Camus: Él príncipe de los hielos

Adiós Athena

Con Milo.

Camus vio como él abrió sus ojos suavemente, vio todo algo confundido para después ver a Camus seriamente por algunos momentos para después sonreirle mientras le decía.

Milo: Cam... Me siento mal - fue lo que le dijo mientras Camus comenzó a reír de la alegría para después abrazarlo. Mientras todos los demás suspiraban con tranquilidad.

No pasó mucho cuando sintieron un cosmos cálido llenar todo el lugar, una luz roja salió del cuerpo de Milo y salió disparada hacia la misma dirección donde se habían ido Hades y Poseidón anteriormente, la puerta se volvió a abrir dejando pasar a la luz para nuevamente volver a desaparecer, después de eso vieron una luz blanca aparecer ante ellos y seguidamente de ella pudieron ver a Athena quien se hizo presente en él lugar, la diosa paso su vista por todos sus caballeros, sonrió con alegría para después decirles.

Athena: les agradezco mucho a todos él esfuerzo que hicieron durante esta batalla, con esto damos el final de ellas para dejar un mundo tranquilo por el momento - dijo ella.

Caballeros dorados: ¡siempre estaremos a su servicio diosa Athena! - proclamaron al unisono mientras la diosa sonrió con bastante dulcura como le era costumbre. Las armaduras doradas se desprendieron del cuerpo de todos los presentes para después desaparecer delante de todos.

Aioros: señorita Athena, ¿Qué va a suceder con todos nosotros? - pregunto.

Athena: sus recuerdos regresarán a la normalidad. Estaba batalla será olvidada por ustedes por su propia seguridad - respondió.

Saga: em... ¿Y que va a pasar con nosotros? - pregunto mientras veía a la diosa verlo sería y con una ceja alzada, recordó que ella seguía molesta por lo que hicieron..

Athena: voy a arreglar todo para que tengan una vida y recuerdos propios de ustedes. También olvidarán lo que sucedió aquí durante estos días - respondió entonces Camus alarmado la vió.

Camus: ¿eso significa que olvidaré a Milo? - pregunto asustado.

Athena: claro que no Camus, todos ustedes estarán juntos, sin embargo sus recuerdos verdaderos serán reemplazados para evitar cualquier problema con otro dios, por eso él sello que Hades le puso a Milo - respondió mientras veía a Camus suspirar tranquilo volvió a sonreír y dijo - lamento mucho los problemas que les causamos, Kiki te pido perdón por no haber podido hecho nada para ayudarte en el pasado - dijo mientras todos vieron al peli naranja que se puso de pie y camino hasta ella para después decirle.

Kiki: lamento mucho por todos los problemas que les hice pasar a todos ustedes caballeros dorados, realmente estoy muy apenado con todo, en cuanto a ustedes hijos míos, lamento mucho todo el dolor que cause perdón - se disculpó con los más jóvenes que sólo sonrieron para después ir a abrazarlo.

Athena: me da mucho gusto volver a tenerlos a todos juntos chicos, les agradezco mucho por su apoyo y devoción hacia mí estaré cuidando los a cada uno de ustedes en el olímpo sin importar que pase - les dijo mientras todos sonreían para después verla alzar a Nike y dejar que un brillo de luz blanca iluminará toda la ciudad. Cuando esté se disipó y Athena se marchó Milo quedó inconsciente a la misma vez que Mü también se desmayo alertando a Shaka quien por alguna extraña razón supo que tenían que llevarlos al hospital pero por alguna extraña razón sentían que les faltaba alguien y esos eran los gemelos que había desaparecido del lugar sin darse cuenta de este pequeño detalle, abandonaron el museo en dónde se encontraban mientras que el director del mismo salió a despedirlos a todos.

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Tiempo después.

Ocho de noviembre.

Estaba frente a un pastel de cumpleaños, en él cuál ponían "feliz cumpleaños número 18 Milo", él bichito realmente se encontraba feliz al ver a todos sus amigos ahí, Mü contaba con una pancita de seis meses gracias a Athena él problema que había tenido con su bebé hace cinco meses atrás no era nada grave, y al igual que su mamá, aún estaba molesto por saber que tendría un pequeño demonio que cuidar y para joderle su existencia a su padre, se entraron de la bella noticia de que tendría una hermanita, pero veía a sus suegros Kardia y Dégel pero no veía por ningún lado a su novio cosa que le confundió y mucho.

Mystoria: vamos Milo sopla las velas y pide tú deseó - le dijo, Milo salió de sus pensamientos y soplo sus velitas de cumpleaños.

La fiesta se la paso muy tranquila pero aún seguía sin entender, ¿Dónde se había metido Camus?, Suspiro sentando en el sillón para después escuchar su teléfono sonar, al ver quién era vió que era su amado, por lo cual algo molesto contesto le iba a reclamar pero el se le adelantó cuando le dijo.

Camus: sal un momento a la entrada de tú casa por favor amor

Eso fue lo único que le dijo para después colgarle sin darle tiempo a reclamar nada, Saga y Kanon quienes estaban al tanto de la situación solo le animaron a salir para ver de qué se trataba y como la curiosidad le estaba ganado sin más salió. Al salir de su casa se topo con la sorpresa de ver una serenata y en medio de todos ellos estaba Camus quien estaba vestido de traje y tenía un gran de ramos de flores blancas y rojas se veía nervioso, confundido y conmovido por aquel acto corrió a abrazarlo, siendo recibido por los amorosos novio.

Milo: pero ¿Que significa esto? - pregunto una vez se separaron, lo que nunca se espero fue que Camus se arrodillara delante suyo.

Camus: em... No tengo nada preparado así que sólo seré directo, Milo Scorpions aquarius hemos convivido durante seis largos meses y estaba esperando este día para hacerte está petición - dijo mientras se dirigía una de sus manos a su bolsillo para después sacar una pequeña caja de terciopelo rojo la cuál abrió dejando ver un hermoso anillo de compromiso mientras Milo sólo lo vio con un sonrojo golpeando sus mejillas - Milo, ¿Quieres casarte conmigo? - pregunto mientras Milo no supo que decir, estuvo en silencio por mucho tiempo, tanto que todos los presentes de la fiesta salieron a ver y al ver la escena todos guardaron silencio.

Milo: Si... - susurró.

Camus: ¿Que? - pregunto mientras lo veía saltar.

Milo: ¡Si!, ¡Si quiero casarme contigo amor! - le dijo mientras Camus se paro para después colocarle el anillo y lo abrazó.

Todo esto mientras todos aplaudían, mientras Écarlate por su parte veía molestó Mystoria por su parte sólo rio por lo bajo. Siendo sinceros estaban felices por ya no tener que preguntarse él quien le había puesto el nombre del... Príncipe de los hielos.

Fin.