seguir caminando

Continuará...

Camus: Él príncipe de los hielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora