Un Héroe corrompido

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Por otro lado.

3:00 PM.

Por su parte Kiki caminaba por los pasillos de aquella gran edificio, ahora con el cabello de Milo podría asegurarse de que su teoría era efectiva. Jamás pensó que lo encontraría tan rápido, sin embargo debía asegurarse de que lo que le había dicho Alexis era verdadero.

Kiki: veremos si con esto la armadura de escorpio reacciona - susurró mientras ingresaba a un pequeño laboratorio donde tenía a la armadura de escorpio.

Pero se dió un pequeño susto al ver a una chica ahí, una de cabello negro largo y lacio la cuál veía la armadura con seriedad.

Kiki: ¿Qué estás haciendo aquí Samantha? - pregunto mientras ponía el mechón de cabello en un pequeño frasco con un polvo blanco el cuál brillo.

Samantha: ¿Por qué?, ¿Por qué no nos dejas salir a todos?, Haremos que todos paguen - dijo la chica.

Kiki: Samantha de Sagitario, creó haberte enseñado él poder de la paciencia, no podemos salir sólo así, además qué la diosa Athena ya sospecha algo, ya que trajo a la vida nuevamente a dos caballeros dorados completamente concientes de su rol en este mundo - dijo mientes veía un líquido salir de aquel aparatito él cuál por un tubito lo puso en otro frasco.

Samantha: maestro, Alexis ya nos comentó acerca de eso, pero en mi opinión será mejor acabar con ellos antes de que nos provoquen más problemas, lo de hoy con aquellos conejitos sólo fue la punta del iceberg, Alexis dijo que esos caballeros aún no tenían él control completo de su poder, esto podría ser una ventaja, por favor señor permita mi salida - decía la chica.

Kiki: Ya dije que no. Y fin del asunto - dijo mientras comenzo a caminar hacia la armadura, a la cuál le vertió el líquido que había creado con el cabello de Milo.

Para asombro de la chica vio cómo una luz brillante baño la armadura por completo, mientras que para su sorpresa, vio cómo está se duplicó y ahora habían dos armaduras de escorpio.

Kiki: cómo suponía, necesito a Milo para duplicar a Escorpio - dijo molesto - pero ¿Cómo podré atraparlo sin llamar la atención?, Clonarlo después de venir aquí, no eso sería muy arriesgado - susurraba - ¿Por qué eres tan necia? - le pregunto a la armadura - de todas las armaduras doradas la única que no había logrado duplicar era Escorpio por el simple hecho de que las réplicas no tenían ni siquiera una miseria del poder de la original y ahora con este pequeño extracto de cabello de tú portador original pudiste hacerlo, realmente eres un misterio - le dijo a la armadura mientras la tocaba.

Samantha: ¿Maestro? - pregunto.

Kiki: Trae aquí a Edith, su armadura por fin está lista - dijo sonriendo mientras la chica algo molesta salió del lugar - los principales caballeros dorados an sido completados, con mí ejército repleto de sólo armaduras doradas por fin podré hacerle frente a los dioses, En cuanto a ti Athena, Una vez te traiga de nuevo a este mundo me pagarás el haberme dejado sólo en este mundo - dijo para después sonreir con gran triunfo por el brillo de la armadura.

En el colegio.

Milo por su parte sintió un fuerte dolor en su cuello, lo que provocó que llevara una de sus manos hasta ahí, de un momento a otro comenzo a sentirse muy cansado, tenía sueño sin embargo trato de no caer y siguió en lo suyo, pero el dolor punzante era casi insoportable, Camus noto esto así que se acercó.

Camus: ¿Te sientes bien? - pregunto mientras ponía una de sus manos en su hombro.

Milo: si, no te preocupes sólo tengo un poco de sueño - le dijo sonriendo.

Camus: tranquilo ya falta poco para que vengan por los niños, ¿Si?, Después te llevaré a dormir al departamento - le dijo mientras Milo nego.

Milo: gracias pero creo que hoy iré con mis padres, deben de estar preocupados por mi, no e pisado mi casa por no se cuentos días ya - dijo mientras Camus nego.

Camus: eres un exagerado, sólo envíales un mensaje y dile que estás con uno de tus amigos y ya está - le dijo.

Milo: Si claro, y eso explicará mi desaparición de ayer ¿No? - pregunto mientras veía al otro rodar los ojos mientras negaba algo aburrido por escuchar los reproches del menor.

Por otro lado.

Un chico castaño oscuro largo y liso de ojos azules se encontraba caminando por la calle, hasta que paso frente a un colegio, dónde procedió a ver sonrió al sentir aquella energía nuevamente.

Alexis: Así que aquí estás, pero hay una pequeña energía que no me permite acercarme. Es inestable pero se nota muy fuerte y decidida a defenderlos - dijo el sorprendido.

Pero como no tenía la orden de llevarse al chico ahora sólo se alzó de hombros mientras veía al cielo para después seguir su camino, pero justo en ese momento sintió un cosmos vibrar, lo que provocó que viera rápidamente al colegio otra vez.

En el colegio.

Milo cayó inconsciente al suelo en menos de un segundo, haciendo que Camus soltará el marcador que tenía en sus manos, mientras los niños veían preocupados cómo Camus levantaba a Milo del suelo.

Camus: Milo... - llamo preocupado una vez lo tubo en sus brazos.

En él hospital.

Shijima estaba con Écarlate monitoreando a un par de pacientes en la sala de cuidados intensivos, pero escucho un golpe seco por lo cual rápidamente volteo a ver dándose con la sorpresa de que Écarlate estaba en él suelo inconsciente, así que rápidamente presionó el botón de emergencias de la habitación y procedió a recogerlo del suelo muy preocupado.

Shijima: ¿Écarlate que te sucede? - pregunto mientras intentaba despertarlo.

En otro lado.

En la carretera.

Por su parte un auto había chocado contra un árbol, él impacto no había sido fuerte sin embargo él conductor estaba inconsciente y ese era Kardia quien estaba inconsciente sobre el timón y con una pequeña herida en la cabeza gracias al golpe.

Y en un acuario marino.

Mientras tanto, Krest veía preocupado cómo su esposo colapsó justo cuando estaba alimentando a los delfines por lo cual rápidamente pidió ayuda a otro de sus compañeros que iban por ahí para lograr sacarlo del agua y asegurarse de que estuviera bien.

Krest: ¿Pero que rayos sucedió? - pregunto al aire.

Regresando con Kiki.

Kiki por su parte veía sonriendo como la armadura que la chica vestía relucía cuál estrella fuese, dándose cuenta felizmente que está la había aceptado como su portadora, mientras que resonaba con el cosmos de la armadura original, él sabía que esto haría llamar la atención de sus antiguos portadores, pero el que le importaba estaba acompañado de un caballero dorado real así que no dudaba de que vendría pronto.

Kiki: ahora me encargaré de que todos paguen sus pecados - dijo feliz mientras la peliceleste se veía triste - ¿Estás lista para unirte a tus compañeros Edith? - pregunto mientras la chica suspiro para después asentir.

Continuará...

Camus: Él príncipe de los hielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora